ʟᴇᴛ'ꜱ ᴅᴀɴᴄᴇ ||Haikyuu AU||

||30|| La Copa de Japón, parte 2

[CAPÍTULO LARGO]

Luego de un programa corto bastante satisfactorio, las especulaciones y comentarios alrededor del evento no tardaron en aparecer. Después de todo, no todos los días un patinador novato lograba sacar un puntaje tan bueno y mucho menos en unas instancias tan decisivas de la competencia. 

Yamaguchi se encontraba usando con orgullo su uniforme de la selección japonesa de patinaje artístico mientras aprovechaba las horas previas al programa largo para dar un par más de entrevistas y tomarse algunas fotos con fans.

Aunque el sentimiento era aún algo nuevo para él, el joven de pecas no podía evitar sentirse cada vez más cómodo estando rodeado de cámaras y fans. A pesar de resultar un poco abrumador en algunos momentos, el chico sentía que no cambiaría eso por nada del mundo, pues sentía que todo aquello era fruto de todos sus esfuerzos y lágrimas.

Minami-sensei quizás era una de las razones de aquello, pues el hombre rubio siempre se aseguraba de estar al menos dentro de su rango de visión, brindándole a su joven pupilo un sentimiento de acompañamiento que, a su vez, ayudaba a aumentar la confianza del menor. Algo por lo que el chico estaba inmensamente agradecido. 

Por supuesto, sus mejores amigos también contribuían en aquello, pues cada vez que Yamaguchi sentía que se le iba a caer la cara luego de sonreír por largos periodos de tiempo, el joven siempre podía excusarse por momentos y correr a donde Sugawara y los demás, quienes siempre estaban dispuestos a brindar su apoyo incondicional y ayudarlo a distraerse.

El simple hecho de pensar en sus amigos y en la paz mental que le brindaban hizo que el joven fuera consciente del largo rato que había pasado parado frente a las cámaras. Yamaguchi dedicó a su público una sonrisa amistosa y tomó aire antes de hablar.

—Gracias a todos por las palabras bonitas —dijo el patinador luego de otra ronda de fotos y preguntas. Luego de una pequeña reverencia como muestra de agradecimiento, el joven continuó—. Realmente estoy muy agradecido por su apoyo, pero ahora debo volver con mi equipo. Lo lamento. Espero que sigan alentando a mis colegas y a mí durante la ronda de programas largos. 

Las personas a su alrededor no pusieron ninguna resistencia y, luego de asegurarle que estarían allí para él, los presentes dejaron que el joven atleta siguiera con su camino. Parecía ser que entendían que todo aquel alboroto, sumado al hecho de haber hecho un muy buen trabajo en su programa corto, podía llegar a ser abrumador para el joven chico. Y Yamaguchi, nuevamente profundamente agradecido por ello, les dedicó una última reverencia antes de partir del lugar. 

En el gran comedor que había en el estadio, Yamaguchi se encontró con varios rostros familiares. Su entrenador conversaba animadamente con otros entrenadores mientras se tomaba un café; algunos de sus rivales y patinadores de otras categorías también aprovechaban el descanso para comer algo y relajarse en los pocos momentos de quietud en momentos de competencia. “La calma antes de la tormenta” era la frase que Minami-sensei solía utilizar para referirse a esos momentos. 

Luego de buscar con la mirada por unos minutos, el patinador reconoció a algunos de sus amigos que también pasaban el tiempo mientras tomaban un café. El grupo de amigos charlaba animadamente sentados junto a una de las grandes ventanas del lugar, disfrutando del aire fresco que se colaba por allí.

Sin dudarlo, Yamaguchi empezó a dirigirse hacia ellos. El joven de cabello verdoso sonrió de lado cuando vio a Kenma sentado mientras jugaba con una consola portátil, al parecer ignorando la conversación que se llevaba a cabo junto a él. El rubio estaba medio recostado sobre el patinador castaño, usando el brazo de este como almohada. Por su parte, Oikawa hablaba con sus demás amigos mientras evitaba moverse mucho para no molestar al bailarín de cabello rubio junto a él. Era divertido ver cómo había progresado la amistad entre ellos, ambos jóvenes notándose mucho más cómodos de tener verdaderos amigos con los cuales sentirse acompañados.