Capítulo 12

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—¡Steve, Steve!

Dejé de sentir mi cuerpo por un momento mientras veía cómo la patrulla desaparecía de mi vista y se llevaba a Eddie. Tuve que apoyarme del cuerpo de Robin, quien de inmediato se acercó a socorrerme al verme en semejante estado. Mis rodillas llegaron al suelo, donde recosté mi cabeza para gritar con fuerza, expresando con cada grito el dolor que sentía por lo injusta que era la vida con ambos.

—Steve, tranquilo, cálmate por favor —me susurraba Robin mientras acariciaba mi espalda.

—¡Se lo llevaron, Robin! —le grité con las lágrimas empapando mis mejillas—. ¡Y ni siquiera pude protegerlo! ¡No pude hacer nada para que nuestra familia no se desuniera!

—¿No le contaste? —su voz apenas se escuchó por el nudo en su garganta, negué con la cabeza mientras gimoteaba y me abrazaba a su pecho.

—Vecna y la policía interrumpieron, estaba decidido a decirle y no pude —sollocé con fuerza—. No sabe que estoy esperando un bebé suyo y quién sabe cuándo lo vuelva a ver. 

—Descuida, todo estará bien —su voz se quebró mientras acariciaba mi cabello.

—Se va a perder mi embarazo y el nacimiento del bebé. Tenemos que hacer algo, no lo quiero lejos tanto tiempo, no voy a poder solo...

—Llamaré a Wayne —Nancy corrió al teléfono.

—Steve, necesito que te calmes, ¿sí? —Robin limpiaba mis lágrimas mientras yo intentaba recuperar la respiración, pues cada vez me costaba respirar—. Tranquilo, intenta respirar, ¿quieres agua?

Lo único que pude hacer fue asentir, pues las palabras no podían salir de mi boca.

—¡Dustin, necesito agua, ya!

—¡Voy! ¡Voy! ¡Voy! 

—Quédate conmigo, Steve, ni se te ocurra desmayarte —Robin me miraba preocupada—. Respira conmigo, ¿sí? 

—No pue... no puedo, Ro...bin —casi ni podía hablar.

—¡Aquí está el agua! —tomé la botella de la mano de Dustin y la bebí lo poco que mi respiración agitada me permitió—. Calma, amigo, aquí estamos —el pequeño me abrazó y yo me refugié en su pecho para llorar mientras intentaba respirar—. Respira despacio, ¿sí? Anda, inhala por la nariz lentamente —obedecí mientras apretaba su mano—. Exhala por la boca igual —otra vez lo hice—. Muy bien, lo haces bien. De nuevo.

La calidez que Dustin transmitía me dio la calma suficiente para poder estar tranquilo luego de varios segundos respirando lentamente. Cuando estuve completamente bien, me separé de él, quien limpió mis lágrimas con una sonrisa en su rostro.

—Eso es, lo hiciste excelente.

—Gracias... gracias, Dustin.

—¿Ya te sientes bien? —preguntó Nancy acariciando mi espalda, quien se había acercado en cuanto Dustin me trajo el agua.

—Sí, gracias —ella tomó mi mano para ayudarme a levantar—. Debemos ir a defender a Eddie ya, andando.

—¿A dónde creen que van? —el policía que me retuvo en un inicio se colocó bajo el marco de la puerta.

—No le importa —Dustin lo miró enfadado.

—Ni piensen pisar la comisaría, o les irá muy mal, agradezcan que no los arrestamos por ser cómplices de Munson.

—Arréstame entonces —me acerqué a él—. Tengo un lindo bebé en mi interior y no creo que quieras que haga que te encierren porque lastimaste a un embarazado.

I can't feel you | Steddie M-PREGOù les histoires vivent. Découvrez maintenant