Capítulo 35: preparándose para la batalla

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Amelia se encontraba actualmente en el Inframundo. ¿La razón? Recibió una invitación de su amiga Cali para entrenar sus habilidades místicas en su reino para cuando llegue el día de la redada. Que sí, que aún quedaban unos días, pero de todas formas cuanto más preparada esté, mejor.

Las personas estaban extrañadas de ver a la heroína por el reino, pero cuando esta fue recibida en el palacio por Kiara se extrañaron más, pues significaba que estaba autorizada por la reina para estar allí. Amelia caminaba siguiendo a Kiara mientras admiraba la decoración.

Amelia: wow, nunca pensé que a Cali le gustaran tanto las flores.

Kiara: ¿verdad? En plan, con lo que le gusta matar y tal, luego están las flores. Y ya ni mencionar las flores rojo sangre y negro oscuridad. Siempre tan emo... Pero así es ella. Y es genial.

Amelia: sí que lo es. Alguien con la fortaleza para cargar con un reino entero creado por ella misma sobre sus hombros. Es muy admirable.

Kiara: pues a mí no me gusta la parte de que tiene que ocultar sus verdaderas emociones y pensamientos de los demás para que los de afuera la tomen enserio. En plan, parece que cuando ven su aspecto y actitud, como que se olvidan por completo de la larga lista de muertes que lleva encima. Ojalá la sociedad pudiera cambiar eso. Pero es imposible desde nuestra posición, por lo que trataremos de que en el Inframundo no piensen así. Es complicado, pero tarde o temprano la reconocerán por todo lo que es, y no por sólo lo que muestra.

Amelia: ... y tú qué?

Kiara: ¿khé?

Amelia: ¿me refiero a qué quieres hacer tú en la vida?

Kiara: oh, bueno, yo quiero ayudar a mi mejor amiga a cumplir el sueño que compartíamos de niñas.

Amelia: pero me refiero, en plan, cuando Cali lo logre, ¿qué harás?

Kiara: ... ¿es necesario saberlo ahora?

Amelia: ¡no! Quiero decir, no exactamente. Es bueno comenzar cuanto antes a investigarlo para saberlo, ya que la vida es corta y eso, pero también puedes simplemente dejarte llevar. Ya sabes, como un río. Preocuparte por ese tipo de cosas cuando llegue el momento. Perdón, realmente debería callarme.

Kiara: en absoluto. No debemos avergonzarnos de nuestra actitud, pues nos hace únicos. Eres curiosa y tienes preguntas, lo entiendo. Simplemente mi pensamiento es demasiado simple como para pensar en ese tipo de cosas. "Cerebro de pájaro". Cali hizo de ese insulto de la escuela un mote de amigas, pero en verdad, se use como se use, tiene razón. ¡Y está bien! No hay ningún problema con ello. Simplemente...

Amelia: ... te trae malos recuerdos.

Kiara: así es. Pero bueno. Cali me dio la opción de olvidar aquellos malos recuerdos, pero lo cierto es que nuestras experiencias nos hacen quienes somos, y eso sería como arrancar la piel por la zona de la cicatriz y luego regenerarla sin dejar marca. No sé, supongo que me gusta ser como soy, incluso si a la gente no lo hace.

Amelia: ya veo... tienes razón. ¡Soy curiosa a mucha honra! -haciendo una pose infantil levantando el puño al aire.

Kiara: ¡y yo soy cabeza hueca a mucha honra! -imitando la pose, para unos segundos después no poder contenerse más la risa. A partir de ahí, el camino hasta el patio de Cali fue con una conversación más amena, hasta que llegaron a un lugar lleno de vegetación, similar a un prado rodeado de un bosque. En el centro se encontraba Cali con los libros de Izuku flotando a su alrededor, aunque temblando un poco, mientras a lo lejos Obyn veía a su reina entrenar su manejo de las artes espirituales.

Izuku: del Conocimiento al EntendimientoWhere stories live. Discover now