7. Baile de Graduación (junio)

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Eran las 8:00 pm y James aún no llegaba al gimnasio de la escuela donde sería el baile de graduación. Betty lo estaba esperando y mientras su novio llegaba, ella aprovechaba para estar con sus amigos.

James entró por las puertas que lo llevarían a ver la hermosa decoración del baile. Había luces, globos y telas de colores fríos, el morado y el azul era el color predominante. El escenario que habían puesto al fondo del gimnasio tenía unas sillas y también se encontraban las coronas del rey y reina de graduación.

El chico pocas veces se había vestido tan formal, el traje que estaba usando se lo dio su padre hace unos años y de suerte aún le quedaba. Él se sentía un poco incómodo con la cantidad de gente que había dentro de un mismo espacio, pero se recordaba a sí mismo el motivo por el que fue: Betty.

La buscó por todos lados hasta que la vio en una esquina con Inez, su amiga chismosa a la que quería mucho. James se acercó a ellas y no duró mucho antes de que Inez los dejara solos.

—Te ves muy, muy hermosa, lo digo enserio y perdón por llegar tarde, no estaba en mis planes que mis padres se separaran y él se llevara el auto, ¿sabes? —dijo James con una sonrisa.

¿Por qué fingía? Él no lo podía entender, esa sonrisa no era real y lo sabía. ¿Cómo podría reír ante el hecho de que todo a su alrededor era una completa y total mierda? James decidía no mostrar sus sentimientos de ira así que los escondía, lo que lo llevaba a mentir.

Merci, este es el vestido que compré con Inez porque...

—Porque no te acompañé ese día —interrumpió.

—No, porque estábamos en la plaza, lo vi y no pude esperar más a comprarlo. Es lindo.

Betty, quien tenía el cabello suelto y decorado con unas mini estrellas, dio una vuelta mostrando su bello vestido verde claro que le llegaba un poco debajo de las rodillas.

—Te digo que te ves preciosa —repitió el chico, agarró de la cintura a Betty y la jaló hasta su lado para poder besarla—. Je t'aime.

—Tengo una mejor: tu t'adaptes à mes poèmes comme une rime parfaite et pour la première fois, j'ai quelque chose à perdre.

—No puedes decir algo como eso sin darme el significado —se quejó James y Betty le robó un beso.

—Quiere decir: te adaptas a mis poemas como una rima perfecta y por primera vez tengo algo que perder.

—¡Ah! Sé de qué es eso, Taylor Swift —dijeron el nombre de la cantante al unísono y rieron.

Mientras todo eso sucedía, una chica con tacones altos y de cabello rojizo entraba al baile con emoción y buscando algo, o tal vez, a alguien.

Augustine tenía puesto un vestido plateado brilloso que dejaba caer la tela hasta el suelo y la parte de arriba se asemejaba a un corsé. Su cabello estaba suelto y ondulado, tenía una gargantilla de joyería igual plateada y unos aretes que le combinaban a la perfección.

Su amiga Ivy era su primera acompañante ya que el segundo se acababa de integrar al grupo de las dos chicas y ese era Joe, el rubio con el que iba al club. Los tres parecían sacados de una revista, se veían muy bien todos juntos, todas unas celebridades sin necesariamente serlo.

August saludaba a cada persona que reconocía dentro de la fiesta. Al ser muy popular era de esperarse, bastantes personas la reconocían, aunque no todas, no llegaba al nivel de los dioses de la preparatoria.

La música estaba a todo volumen y la mesa de postres estaba a reventar, quizá tuvieron que haber comprado más comida porque en unos minutos seguramente se terminaría todo. Sin embargo, la mesa con las bebidas estaba casi vacía por lo que se fueron a servir unos vasos con ponche.

Just A Summer ThingWhere stories live. Discover now