ALBA | taegyu TXT

¿Qué está bien? ¿Qué está mal?

Las chicas son bonitas, ¿no? ¿Entonces por qué Taehyun de dieciséis años no podía concentrarse en aquella que lo besaba mientras se meneaba encima de su regazo? ¿Por qué su mente se perdía tanto por la paredes de su habitación? ¿No se supone que hacer eso tendría que ser divertido? Es decir, ella estaba haciendo todo lo que alguna vez creyó que le parecería placentero, se movía, lo besaba y además hacía ruido, ¿no tendría que estar excitado ya? ¿Por qué no lograba concentrarse en mantener el fuego del deseo? Fácil, porque Taehyun no estaba interesado en las chicas.

Aquella primera vez le costó muchas burlas de él para él, porque no entendía como había logrado llegar aunque en realidad no sentía prácticamente nada. Había sido una experiencia tan incómoda que la chica no volvió a llamarlo, y lo agradecía, porque así se evitó de cortarla él mismo.

Pasó mucho tiempo pensando a qué se debía esa situación, investigó mucho tiempo en internet y creyó por un momento que se debía al uso constante de medicamentos, pues sabía que muchos de ellos reducían las ganas de actividad sexual. Por otro lado, pensaba que quizá no era la chica correcta. Sí, sí, a él también le parecía tonto pensar en eso, porque ¿hay una chica correcta? ¿Qué hace especial a una de otra? Bueno, quizá sonaba algo estúpido, pero, oh Dios, sí había una chica correcta, sólo que no era de cabello largo, delgada y con curvas de infarto, de hecho, ni siquiera era una chica.

Aquel día de verano, Taehyun estaba frente a su computadora como de costumbre, terminando con sus tareas, había tenido una gran racha de sanidad y en lo único que pensaba era en estudiar, comer y dormir, sin embargo, su calma siempre se veía turbada por el único amigo que tenía en ese entonces, un chico sumamente coqueto que pasaba sus días molestándolo sólo por el placer de verlo molesto.

No me mal entiendan, no era grosero, tampoco mala persona, simplemente le gustaba bromear con su compañero y a Taehyun eso realmente no lo enojaba, porque sentía que estaba viviendo una buena amistad.

Volviendo a ese día, cuando su mirada estaba fija en uno de las páginas de Naver, un mensaje apareció en su bandeja de entrada de Messenger.

¿Les han dicho que nunca abran un link del cual no conoces el contenido? Bueno, a Taehyun no.

Después de pasar el cursor sobre la liga, no tardó más de dos segundos en clickearla, siendo redirigido hasta la página de Twitter, tomándolo de imprevisto y agradeciendo tener los audífonos conectados a la bocina, pues eso retumbó gracias al volumen saturado y a penas tuvo tiempo de cerrar su laptop, vigilando a sus espaldas que no tuviera a sus padres cerca.

Suspiró profundamente, y maldijo mentalmente a su amigo, no entendía la necesidad de mandarle ese tipo de links, ¿que no sabía que la pornografía era ilegal en su país? Dios, a veces la mentalidad adolescente era demasiado inentendible, incluso para él mismo siendo uno.

Se levantó un segundo de su escritorio, dejando los auriculares a un lado y aproximándose hasta la puerta de su habitación para cerrarla y así evitarse una explicación estúpida. Volvió a su lugar, abriendo la tapa de la computadora y encontrándose de nuevo con aquel video, repitiéndose en bucle, pues no duraba más de siete segundos. Sin embargo, cuando estuvo a punto de cerrar la pestaña y continuar con su vida escolar, se percató de algo que llamó su atención.

Ése no era un simple video pornográfico, como el que alguna vez su compañero le había enseñado para tantear su paciencia, aquello era un video homosexual. Sí, claro que lo era, podía distinguir perfectamente a dos tipos manteniendo relaciones sexuales. Y por algún motivo, no le pareció asqueroso, de hecho, se sorprendió a su mismo sintiendo una corriente eléctrica y quedándose un poco más de tiempo para observar cada frame que pasaba.