XII

769 92 65
                                    

impresionante.

eso era lo que pensaba jungwon en este momento.

estaba parado en el centro con un círculo de personas, dos eran sus amigos, otros dos sus vecinos, a uno no lo conocía y al otro hubiera preferido nunca conocerlo. 

sentía cómo sus mejillas se calentaban al ver a jay frente a él, parecía apropósito. yang estaba prendido del brazo de heeseung o, más bien, heeseung tenía rodeado su brazo alrededor de sus hombros. lo hacía sentir seguro, pero nadie podría calmar la sensación que invade su estómago cada vez que choca miradas con el pelinegro.

—bueno... —sunoo dice sabiendo interpretar la incomodidad en general. eran muchos ojos perdidos que no transmitían la mínima intención de empezar una conversación. —¿qué película vamos a ver?

—mientras no sea una de terror... —jake hace un movimiento con sus hombros en señal de escalofrío. 

—esas... —heeseung miró directamente a sunghoon y a este tenía una sonrisa culpable en el rostro. —... fueron las que compramos. no había ninguna buena función para este horario y- y nos recomendaron esta película.

—no pasa nada. suele ser un poco miedoso, pero si estamos con muchas personas puede tranquilizarse. —sunoo respondió antes que su novio. tomó la mano del australiano para entrelazar sus dedos. —está bien, jakie, sostendré tu mano. —le susurró.

jungwon apartó la mirada de la pareja y se limitó a divagar un poco con su cabeza para no prestar atención a nadie. casi que sintió un click con jake, pero él no estaba disponible. y le daba más vergüenza acordarse que se creó toda una historia de amor la primera vez que lo vio.

conoció a sunoo cuando los tres habían coincidido en salir al mismo tiempo de sus departamentos. le caía bien. era tan lindo que hasta no le extrañaba que heeseung estuviera diciéndole en secreto lo adorable que se ve. tenía unos ojos muy feroces que te atrapaban en una sola mirada y, a la vez, te hacían enternecer por su dulzura. 

verlos de esa manera, en un gesto tan tierno como tomarse de la mano, le daban ganas de irse corriendo. no porque no estuviera feliz por ellos, sino porque recordaba a sohee y echa de menos lo hermoso que se siente querer a alguien.

jungwon se removió en los brazos de heeseung hasta que lo soltara, el mayor quiso volver a abrazarlo porque su pequeño amiguito era adorable, pero jungwon se había alejado de él para irse con sunghoon. sintió como la traición le abofeteó el rostro cuando jungwon se escabulló entre los brazos de park buscando afecto.

—no, no te voy a comprar nada. —el rubio se había prometido nunca más caer en los berrinches de jungwon. sin embargo, a medida que el castañito crecía, sus habilidades manipuladoras ganaban experiencia contra él.

—¿ni siquiera un chocolatito así chiquitito?

—no. —dijo firme. —ahora ve y ayuda a niki con las palomitas que en cualquier momento va a tirar todo.

—¿a quién?

—a él.

sunghoon desprendió las manos del menor que se entralazaron en su espalda baja, y sosteniéndolo de los hombros hizo que se girara hasta donde un chico tenía en un brazo cuatro baldes medianos de palomitas y con la otra mano quería agarrar los refrescos.

—¿por qué es tan alto? me da miedo. —jungwon se empaca cruzándose de brazos. —¡es más alto que heeseung! encima tiene cara de que si le digo para ayudar me avienta el vaso.

—niki es todo menos temible. ve. —le da un empujoncito.

jungwon empieza a caminar en dirección al chico cuando sunghoon no le da más opciones para elegir. primero guarda sus manos en los bolsillos de su campera al ver que niki lo había notado, tenía una mirada intensa que le hizo replantearse si había sido buena idea haber escuchado a su mejor amigo. al tenerlo en frente, se quedó con la boca semiabierta no sabiendo qué decir.

𝙈𝙄𝙉𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora