Horns ｛KookV｝+18

Capítulo 3

Taehyung despertó cuando el dolor se volvió insoportable, sentía como si alguien estuviera dando martillazos dentro de su cabeza, un recordatorio más de por qué no acostumbrara beber hasta quedarse botado.

La luz que entraba por su única ventana tampoco ayudaba su situación, demasiado brillante para sus sensibles pupilas. Quería seguir durmiendo, pero sabía que la resaca no lo iba a dejar, así que con pereza buscó fuerzas para por fin levantarse de su cama.

Se miró a sí mismo en el espejo y comprobó que sus ojos estaban rojos, que su ropa estaba arrugada y su cabello despeinado, Hoseok estaría orgulloso de verlo así, de por fin "soltarse", pero Taehyung estaba más que arrepentido.

Aceptando su desagradable apariencia, Taehyung caminó para ir a su cocina, pero se detuvo delante de la puerta de su habitación cuando vio que tenía el seguro puesto.

Recuerdos de la noche anterior volvieron a él, no de la fiesta en sí, sino de su departamento, del extraño que lo estaba esperando, de un par de cuernos extraños y-....

-Oh, por favor... Que se haya ido. -Murmuró para si mismo antes de quitar el seguro y abrir la puerta lentamente, con la esperanza de que el chico, ¿Jungkook? Hubiera desaparecido.

Sus esperanzas duraron poco cuando nada más abrir la puerta se encontró con una mata de cabello oscuro y unos cuernos sobresaliendo de su sofá.

-¿Sigues aquí? -Preguntó, demasiado cansado para sonar molesto.

Al escuchar su voz el otro chico se sentó derecho en el sillón y se dio la vuelta, mirándolo sorprendido, Taehyung decidió no sostenerle la mirada y mejor caminar a la pequeña área de su cocina. ¿Qué iba a hacer?

-Dormiste bastante, Taehyung. ¿Te encuentras bien?

Taehyung fingía estar enfocado en buscar algo dentro de su refrigerador, la voz preocupada del otro le molestaba, el castaño estaría muchísimo mejor de no ser por aquel chico extraño, estaba seguro que el dolor de cabeza seguramente también tenía algo que ver con estrés. ¿Podría llamar al guardia del campus? Quizá si pedía ayuda de la Universidad podrían sacar a Jungkook de su dormitorio, probablemente ocasionaría un revuelo y otros alumnos hablarían de eso durante uno o dos días, pero parecía ser una buena opción.

-Me encontraría mejor si no estuvieras aquí. -Respondió de mala gana, sacando un litro de leche para beber directamente del cartón.

Cuando Jungkook tardó más de unos segundos en responder, Taehyung se atrevió a voltear a verlo, grave error. El pelinegro se había levantado del sofá y se encontraba reclinado sobre la barra que dividía la sala de la cocina, con el ceño fruncido y la mirada fija en él.

Taehyung había pensado vagamente que el atractivo de Jungkook había sido fruto de su ebriedad, pero estaba equivocado. Si acaso, Jungkook era aún más lindo estando sobrio, sus ojos se mostraban expresivos, aunque estuvieran ligeramente cubiertos por su despeinado flequillo, el saco del traje que había usado la noche anterior había sido abandonado y ahora Jungkook solo usaba la camisa blanca de debajo, por cierto, remangada hasta medio antebrazo, lo cual, al parecer, era la debilidad de Taehyung porque él jamás había visto los brazos de alguien ser tan atractivos.

El pelinegro no se veía desaliñado como Taehyung, simplemente se veía más relajado, pero igualmente presentable, más que presentable. El castaño de repente se sintió avergonzado de su propia apariencia, recién levantado, con resaca, despeinado y bebiendo leche directamente del cartón, se aseguró de dejar este último sobre la mesa y se limpió la boca rápidamente con el brazo.