Little Brother

|| 🍼 ||

El nombre de Ken fue sólo el detonante para que el pequeño azabache comenzara a decir palabras de forma un poco más seguida y fluida, aunque claramente había unas cuantas que se le dificultaban debido a lo largo de la palabra o por las letras que tenía en el medio.

-eche- pedía el de ojos azulados mientras extendía sus brazos a su padre, Masaway se acercó con un biberón en las manos y levantó al pequeño azabache para darle su leche.

Siendo martes por la mañana y con el pequeño rubio en el jardín de infantes había sido turno de Masaway para cuidar del más pequeño del lugar. Takemichi disfrutaba de estar con su padre, pero detestaba cada vez que el mayor intentaba acomodar sus rizos de la misma forma en la que se peinaban él y Ken-Ken.

-Bien Takemichi, es hora de reposar la comida y de volver a trabajar - el pequeño hizo un ligero sonido, como si estuviera concordando con el adulto- recuerda que debes estar tranquilo y callado para no molestar a los clientes.

-¡Dlagon!- pronunció el niño al ver cómo salían de la habitación sin su preciado peluche, el mayor regresó para entregárselo al azabache y así ambos salieron de la habitación para regresar a la recepción del edificio.
-
-
-
-
-
-
-
-¡Ume!- llamó Takemichi al ver a la castaña esperando donde él iba a pasar el resto de la mañana hasta la llegada de su hermano. La chica se acercó rápidamente a ellos para tomar al menor en brazos.

-¡Micchi! ¿Cómo amaneció mi rayito de sol?-respondió la joven mientras llenaba de besos las mejillas del pequeño.

-¡ien!- la sonrisa del azabache le dio tanta ternura a la chica que no pudo contener la emoción, soltando un ligero chillido.

Ambos se olvidaron de Masaway encerrándose en su pequeña burbuja de mimos y palabras cariñosas, aunque claro que al hombre no le importaba reventarla con tal de que le regresaran a su pequeño.

-¿Qué haces aquí tan temprano?- preguntó mientras acomodaba el pequeño corral de Takemichi, la chica entendió y dejó al pequeño dentro junto a algunos cuantos juguetes. Inmediatamente el azabache dejó de prestarles atención y comenzó a jugar en silencio con su dragón y muñecos.

-Vine a traerte esto- dijo mientras rebuscaba en su bolso y sacaba lo que parecía ser un folleto. El hombre lo tomó y comenzó a leerlo.

"Guardería Pequeño Amanecer"

-Creo que sería bueno para las ocasiones en donde ninguno pueda cuidar de Takemichi- comentó mientras observaba al pequeño imitando gruñidos para su dragón de peluche.

-No lo sé Yume, ¿no es muy pequeño para eso?- respondió algo inseguro ante la sugerencia.

-No lo creo, además sería bueno para él convivir con otros niños-Masaway aún pensando en si aceptar o no, decidió que lo mejor sería ir a conocer el lugar y a los responsables. No dejaría a su pequeño en manos de cualquier persona-

-Cuando recoja a Kenny del jardín de infantes iremos a pedir informes- la chica saltó de alegría.

La rutina del rubio había cambiado con la llegada de su hermano menor, un claro ejemplo de esto es como ahora su padre iba a recogerlo todos los días al jardín de infantes por qué si no lo hacía Takemichi haría un gran berrinche que terminaría fastidiando a los clientes.

Ken salió del plantel y fue directo a donde lo esperaban su padre con Takemichi dentro de una carriola.

-¡Ken-Ken!- gritó Takemichi al ver a su hermano acercarse, sus manitas moviéndose de un lado a otro en forma de saludo.

-Ya llegue Take- respondió y Masaway lo tomó de la mano para empezar a caminar los tres.-¿A dónde vamos?

-A pedir informes de una guardería para tu hermano- el niño asintió y siguió caminando.

Tardaron unos cuantos minutos en llegar a su destino, por lo que podían ver era un lugar bastante alegre y seguro para el pequeño azabache, las paredes tenían algunos personajes animados en estas y detrás de ellos un amanecer.

Masaway se aseguró de aclarar todas sus dudas respecto al plantel mientras los pequeños jugaban con algunos bloques que les prestaron ahí, de hecho el pequeño azabache había resultado alguien bastante sociable ya que había comenzado a llevarse bien con otros dos pequeños, un peliciruela y un rubio.

Masaway aprovechó para inscribir al menor, el lunes iría a dejarlo después de acompañar a Kenny al jardín de infantes. Los niños se despidieron y Ken se encargó de dejar los juguetes que les había prestado en su lugar.

-Despídete Takemichi, es hora de volver a casa-

El pequeño azabache movió sus manitas de un lado a otro en forma de despedida.

-¡Akkun! ¡Akuya!- se despidió de los otros dos mientras su papá empujaba la carriola y salían del plantel.

Decir que el pequeño Ken no sintió celos al ver a su hermanito con otros, sería mentir.