· · ─────── ·本· ─────── · ·
'' Yo sé que dentro de ti, todavía sigue existiendo ese niño que me gritaba por todo... Porfavor, vuelve a ser el mismo
🌊~Je t'attendrai aussi longtemps que je devrai attendre que tu m'aimes vraiment~🌊
· · ─────── ·本· ─...
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- sabes que no puedes seguirme - Murmuró mientras caminaba hacia la sala de imperiales
Lo miro con desprecio mientras seguí caminando - Me da asco hablar contigo - saco su espejo para acomodarse el cabello
- A mi también me da asco hablar contigo, sabes que nunca me agradaste - dijo mientras seguía caminando
- ya me harte de seguir fingiendo que somos como "los mejores amigos" - hizo un seña con sus manos - al único que aguanto en tu familia es a Damián, el único normal en esa casa
- Normal y tonto igual que tú
La chica se indignó para volver a hablar - por si no sabes, soy inteligente en Francia
- no estamos en Francia Amelia y aquí, eres un tonta que solo tiene una carita bonita - le agarro la barbilla
Saco las manos del chico de sus barbilla con fuerza - que tu seas un malhumorado no es mi culpa, yo intenté cambiarte pero parece que no se puede - frotó su frente con su mano
- Todo hubiera sido normal si tan solo mi padre no hubiera hecho negocio con el tuyo - Demetrius dirigió su mirada a la chica
- Esos negocios no deberían existir, por culpa de eso debo ser tu amiga y tuve que pasar toda mi infancia al lado tuyo, sin tener amigos
Se quedó callado - pero ahora tienes muchos, nadie te lo impide
- pero no es lo mismo
Llegaron a la sala de imperiales, estaba con guardias afuera registrando las mochilas de los estudiantes por precaución. Muchos de ellos estaban fascinados por aquellos "amigos", les gustaba su interacción y atraían muchas vistas.
Demetrius le dio la mochila de la chica pues la estaba cargando. Amelia abrió su mochila y saco un bento pequeño, se lo dio en la mano y murmuró algo que nadie había escuchado. Todos estaban atentos a sus acciones lo cual incomodaba a los dos adolescentes
Se enojo al ver que había muchas personas y cambio un poco el tono de su voz - Vete a tu habitación, no es necesario que me esperes - le agarro la mano y le dio un pequeño beso
Amelia también se dio cuenta de lo que estaba haciendo y le siguió la corriente - Claro, te veo mañana - sonrió con un sonrojo en sus mejillas
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