Parte sin título 5

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A la mañana siguiente, Tenma estaba tembloroso, pero no por él, sino por las consecuencias por lo que había pasado anoche podrían repercutir. Le había gritado a Johan de que se alejara y lo había rechazado, el acercamiento de Johan se sintió como si lo quemara por dentro. El doctor despertó con una jaqueca no había logrado volver a conciliar el sueño en lo que restaba de la noche, había puesto seguro a la habitación y una silla para que al joven no se le ocurriera entrar otra vez. El hombre japonés se paró de la cama, tratando de tenderla, para luego quitar la silla y dirigirse al living. ¿Qué era lo que aquel psicópata le diría si bien se despertara? Tenma no podía olvidar de que la familia de Schuwald aun dependía de un hilo y que cualquier cosa que se negase a hacer Johan podría usarla en su contra. Puede que Johan se hubiese tomado el rechazo de anoche de forma muy personal, y habría mandado a su sicario a dispararles. Tenma estaba desesperado intentó llamar por todos los teléfonos de la casa pero ninguno servía, y los que estaban encendidos no tenían línea. Tenma tendría que salir del pueblo a buscar como mínimo un teléfono. El doctor iba a salir pero en eso una voz sonó por detrás.

-Es inútil que salga al pueblo. Dijo.

Tenma volteo a mirar al chico quien caminaba hacia él con su usual paso calmado y sereno con las manos hacia atrás. Esta vez Johan ya estaba vestido, llevaba un sweater de color purpura claro, pantalones café, y zapatos del mismo color.

-¿cómo dices?

-El pueblo está bajo la protección de un mafioso italiano de apellido Giordano. Si sales a buscar un teléfono de forma desesperada, la gente entrara en pánico y llamaran a esos gánsteres para que lo atrapen y probablemente lo ejecuten.- ¡mmm! Johan pareció reflexionar para luego encarar sus preciosos ojos azules en su víctima.- Le sugiero que no haga tonterías.

Tenma frunció el ceño, apostaba lo poco que tenía que ese tal mafioso Giordano era en realidad uno de los muchos nombres que el monstruo tenía. Era una de las ventajas de no tener un nombre real y tomar cualquiera que quisiera, adoptando todo tipo de personalidad, lo peor era tener a toda una población sumergida en el terror.

-Pensaste en todo ¿no es cierto?

-Solo en lo que el doctor podría hacer. Respondió el chico.

- ¿incluso tu desmayo en esa biblioteca? Preguntó Tenma

-Bueno eso no. Realmente me desmayé.

-¿por qué?

-Por nada en específico. Debió haber sido una secuela de mi operación hace 9 años, quizás esté relacionado con algunos dolores de cabeza que tengo. Los humanos somos curiosos ¿no cree?

"Dolores de cabeza", por qué se preguntó Tenma, el doctor estaba intentando a insistirle al joven que lo dejara revisar, pero en su lugar el chico le dio una sonrisa políticamente correcta y lo guio hasta el comedor. Tenma vio que la mesa ya estaba puesta con un plato de fruta, croissants y juego de naranja.

-¿ehh? Inquirió él.

-Desperté antes que usted. Así que me tome la molestia de hacer el desayuno. Explicó Johan.

-Yo lo hubiera hecho. Replicó Tenma.

-Sí, pero estaba dormido y no quería despertarlo. ¿Fue buena la película de anoche?

-Supongo.-respondió Tenma con indiferencia, extrañado de que el joven no había mencionado lo de ese encuentro de ayer pero si una película.-. Tenma se estremeció, recordar esa escena le ponía la piel de gallina.

-Es usted malo doctor. ¿Por qué no me invitó a verla?

-Era aburrida. Mintió Tenma.

-Pero usted ¿Solía ver mucho esas películas? ¿Verdad? ¿Le recuerdan a casa? Preguntó maliciosamente el monstruo.-

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