Dueña De Mis Fantasías (+18)

TRAICIONES

LISA

Después de haber perdido la consciencia por no se cuanto tiempo, Mi vista comienza a enfocar y por instinto alzo mi mano en modo de protección por la luz intensa que siento en el rostro.

Cuando logro ver del todo observo que la luz proviene del sol que está bastante intenso, mi cuerpo se encuentra tirado en un campo de fútbol bastante abandonado. Lo único que se aprecia de sí es su césped seco y el suelo polvoriento.

Trato de levantarme pero mi cuerpo no aguanta mi propio peso, no se cuanto llevo acá ya que mis labios están resecos y al mínimo movimiento que haga se empiezan a agreietar.

A lo lejos veo que se acerca un vehículo que no tiene intenciones de detenerse cuando viene acercándose a mi. Por instinto le ordeno a mi cuerpo moverse y sin saber como a tropezones medio me levanto para lanzarme hacia otro lado.

Yo quitando mi cuerpo y el vehículo pasando a gran velocidad por donde me encontraba.

No puedo negar que estoy asustada...

Mi cuerpo está herido y cansado. Por desgracia dependo de un maldito medicamento y todo mi ser empieza a pasarme factura por la falta de las aspirinas.

Escucho la puerta del vehículo abrirse y la figura que sale de el es nada más y nada menos que el imbécil con el que está casada Sofía.
Aún no sé como demonios se enrollo con un ser tan indeseable como ese.

Se acerca a mi y yo lo que hago es retroceder entre gateo arrastrando mi cuerpo hasta chocar con una pared que supongo es la del camerino. El tipo viene fumandose un cigarrillo y en cada calada deseo con todo mi corazón que se ahogue y se muera, aunque sería estupido porque merece una vida de tortura por lo hijo de puta que es.

Llega hasta a mi y mi vista se encuentra en todos lados menos en él, la verdad no se que se trae pero miedo no le tengo y tampoco me dejo intimidar.

Me observa y se pone de cuclillas frente a mi, tratando de agarrarme un mechon de cabello con el fin de ponerlo detras de mi oreja, cosa que evito apartando mi cara hacía atras.

Me observa por unos segundos antes de terminar su cigarro y echarme el humo el la cara y rompe el silencio.

-¿ahora si le apetece hablar a la cachorrita?

-¡Come mucha mierda!- le digo con las pocas fuerzas que tengo.

-shht shhht, me parece que no has aprendido la lección todavía. - se pone de pie y se soba la barbilla con la mano fingiendo estar pensativo - no quieres hacerme enojar cachorrita...

-¿ O que? ¿Me vas a matar?

Y como si lo que dije pareciera un chiste se suelta a reir por casi un minuto para tomar postura de idiota intimidante.

-La muerte es un regalo que no cualquiera merece... Y creeme que no te daría ese privilegio, acabaría con todo tan rápido que ni gracia tendría.

-Que más tortura que escuchar tus estupideces.

-Sería divertido que vieras como sufre Sofía ante tus ojos.

Ante la mención de Sofía no puedo evitar sentir mi corazón acelerarse, porque aunque me haya hecho lo que hizo lo que menos le deseo es que termine en manos de un maniático.

-Estás emfermo...

-¡Gracias! Me halaga que alguien lo note.- dice con una gran sonrisa como si fuera uno de los mejores cumplidos. - ¿te parece ver a Sofía sin una pierna? O ¿sin brazos? Imaginas la maravillosa imagen que tendríamos de su cara llena de dolor, sería un espectáculo increíble.

Lo dice y sus ojos brillan con ilusión como si fuera un gran plan.

-Y quizás para que las cosas se pongan interesantes le daría sus restos a los perros para que se los devoren frente a ella, ¡Soy un puto genio!

Sonríe con auténtica alegría y empiezo a temerle porque es maniático enfermo que por lo visto es capaz de cualquier atrocidad.

Retrocede y se dirige al vehículo abriendo la puerta trasera, mi corazón se desboca cuando saca de allí a Sofía atada de pies y manos amordazada.