El amor tiene cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. Estas estaciones van rotando conforme avanza la relación, y en cuanto tiempo dure una pareja junta.
Pero si son mejores amigos, ¿cómo se sale del crudo invierno para sentir la dul...
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Todo fue demasiado rápido, claro, hasta el punto actual...
- Yongbok...¿de verdad eres tú?... -
- Sí ChangBin, lo soy - reafirmó, suspirando - déjame curarte, por favor.
- Si Yongbok lo hace, esta bien: Yongbok puede hacer lo que quiera conmigo -
WooYoung desvió la mirada, consternado: si Seo podía decir tales cosas, ¿por qué demostraba lo contrario?
Ambos habían llegado a la dirección dada, topándose con una enorme casa. Felix pagó y se bajó enseguida, corriendo a tocar el timbre y esperar que alguien lo atendiera. Un peliazul abrió la puerta, y lo dejó entrar a los pocos minutos junto a Jung; los guió hasta el segundo piso, en donde descansa Seo.
WooYoung lo amarcó y sacó de aquella casa, mientras Felix agradecía al dueño de esta, por tanta amabilidad con ChangBin.
"Cuídalo, por favor. Y espero ya no verlo llorar tan amargamente como lo vi ayer: que sea lo que lo esté afligiendo, logre solucionarse y darle felicidad" había dicho este muchacho, mientras bajaban al pasillo de recepción de la casa.
¿Así que ChangBin había bebido como loco tan sólo por despecho?
Ahora estaban en casa de este, atendiendo múltiples herídas que descubrieron tras recostarlo en su cama. Christopher, muy amablemente, los había traído junto al borracho, a pesar de todas las ofensas que había soltado este.
Ahora estaba parado en la esquina, observando la situación: parecía que todo había sido sacado de una mala película antigua.
- Yongbok~ -
- ¿Dime? -
- ¿Estás molesto conmigo? -
- En lo absoluto -
- Entonces...¿por qué ya no te me acercas? -
- Porque tu mismo te has alejado de mí -
- No era mi intención Yongbok - ChangBin entre abrio los párpados, aún desorientado - pero no quise lastimarte con mis tontos sentimientos.
- Habías prometido que nos contaríamos las cosas y ayudaríamos en todo -
- Hay cosas como los sentimientos que no pueden ser contados, Yongbok - murmuró de vuelta Seo, estirando la mano y acariciando el rostro ajeno - pero me alegra saber que sigues siendo feliz, Lixxie.
Se le hizo un nudo en la garganta: hace tanto tiempo que no escuchaba ese apodo salir de esos labios...
Asintió y, cuando la última venda estuvo colocada en su lugar, Felix se levantó; abrigó bien a ChangBin y salió de la habitación, cerrando la puerta con ciudado.
