Capítulo 4: los pensamientos que recorren mi mente

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Cuando Bakugo se despertó, lo hizo en su habitación. Intentó recordar qué es lo que había pasado, pero forzar su memoria le provocó una jaqueca muy potente. Entonces por la puerta entró su madre con analgésicos, y al verlo despierto suspiró.

Mitsuki: vaya, menos mal que Izuku tenía razón sobre que despertarías en unas cuantas horas.

Bakugo: ... ¿pero de qué hablas, vieja? ¿qué me pasó?

Mitsuki: ... te aventaría un sape, pero Izuku dijo que no debías sufrir más daños en el cerebro o entonces se volvería permanente. En fin, resulta que tu despedida con Izuku fue más una batalla predestinada entre hombres que otra cosa, y al final Izuku te derrotó, te llevó hasta aquí y se marchó.

Esas palabras hicieron que los recuerdos de Bakugo se ordenaran en su cabeza, y se dio cuenta de lo que pasó. Izuku se había ido. Nunca admitiría que lo echaría de menos, ni que fue el único rival digno que tuvo nunca. Pero por aquel entonces una duda le recorría por la cabeza.

Bakugo: ¿por qué siquiera se marchó ese maldito bastardo? -dijo para sí mismo, pero su madre lo escuchó

Mitsuki: según él, dice que quiere buscar su felicidad, y que no quiere depender de la tía Inko para vivir porque entonces no puede ser feliz. Pero dijo que se mantendría en contacto... aunque no dijo exactamente cómo...

Bakugo: ese nerd siempre tan místico... en fin, ¿qué hay de cenar, bruja?

Mitsuki: -con una vena en la frente marcada aguantándose las ganas de golpear a su hijo-

Mientras tanto, Izuku iba caminando hacia quién sabe dónde, mientras en su mente pensaba- espero que lo que le dije a la tía Mitsuki sirva para que a Kacchan no lo golpeen tanto. Aunque tarde o temprano no lo aguantará más y descubrirá que no es verdad jeje-

A su vez, Inko se encontraba revisando el cuarto de Izuku, recordando todos los buenos momentos que pasó junto a su hijo, pensando que todo eso no había sido suficiente, y que había fallado como madre. Hasta que revisando el escritorio de su hijo se encontró con una libreta abierta por una página. La recordaba. Su hijo decía que escribía sus pensamientos en esa libreta, mientras aprovechaba para practicar escribir con un lápiz con su quirk. La página que se mostraba parecía más bien como un poema.


(aquí la canción por si te da hueva solamente leer la letra)

Alzo mi vista hacia el cielo, me libero
Las estrellas me vigilan, mis pupilas miran desde el suelo
Pobre ser humano: un puedo y no quiero
Buscando llenar su vacío con dinero

Somos tan efímeros y nos mantenemos tan rígidos
Corazones tímidos perdiendo duelos
Y mientras la arena se nos escapa entre los dedos
Nos hacemos pasajeros de un viaje hacia nuestros miedos

Mírame a los ojos, luego mira al resto
Del mundo que cubre nuestros gestos
Somos imperfectos desperfectos, en efecto
Intentando seguir rectos en este reino de lo incorrecto

Si medito sobre el infinito, me siento una mota
Una gota en este río de vida que brota
Volando con alas rotas por el universo
Mucho más extenso de lo que jamás serán mis versos

Converso con mi ser caduco sobre mi ego ciego
Si se trata de existir, siempre lo dejo para luego
Quisiera ser fuego y ser etéreo, recorrer hectáreas
No conocer el cementerio si no tierras varias

O ser aire que baila entre mil pieles
Ver desde las nubes amores que suben, bajones que duelen
Ser el agua que se mueve, que da vida y la recibe
Y empaparme en las hojas donde se escribe, ¿me sigues?
(con marcas de lágrimas en esa parte de la letra)

Detente solo un momento y deja que tu corazón
Vuele libre y sin cadenas, sácalo de su prisión
Polvo somos y en polvo nos convertiremos
Vive el momento y cambia ya tu percepción

Somos hijos del caos que se hizo orden
Miles de almas que tienen miedo y se esconden
Tan solo hay algo perenne y es el tiempo
No gastes tu aliento, propaga tu esencia y no tu nombre

¿Qué pasaría si nada de esto hubiera existido?
Somos otra coincidencia en el camino
Un hilo torcido que dio lugar a este planeta
Y yo un niño nacido que dio cobijo a esta libreta y a estas letras

Pero todo es cuestión de azar
No hay destino, no hay guion detrás, ¿por dónde empezar?
Más allá de nuestra existencia hay millones de órbitas
Galaxias recónditas e indómitas

Somos minúsculas partículas sin un lugar que pululan
En la ciudad viendo sin más como todo envejece
Quiero ser eterno como el sol y la luna
Que el tiempo no sea una cuna donde mi vida se mece

Sé que todo perece, pero no lo parece
Le damos importancia a lo que menos la merece
Sin motivo la existencia se ennegrece y al final
Nos damos cuenta de que lo que adoramos desaparece

Detente solo un momento y deja que tu corazón
Vuele libre y sin cadenas, sácalo de su prisión
Polvo somos y en polvo nos convertiremos
Vive el momento y cambia tu percepción

Somos hijos del caos que se hizo orden
Miles de almas que tienen miedo y se esconden
Tan solo hay algo perenne y es el tiempo
No gastes tu aliento, propaga tu esencia y no tu nombre

Todo es insignificante comparado al cosmos
Al final todo será vació y nuestros rostros
Y actos no serán recordados por nadie
Somos solo adornos en este salón de baile

Y es curioso como puras coincidencias
Nos dotaron de existencia y de conciencia
Llámalo demencia, mira, no lo sé
Solo sé que no hay nada que hacer si llega la sentencia

¿De qué sirve tu poder, tu riqueza y tu trono?
¿De qué te sirve tú egoísmo si te quedas solo?
¿De qué nos sirve todo si tan solo somos átomos
Moléculas, células y compuestos de carbono?

Solo me queda mi voz, gritaré de cualquier modo
Que no voy a ser intimidado por ver el final
Porque pienso disfrutar de la belleza de todo
Hasta que se convierta en nada y yo sea un recuerdo mortal

Detente solo un momento y deja que tu corazón
Vuele libre y sin cadenas, sácalo de su prisión
Polvo somos y en polvo nos convertiremos
Vive el momento y cambia tu percepción

Somos hijos del caos que se hizo orden
Miles de almas que tienen miedo y se esconden
Tan solo hay algo perenne y es el tiempo
No gastes tu aliento, propaga tu esencia y no tu nombre

Maldito humano y su egocentrismo
Que se vanagloria y no piensa en la gloria de lo que no sea el mismo
Somos diminutas piezas en este rompecabezas
Ignorantes asomándose al abismo

Y no sé si ahí fuera existe vida o hasta un dios
Pero sé que aquí dentro tengo mi voz
Pertenecientes, por suerte, a un universo sin final establecido
Qué bello es amar a lo desconocido

La forma de pensar de Izuku asombró a su madre, la cual sólo deseó en silencio que su hijo encontrara lo que buscaba algún día.

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(Este capítulo es el que menos me gusta, ya que si quitas la letra de la canción, te das cuenta de que es muy corto. Sin embargo, siento que al menos tiene que existir, ya que me basé mucho en la letra de la canción para la historia, concretamente para la forma de pensar del protagonista. De ahí que este capítulo salga antes de lo que debería. 

Ya saben, cualquier comentario, crítica o sugerencia, puede ir aquí, o en cualquier parte de la historia, en donde decidas escribirlo.

PD: no creo que haga falta decirlo, pero por si acaso, la canción obviamente no es mía. Pertenece a Keyblade, y es un temazo. 6 años después todavía la escucho a día de hoy.

Izuku: del Conocimiento al EntendimientoWhere stories live. Discover now