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El pequeño rubio nunca imaginó tener un hermano menor.

El niño de apenas cuatro años regresaba del jardín de infantes a su "hogar", subió por el gran edificio yendo hacia su habitación siendo recibido por unos cuantos saludos y caricias por parte de las chicas que trabajaban ahí.

Llegó a su recamara no sorprendiéndose de ver a Masaway esperándolo, ya que era común que el adulto apoyara en sus tareas al menor. Ken estaba por saludar a su padre adoptivo pero un pequeño quejido lo detuvo, el infante entonces notó un bulto sobre su cama.

Ken se acercó con cuidado, el pequeño bulto comenzaba a removerse y a hacer más ruidos. Con ayuda de su padre logró subirse a la cama y ver de mejor forma lo que estaba envuelto entre sus sabanas.

-¿Quién es?-preguntó al ver mejor al bebé en su cama. El rubio detallaba al menor con la mirada, tenía el cabello azabache y levemente rizado, mejillas regordetas y pintadas por un tenue color rosado.

Masaway tomó asiento en la cama y cargó al bebé en brazos para que Ken tuviera una mejor vista de este, el rubio acercó su mano con un poco de miedo, el azabache se veía tan frágil que le daba temor lastimarlo con solo tocarlo. El de ojos oscuros sonrió emocionado cuando el bebé tomó uno de sus dedos entre su pequeña y regordeta mano.

-Es Takemichi- dejó que Ken tomará al bebé en brazos, teniendo cuidado de que no se lastimara el más pequeño. El rubio acomodo con delicadeza al pequeñin entre su brazos para que siguiera descansando- Tu hermano menor.

¿Hermano menor?

El pequeño quedó en blanco ¿Su madre tuvo otro hijo y también lo abandonó como a él?

- Escúchame Ken, ese pequeño que tienes ahí es tu hermano menor. Es hijo de la misma mujer que te dio la vida a ti y a partir de hoy vivirá con nosotros- El hombre se agachó a la altura del menor para ver su reacción- Pero antes que nada, quiero saber cómo te sientes.

-Yo...-empezó a hablar pero no sabía con claridad que es lo que quería decir. Se sentía feliz pero al mismo tiempo decepcionado de la mujer que le dio a luz, acaso no le bastaba con haberlo abandonado a él.

Bajó su mirada hacía el pequeño entre sus brazos, Takemichi no tenía la culpa de la madre que les había tocado, él se encargaría de que su hermano no sufriera los mismos malos tratos que él llegó a recibir por parte de otros niños y adultos por no tener una madre.

El pequeño Takemichi despertó poco a poco, soltando un pequeño bostezo mientras boqueaba un poco, abrió lentamente sus ojos acostumbrándose a la luz de la habitación. Lo primero que pudo ver fueron unos ojos obsidiana que lo veían con fascinación, el lugar donde estaba se sentía cálido, apretó un poco el dedo entre sus manitas y le regalo su primera sonrisa al pequeño niño que lo sostenía.

Ken sintió  un calor agradable instalarse en su pecho, su hermanito le regaló una pequeña sonrisa dejando a la vista sus rosada encías, sus ojos formaban pequeñas medialunas azuladas y sus mejillas regordetas solo lo hacían ver mas tierno.

El infante por fin supo que responder a su padre adoptivo.

-Estoy feliz, quiero ser un buen hermano mayor.

Masaway soltó un suspiro, el pequeño Kenny podía ser alguien bastante maduro para su corta edad. Revolvió el cabello de su hijo contento, habían pasado algunos años desde la ultima vez que cambió pañales así que esperaba recordar como hacerlo bien.

-Papá- el adulto salió de sus pensamientos- Takemichi huele mal.

Bien, tal vez era momento de poner a prueba sus habilidades.

-Ken, hora de tu primera lección. Hoy aprenderás a cambiar pañales.

Este era el comienzo de las grandes aventuras de él y su hermano pequeño.

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Buenaaas, esta vez les traigo esta pequeña historia de Take y Draken como hermanos. Espero les guste la idea tanto como a mi, los capítulos serán algo cortos por los que espero poder actualizar seguido.

Nos vemos en la siguiente actualización.

-Sunny🌻

Little BrotherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora