Capítulo O9

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Ese rostro redondo era aún más bello de cerca, estando a tan poca distancia. Por segunda vez, Jimin tuvo la oportunidad de apreciar sus pecas color caramelo suave, las manchitas de sol en su nariz, el brillo radiante de su piel, y por encima de ello sus labios rosados. Una tentación tallada por el mismo cupido.

─Un chef ha de probar muchos sabores en su vida, pero, para mí, tus labios han sido lo más adictivo que pude saborear hasta ahora.

Mencionó Jimin, embriagado con tan magnífica visión. El omega, mirando directo a sus ojos, logró ver que el alfa en verdad carecía de alguien a quien amar. El cariño que no pudo dar parecía ser inmenso, sus orbes cafés reflejaban la necesidad de adorar y ser adorado por igual. El pelirrubio también era consciente de la fascinación creciente dentro de él, JungKook le fascinaba.

─Contigo soy un comensal probando un gran plato por primera vez, me pregunto si debería probarte despacio, o devorarte sin pensarlo─. Habló JungKook, paseando su mirada en el rostro ajeno─. Dudo, preguntándome si es bueno querer más o es mejor esperar, sufro sintiendo que es algo incorrecto─. Suspiró─. Aún así, tengo hambre, sigo con hambre de ese plato, y haga lo que haga no puedo detenerme.

─No tenemos que detenernos, solo disfrutemos de este extraño y adictivo sabor que descubrimos─. Sonrió el alfa.

Jimin aprovechó la cercanía en la que se encontraban y cargó a JungKook en sus brazos. Bajando con él hacia donde estaba preparada la cena.

Tal como la noche anterior, alfa y omega chocaron sus copas de vino tinto, entregados a su destino.



★ ★ ★ ★




─No lo sé, Hoseok, él se porta extraño conmigo, nunca fue así─. Taehyung acomodó su cabello hacia atrás con histeria.

Le costaba comprender el cambio radical en su amado esposo. Con la pelea por teléfono y las historias del gerente no se sentía tranquilo. Si de él dependiera cancelaba todo y volvía, pero Hoseok le insistía en esperar un poco más.

─¿Llamaste a NamJoon? Digo, según JungKook él lo envió, entonces debe saber─. Esas palabras encendieron una alarma en Kim.

El omega castaño claro tenía razón, ¿quién más sabría sino NamJoon? No perdía nada con molestarlo unos minutos.

Tomó el teléfono y marcó, esperando oír una contestación del otro lado.

─¿Hola?

─Hyung, soy Tae ¿podemos hablar? ─. Lanzó.

En ese instante NamJoon pudo adivinar, haciéndose una idea de las intenciones del menor.

─Sí, que sea rápido, Beomgyu y yo acompañaremos a ZhangYu al hospital─. Contestó.

El pretexto era cierto, Beomgyu preparaba el auto mientras NamJoon buscaba la carpeta con los exámenes médicos del alfa menor. Su pierna estaba peor que la última vez, al parecer podría necesitar algo más drástico.

─Oh, ¿qué le sucedió a Yu Hyung?─. En él fondo, mentiroso y todo seguía siendo buena persona.

La pierna, necesitará un yeso. Ahora dime, ¿en qué puedo ayudarte?

Forma sutil de decir "Apresurate que no tengo todo el día para tus pendejadas".

─Llamé a casa pero Kook no me contesta, solo estoy preocupado, entró en celo hace unos días. ¿Sabes como está?

Tae no podía ser obvio, por supuesto que debía lograr que le contara por sí mismo.

─Sí, él está bien, en este momento me informó que la cena con el gerente de Busan está en orden.

El alfa menor respiró aliviado del otro lado, todo era cierto según NamJoon. Quien no pudo evitar caer en la tentación y añadir algunos detalles.

─Dijo que todo va muy bien, el gerente es joven, está encantado con JungKook, mejor no lo esperes despierto, dudo que llegue a casa temprano.

Escupió reteniendo la tensión en sus cuerdas vocales. Un incómodo silencio se hizo presente, la respiración de Taehyung pesó como un yunque.

─Ya, gracias.

Respondió en seco y colgó. Dejando el teléfono sobre la cama. Creyó que estaría tranquilo, pero esa llamada le puso los nervios de punta, ¿con qué encantado? ¿Joven? El alfa pelinegro soltó un gruñido. Sabía muy bien que merecía toda esa frustración, pero a nadie le gusta recibir una cucharada de su propia medicina.



★ ★ ★ ★



Si alguien desconocido los viera, no creería que Jimin y JungKook eran corazones despechados buscando un consuelo, se veían como una pareja llena de planes y un sexy romance.

Tras la cena decidieron entrar al camarote, Jimin le mostró una ventana mediana que cuando se abría mostraba el cielo estrellado. Debido a que el yate no era tan grande en realidad, podían tener esos lujos, igual que las ventanas más pequeñas a los lados.

─La noche es hermosa─. Mencionó JungKook, recostado en la cama.

El alfa asintió con un pequeño "ujum". Observando el tenue brillo de la luna contrastar con la pálida piel. Volvió la vista en la misma dirección que el omega, es decir, hacia arriba con el cielo estrellado.

Lento, su mano tocó la contraria, deslizándose por la palma desnuda hasta los dedos, para entrelazarse con ellos al final. Una descarga eléctrica estremeció sus cuerpos, tan placentera.

─¿Puedo contarte algo? ─. Pidió Jimin.

─Claro, te escucharé ─. JungKook miró sus manos unidas y levantó el rostro hacía el alfa.

─Nunca he hablado de esto con nadie─. Inicio nervioso─. Mi matrimonio con Hoseok es una farsa. Nunca hubo sentimientos, al menos no de su parte.

JungKook se sorprendió por esta confesión, acomodó el cuerpo de perfil, para observar mejor al contrario quien replicó su posición. Sin romper la unión de sus extremidades, se miraron atónitos.

─¿Los obligaron a casarse? ─. Preguntó.

─Yo amaba a Hoseok cuando teníamos veinte, pero él se casó conmigo mientras amaba a alguien más.











Infidelidad  𖤐  jikookWhere stories live. Discover now