♡ Me Salvaste [KookTae] ♡

💙 06 💙

Después de bajar a la planta baja seguido de taehyung, jungkook tomó el teléfono para llamar y pedir la cena una ves completada esta tarea colgó y se giro para observar a taehyung que ahora se encontraba cureoseando por el lugar. Estaba observando la cocina, después regreso a la sala de estar en donde se encontraba una estantería con libros se hacerco y observo estos la mayoría eran de medicina y otros eran novelas.

-Son algo aburridos.

-Encerio.

-Bueno cuando ya lo se casi de memoria volverlos a leer es aburrido.

-No te gusta leer otras cosas.

-Solo un poco...quieres ver una película.

-Si, me encantaría.

-Bien que te gustaría ver-dijo tomando el control remoto de la mesa de café y encendiendo el televisor.

-Mmm lo que tu quieras.

-Bien....mmm por cierto por que no te has cambiado.

-he...b-bueno jimin me presto ropa, pero toda es algo incómoda para dormir.

-Ya veo ven sígueme te prestare de mi ropa.

-Que, no, ya es suficiente con que me tengas viviendo en tu casa.

-Vamos taehyung lo hago por que quiero así que ven.

-B-bueno.

Jungkook y taehyung subieron a la habitación del primero mencionado, el azabache busco en tre su closet algo que no le quedará tan grande al pequeño rubio, entre todo encontró un pantalón de chándal negro y una sudadera del mismo color.

-Anda ve a tu habitación a cambiarte, yo estaré abajo- taehyung dio un lento asentimiento con su cabeza y se fue a su habitación, jungkook se dirigió a la planta baja.

Taehyung entró a la habitación y dejo la ropa de jungkook sobre la cama la obserbo unos segundo antes de sonreír, se quitó la camisa que llevaba y se coloco la sudadera tomó con sus manos cubiertas con las mandangas tomo la parte del cuello y lo alfateo le gustaba como olía a jungkook, las mangas al estar demaciado grandes se aremango estas para tener sus manitas descubiertas, se quito el pantalón de mezclilla y tomó el pantalón de jungkook, este le quedaba demaciado grande de la cadera, sin mas remedio con sus manos en la cadera sosteniendo el pantalón salió de la habitación, y bajo las escaleras.

Al estar en el último escalón jungkook se le quedó viendo fijamente le dio mucha ternura ver como los pantalones le quedaban muy grandes al igual que la sudadera, se acercó un poco al pequeño rubio y con sus manos trató de alsar el borde de la sudadera pero taehyung tomó sus mano no queriendo que lo tocara.

-Tranquilo pequeño, no voy a lastimarte- tae soltó sus manos y dejó que siguiera, jungkook tomó un lado de la sinta que estaba en la cinturilla del pantalón de chándal lo halo un poco y luego hizo un moño, así ajustando el pantalón a la cadera de tae para evitar que se le callera después tomó las pequeñas manitas del rubio y doblo las mangas para que no le estorbara al comer.

-Listo, ves todo bien- jungkook sonrió y taehyung bajo su cabeza sintiéndose mal.

-Lo siento.

-Por qué te disculpas taehyungie.

-Por desconfiar.

-No tienes que disculparte, se por lo que has pasado y es entendible que desconfíes- el azabache tomó las pequeñas manitas de tae y las acaricio sintiendo su suave y delicada piel acanela, el verlo asustado y desconfiado no le gustaba era un lindo angélito que no debió de haber pasado por cosas tan horrendas
-Quiero que sepas que no tienes por qué tenerme miedo o desconfianza, ten por seguro que jamas haría algo que te hiciera daño pequeño, confía en mi si- dejo un pequeño beso el el dorso de las manos, el pequeño rubio se sonrojo y asientio se miraron a los ojos unos segundo.

El sonido del llamado a la puerta los saco de su pequeña burbuja taehyung bajo el último escalón con una de sus manos siendo tomada todavía por jungkook los dos se dirigieron a la puerta, al abrirla estaba el repartidor, jungkook soltó la manita de taehyung y tomó la caja de pizza se las tendió a taehyung y este muy feliz las tomo, el azabache pago para después ir con el rubio.

Habían disfrutado de su compañía y de la deliciosa pizza, jungkook se sentía complacido le gusta mucho el estar acompañado no siempre estaba en su departamento ya que su trabajo demandaba mucho tiempo y requiera que en ocasiones pasar la noche en el hospital, había ocasiones en las que no iva al departamento en dos o tres días, y ahora con el pequeño rubio a su lado le encantaba, estaban viendo una película de comedia y la risa de taehyung le encanta era como escuchar la risa de un ángel y su voz que decir de su voz era hermosa una completa melodía y verlo feliz hacia que su corazón lateral desbocado, además de lo lindo y adorable que era taehyung era un chico muy hermoso que no podía dejar de mirar y a admirar.

Taehyung por su parte estaba muy feliz hacia mucho que no comía pizza, que no veía una película y que sobre todo no estaba en compañía de alguien que no lo maltratara o le gritara, además de que con jungkook se sentía en paz, sentía una tranquilidad inigualable, se sentía como si estuviera en su hogar pero el sabía que eso duraría poco ya que no podía estar invadiendo el espacio de su doctor por mucho tiempo y debía encontrar una lugar en donde vivir.

Pero después se preocuparía por ello por el momento disfrutaría de lo que estaba viviendo, se sentía en paz con el hombre a su lado.

Después de unas horas más jungkook sintió un peso sobre su hombro derecho, observo que taehyung se había quedado dormido y comprobó por quien sabe cuantas veces en el día que aquel chico era simplemente hermoso y que quería protegerlo de todo, que quería velar por su seguridad y sobre todo quería darle mucho cariño que seguramente no le fue brindado en esos años que paso con su esposo.

Lo admiro por unos minutos detallando sus facciones, viendo esas largas pestañas, esos adorables lunares en su naris, debajo ojo y debajo su labio inferior, esos lindos labios rosados, su piel suave canela y su olor a vainilla todo de el chico era maravilloso y hermoso.

Desidido cargo a taehyung asía su habitación, lo coloco delicadamente en la cama y lo arropó con las sábanas el rostro del menor demostraba paz y tranquilidad, después de unos segundos de estar acostado taehyung tanteo con su mano en la cama jungkook le ofreció una almohada que no dudo en abrazar, el azabache sonrió enternecido y le dio un delicado beso en la frente para salir de la habitación y dirigirse a la suya para descansar.