44- S.G

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Quería ayudarle a Carla olvidarse de problemas con sus padres, pero cada vez que trataba hacerlo me salía mal.

Ella evitaba hablar sobre ellos y yo solamente quería hacerla feliz.

Hoy llevaba todo el día en mi oficina trabajando y me sorprendí al verla entrar en mi oficina.

-Vine para darte una sorpresa y también, para llevarte a la casa – decía al estar acercándose lentamente

-Joder, tengo mucho trabajo.

- ¿Seguro?

-Sí, mañana temprano tenemos una reunión muy importante.

Ella hace una mueca de desagrado, pero luego sonríe.

Sienta sobre mi escritor y cruza las piernas.

¿Me parece o me está provocando?

-Ven conmigo, Samuel.

- ¿A dónde? ¿No has entendido que tengo mucho trabajo?

-Tengo un reto para ti.

- ¿Cuál?

Ella pasa con sus manos sobre mi mejilla y sonríe sensualmente.

-A que no te atreves hacerlo en el ascensor – susurra con voz profunda

Estaba loca, completamente.

- ¿Qué?

-Lo oíste bien.

-Lo siento mucho, pero tengo demasiado...

De repente toma mi mano poniéndola debajo de su falda, haciéndome quedar totalmente sorprendido y enloquecido al darme cuenta de que no llevaba las bragas.

-Mierda...

- ¿Qué?

- ¿Por qué coño viniste hasta acá sin tus bragas?

-Por ti.

-Mira, está bien, tú ganas... vámonos a la casa y luego voy a terminar con el trabajo.

Los dos salimos de mi oficina y entramos en el ascensor.

- ¿Y tu reto? – decía

- ¿Qué?

- ¿Tienes miedo de hacerlo en ascensor? – susurra con una sonrisa

Estaba muy calmado, pero de pronto la tomaba por la cintura y empiezo besarla locamente en labios hasta sentir la pasión que ella siempre despertó en mí, cada vez que la besaba allí seguía la pasión y se hacía más y más grande cada día.

Yo quitaba mi camiseta y la besaba de nuevo, sentía sus manos desabrochar botones de mis pantalones.

Mierda.

Me vuelve loco, joder.

Estaba en mi bóxer mientras veía como ella quitaba su falda y la camiseta.

Los dos nos sonreímos mientras nos unimos en muchos besos más, sintiendo como nuestros cuerpos estaban de cerca, como en un fuego.

Ella rodea piernas sobre mi cuerpo mientras yo bajaba un poco mi bóxer para poder entrar en ella, estábamos realmente follando en aquel ascensor sin importarnos nada, lo único que podía oírse es un eco.

Nuestros cuerpos encajan perfectamente, era naturaleza.

-Te amo, Carla – susurré en su oído mientras seguía follándola

Sus manos pasan por mi espalda, luego sobre mi cuello y entonces ella me sonríe...

-Te amo, Samuel.

Someone You Loved - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora