𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓸𝓬𝓮

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— ¡¡Aah!! —exclamó en voz baja Carter.

— ¡¡Ay Dios mio!! -no quise ver más y solo abracé a Tod.

— ¡¡Cielos Billy!! —expresó Tod desviando su mirada de la escena.

— Tu seguías, tu debiste morir después de Lewton, era el plan..el designio, debiste haber fallecido...—Alex trató de explicar lo sucedido.

—Si, pues tu eres el diablo. —Carter es un imbécil.

— Vi su maldito cinturón, sabia que se rompería, asi fue como lo salve igual que en el avión, igual que en la explosion..lo vi

— Ya viene la policía. —nos avisó Tod para después escuchar sirenas venir hacía nuestra dirección.

— Gracias por conducir como loco IDIOTA. —dije mirando a Carter con desprecio él solo giró los ojos.

— Maldicion, lo salve y como salve su vida, salto a Carter, fue la siguiente persona en el camino de la explosión que era Billy, yo lo veo y si lo veo entonces intervengo y al intervenir engaño al designio..

—¿Interviernes? ¿Ahora eres dios? —se burló Carter algo incómodo por tener el cadáver de Billy tan cerca.

— ¡¡No es momento para chistes!! —grité pero admito que estaba bueno.

— A dios no le asusta fallecer, los dioses no mueren pero nosotros si.

— Alex estas enloqueciendo, la policía ya viene, debemos llevarte a la cabaña para que te ocultes y reflexiones. —Tod me alejo de él suavemente para después acercarse a Alex.

— Después de Billy, sigo yo, después de el sigo yo —nos avisó Alex.

— Y luego yo..—me abrece a mí misma asustada y apunto de llorar.

— No, te dije que salías del avión, no se que pasaba contigo, luego. —murmuro Alex mirando a la nada.

— Oigan, oigan ¿Porque no se van de aquí? —Carter se levantó del suelo y levantando los brazos.

— Por primera vez en mí vida, estoy de acuerdo contigo..vamos —Tod nos agarró del brazo a mí y Alex. Los tres comenzamos a correr lejos de la escena..

Días después

Estaba tranquila en mí casa, Alex se instaló y adapto bien en la cabaña y Tod venía de vez en cuando para ver si estaba bien. Pero cada día que pasaba mis vómitos, antojos y dolor de estómago se me hacían más frecuentes y no me recuperaba fácilmente con pastillas pero podía controlarlo por el momento.

Ahora me estaba dando una ducha, Tod se quedó en la planta baja mirando la televisión o eso creí hasta que alguien abrió la puerta del baño.

— ¿Que necesitas? —pregunté bañandome con confianza.

— Te necesito a ti. —Tod abrió la cortina, asustandome.

— ¿Has perdido el juicio? —lo miré mal mientras Tod entraba a la bañera acorralandome.

— Oh no, soy un adolescente hormonal ¿Que puedo hacer? —hablo de forma inocente, sintiendo como su pene rozaba mi vagina sutilmente.

Lo maldigo y gimo enojada al no tener contacto directo.

— No trates de hacerte el inocente, que de eso no tienes absolutamente nada. —me queje.

— Vamos damita..¿Seguirás quejándote o vas a dejar que tu guapo novio te coja de una buena vez? —me penetró y me mordí el labio por instinto para no gemir mientras me agarraba por la cintura.

— ¿Guapo? —me burle de él, no hablando en serio por supuesto, solo quería hacerlo enojar.

Y lo conseguí, me penetró con una fuerza fascinante, no pudiendo parar de gemir por lo bajo. Sentirlo dentro se sentía realmente bien.

Besaba mi cuello mientras me voltea y me carga, lo beso con necesidad y pasión, hinchandole los labios.

— ¿Porque siempre me haces enojar? —susurra entre jadeos y besos, sonrío mientras acaricio su mojado cabello.

Ambos gemimos al mismo tiempo y con la misma intensidad, Tod hacía unos movimientos muy satisfactorios que es difícil describir, son tan lentos pero seguros, apasionados pero con delicadeza de no dañarme...son simplemente perfectos.

— Bueno, adoro hacerte enojar para que me cojas bien du-gimo fuerte ya que siento el orgasmo de Tod llenándome de calides dentro mío y desbordando por nuestro muslos.

Yo no podía más, mí labio estaba por salirme sangre de tanto que lo había mordido para no gemir tan fuerte.

Finalmente yo me desahogue y gemi repetidamente sobre sus labios pero para calmarme un poco me beso y así casi no se escucha. Pero obviamente fue en vano.

Terminamos de ducharnos y salimos de la habitación para cambiarnos, aunque después de hacerlo debía irme a la funeraria.

-Tod -lo llamé mientras bajaba al primer piso.

-¿Que pasa? -me siguió el paso.

-Debo irme para hacer algo, no tardó -fui a la cochera dónde había una bicicleta dentro de la misma.

-No vas a ir y menos cuando estamos en un momento tan critico como esté -Tod me agarró del brazo y me atrajo hacia él.

-Lo entiendo pero es..importante

-¿Al menos quieres decirme adónde vas? -me susurró a escasos centímetros de la boca del otro.

-A la funeraria dónde Alex y yo hablamos con ese tipo..necesito hacerle una pregunta...si en menos de dos horas no regreso, búscame -también susurró y le doy un tierno y lento beso.

Disfrutando por completo el tacto de nuestros labios y los suaves de los mismos tomandonos nuestro tiempo.

-Okey ¿Pero los agentes que nos espían? -preguntó una vez que nos separamos del beso.

-Diles donde esta Alex, es un peligro que se encuentre solo por ya tanto tiempo y mientras lo haces yo me voy -le pedí mientras agarraba la bicicleta.

-¿Solo por eso vamos a delatarlo? -cuestionó Tod.

-Admitelo, tarde o temprano debemos decirles..te lo ruego -le volví a pedir mientras me subía a la bici.

-Bien..espérame -Tod salió de la casa y fue hablar con los agentes.

Destino Final {fanfic +18}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora