°°Twenty°°

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Errores se corrigen después
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El sol deslumbra por la ventana del pequeño carruaje, los cansados zafiros del azulino tardan en acostumbrarse a la luz natural y no pueden detener su viaje hasta llegar a su pequeño cachorro que descansa profundamente sin soltar la ropa de su madre. El vehículo se mueve conforme los caballos y su curiosidad sobrepasa las barreras haciéndolo sentarse en uno de los asientos para poder observar el campo.

—¿Ma-mami?—

—Aquí estoy mi amor ¿Pasa algo?—

—Soñé que aún estabas en el castillo con el hombre malo—

—Tranquilo mi pequeño, nunca más me ire de tu lado —

¿Valió la pena todo eso que tuvo que soportar para tener a su cachorro tan tranquilo? Lo haría mil veces más si es necesario, lo haría por poder verlo tan tranquilo sobre su regazo.

—¡¿Todo bien ahí atrás?!—

—¡Perfecto!—

Se dió el lujo de sacar la cabeza por la ventana para así poder ver a aquel azabache que había solo madurado un poco sus facciones.

—Es asombroso —

—Lo sé, será un día más de viaje—

—No importa, nuestro bebé aún está descansando—

En ese momento se había dado cuenta de lo mucho que necesitaba decir aquellas palabras, al fin había algo suyo que mencionar entre ellos, ya no había más "necesito irme" "tienes que ser feliz" ahora todo se resumía a "nuestro bebé" "nuestro amor".

El corazón se le había desbordado tras esas palabras y el amor fluía como lágrimas sobre el rostro del pequeño niño, lo bañaba en su completo amor.

El tiempo pasaba y solo se permitía explorar el rostro desconocido de su hijo con los dedos haciéndolo reír múltiples ocasiones, el pequeño creía que estaban jugando pero su madre solo trataba de guardar cada sensación de ellos en el corazón.





—¡Estúpido cocinero!—

Eran los gritos que se habían escuchado durante todo el día en las mazmorras, el alfa rubio fue atrapado mientras despedía al omega rubio junto a sus cachorros y la omega pelirroja embarazada.

—Tu...maldita costurera permitiste que se fueran, todo el reino se volverá loco—

—En realidad solo tú te estás volviendo loco, al reino le importa una mierda si te vuelves a casar —

—Me importa una mierda lo que un cocinero tenga que decir—

—Solo hemos protegido a nuestra familia...usted amenazó a un niño...amenazó a nuestra familia—

—Su pequeña familia de ratas—

—Lamentablemente usted es el poder máximo así que no podemos hacer nada contra la amenaza que hizo en contra nuestro niño —

—¿Su niño? Ni siquiera eras parte de la servidumbre maldita alfa—

—¡Amenazó a ese niño usando a mi omega!—

—¿Eso era una omega? ¡Ja ja ja! Bien vamos a calmarnos... ustedes me dicen a dónde fue mi omega y yo retiro las caballerizas que van tras los suyos—

—¡No! ¡Tú no puedes hacer eso!—

—Soy el príncipe de Inglaterra ¿Crees que puedes hacer algo al respecto?—

—Príncipe sus hijos le buscan—

—Cortarles una pierna a ambos por traición—

El alfa rubio subía despacio hacía la habitación de sus hijos quienes lloraban en brazos de otros dos omegas de la servidumbre.

—¡Papi! ¡Papi! ¡Quiero a mi mamá!—

—Salgan de aquí, yo puedo cuidarlos—

Una vez los omegas estuvieron fuera, Ethan corría a los brazos de su padre mientras el menor lloraba en la gigantesca cama.

—Tranquilos hijos míos, su madre volverá pronto aunque no quisiera decepcionarlos o hacer que lo odien pero están en todo su derecho de saber que se ha ido  con otra familia —

—Mamá dijo que tenía otro bebé, el también debe cuidarlo—

—Ese bebé no es algo bueno, tu madre me engañó para tenerlo—

—El te quería mucho, papi—

—No era así, deben dormir y pronto lo traeré de vuelta —

—Te quiero papi—

—Yo también los quiero, por eso estoy aquí con ustedes—


†***†***†***†    ★    †***†***†***†

Ya extrañaba escribir para ustedes.

¿Qué piensan de todo esto?
Yo ya odio aún más a Louis.

Espero lo hayan disfrutado y trataré de actualizar nuevamente cada semana.

Los amo.

Un pequeño secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora