Bloemenmarkt

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Oliver

No había tenido agallas para hablar con Malcom por mensaje, así que esperé al día siguiente para ir a la escuela y hablar con él. Me dirigí a mi casillero y lo primero que encontré fue mi carta semanal de Malcom. Y la leí.

Gracias al universo. No estaba enojado, estaba dolido. No es que eso fuera bueno, pero era más fácil de arreglar. Luego tomé un trozo de papel, hice un apunte rápido y lo dejé en su casillero. Ahora solo tenía que esperar a que acabara el día para reunirme con él en nuestro lugar para poder hablar.

Al acabar el día, me despedí de Kat con un beso, y le dije que tenía algo que hacer, que la llamaría luego. Tomé mi mochila y me dirigí a Bloemenmarkt. Probablemente no lo pareciera, pero Malcom amaba las flores, entonces habíamos decidido que siempre que nos reuniéramos sería allí, en el mercado de flores más bello de Amsterdam.

Llegué en mi bicicleta a las 2:17 y esperé una media hora, hasta que llegó Malcom. Estaba sentado junto a un puesto de tulipanes. Eran la flor favorita de Malcom, así que supuse que le gustaría sentarse allí mientras hablábamos.

—Hola — dijo con un tono desanimado

—Hola — respondí — escucha, sé que te debo una explicación.

—No debes explicarme nada, lo entiendo

—Claro que debo explicarte

—Te escucho

—Mira, yo estaba en la fiesta y de la nada ella me besó. No supe que hacer, primero, no quería perder su amistad, y segundo, sabes como son todos en esta ciudad. Me arruinarían la vida si saben que soy gay. No es que no esté orgulloso de ti o que no te ame, solo necesito un poco de tiempo. Tiempo para saber como afrontar al mundo, y te prometo que algún día seremos solo nosotros dos.

—Está bien Oliver, te creo

—Gracias al universo – dije aliviado – ¿caminamos?

—¿Por qué en vez de decir gracias a dios, dices gracias al universo?

—Por mis creencias

—¿Y cuáles son tus creencias?

—Creo que no existe algo o alguien que haya creado todo. Creo que el universo se creó solo sin decidirlo, y es omnipresente y benevolente, pero no es omnipotente, por lo que no es ningún dios. Creo que el universo juzga objetivamente lo bueno que has sido en tu vida, y elige si dejarte descansar o no.

—Wow, eso es... muy diferente a lo que he oído de muchas personas

—¿Tú en qué crees?

—Creo que hay un dios, pero es muy diferente a lo que todos piensan. No te condena por cosas que no eliges, cómo tu sexualidad y ese tipo de cosas...

Y así continuamos hablando de dioses, galaxias, el universo y la existencia durante un par de horas mientras le dábamos la vuelta al mercado. Amaba pasar tiempo con Malcom. Me gustaba ese tipo de personas. Las que tenían claro que querían en la vida, y en lo que creían o no creían. Y otra cosa que me gustaba es que nuestra bucket list se iba completando sin nosotros darnos cuenta. Era como si fuéramos twin flames. Se lo mencioné a Malcom. Era un término que habíamos descubierto juntos hace poco. Se trata de dos almas, que están destinadas a estar juntas. Puede tomar tiempo, y muchos obstáculos, pero nada puede mantenerlas separadas.

Esta historia no nos perteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora