Te quiero Celia.

Capitulo 4: Que se repita.

Un mes después de entrar a la escuela ya tenía bastantes amigos, algo que no tenia en la otra escuela.

Pero sin olvidar a mi queridísimo Edan, mi primer amigo, a fuerzas, pero es mi amigo.

Ya le falta poco para no tener gastos, unas mil quinientas libras, pero ya es menos que antes.

Estaba en una pijama extra corta cuando abro la puerta del departamento.

-Celia tienes... -ve mi pijama y levanta la mirada sonrojado -mejor no.. -se va, dejándome hablar sola, este chico se sonroja más que yo cuando hablo en público.

Voy detrás de él, tocó su puerta y me ve con mala cara.

-Déjame en paz Celia -dice mientras se tapa los ojos.

-Eres tan penoso, ya ni yo que soy así me comportó como tú, tienes veinte -pongo mis manos en mi cintura.

-Lo se, pero ya déjame en paz, esas pijamas son muy cortas -veo mi pijama, que si me doy vuelta se me ven un poquito las nalgas.

-Tengo nalgas bonitas -se sonroja más, me doy la vuelta para que vea que es cierto pero me cierra la puerta.

-¡Grosero!

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Edan Pov.

Dios mío, que pena con ella..

Tengo nalgas bonitas.

Que bueno que le cerré la puerta.

-¡Edan! -mi hermana me grita -¡tengo hambre! ¿Qué comeremos?

-Arroz de ayer y un poco de carne que sobró.

-¡Pero hay mucha carne! -se queja ella.

-Es para papá y mamá, sabes cómo se ponen cuando no hay comida -la cargo.

-Te van a pegar si nos comemos la comida -hace carita triste y asiento "triste" -hago la comida y luego te ayudo en la tarea, háblale a Clarisa y para que me ayude.

-También a Celia, ¡porfis! -niego.

-Apenas si ajusta la comida para nosotros, solo nosotros comemos, ve por Clarisa mejor, y después las ayudo en sus tareas.

Aunque no sepa nada del colegio las ayudo. Me salí de la escuela muy joven solo para cuidarlas a ellas...

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Celia pov.

-¡Edan es pésimo para hacer tarea! -se queja Clarisa conmigo -casi me regañan por no hacer los ejercicios de matemáticas bien.

-¿En serio? -ella asiente, veo las hojas anteriores de matemáticas y están muy mal hechas -ya veo, pero yo te ayudo.

Cuando ellas se van, y él viene conmigo.

-En vez de enseñarles a ellas, te voy a enseñar a ti, ¿¡Cómo es posible que no sepas nada!? -pongo mis manos en mi cintura y pasa una mano por su cara rápido.

-No me alces la voz, no soy un tonto -se cruza de brazos ceñudo.

-No sabes hacer fracciones, lo más fácil, a ver, dime las tablas de multiplicar -duda -eso te lo enseñan en primaria Edan.

-Se me olvidaron ¿okey? se hacer buenas sumas sin calculadora, se leer.. -lo interrumpo como siempre.

-No es suficiente, ocupas saber matemáticas, mínimo para que no se equivoquen tus hermanas o no las regañen, Clarisa tiene puros sietes en fracciones y divisiones.