mentiras blancas

Capitulo 10

P.O.V:Kim

Estaba sentado en mi oficina como de costumbre, cuando una llamada entró a mi teléfono. Simplemente la ignoré.

Mi padre estaba intentando contactarme desde hace unos días para ir a casa, pero no quería toparme con Chay, así que ponía excusas baratas

El teléfono volvió a sonar y entonces me digne a mirarla. Papá nunca perdería el orgullo dos veces, lo que me indicaba que no era él

Ví el nombre del guardaespaldas a cargo de vigilar a Chay e inmediatamente tomé la llamada

📱:Señor Kim, Porschay está saliendo de casa

Al escuchar esto mi corazón se sintió aliviado

—¿Aún no has terminado de hablar o eres lo suficientemente inútil como para solo tener esa poca información?— Pregunté con autoridad

📱:Porchay se dirige al cine con el señor Porsche, el joven Vegas, el señorito Macao y Pete

El nombre de Macao resonó en mi cabeza y tuve un mal presentimiento

¿Que hacía Macao en la primera mansión?

Él nunca iba allá y extrañamente ahora sale con Chay

—Síguelos e informame hasta la película de vieron ¿Estamos?

📱:Si, señor

—No dejes que te vean. Por primera vez haz bien tu trabajo— Dije y sin más colgué

Me llevé las manos a la cabeza con preocupación

¿Que quieres exactamente Macao, y por qué con Chay?— Pregunté en voz baja

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Pasaron unas horas y el guardaespaldas no me había informado absolutamente nada sobre Chay

La ansiedad me comía por dentro y no me dejaba pensar.

Necesitaba cerrar unos negocios con la mafia Italiana, pero aún así mi mente no estaba en el trabajo, sino en Chay

Ring Ring

Escuché el sonido del teléfono y mi cuerpo se llenó de una especie de emoción

Torpemente tomé la llamada

—¿Si?— Dije con voz calmada

📱:Kim, hasta que por fin respondes

Al escuchar la voz de mi padre me sentí un poco inutil. Silenciosamente me arrepenti cerrando los ojos con fuerza

—¿Que necesitas?— pregunté en un tono frío

📱:Casi nunca vienes a casa y quiero verte

—Intentaré ir lo más pronto posible— Sin darle tiempo a responder colgué

Habia dicho eso para evitar a mi padre, pero no planeaba ir a casa, por lo menos no hasta que el nombre de "chay"  deje de dolerme