CAPITULO 24

12.7K 599 353
                                    

Holaa

Ya estoy por aquí otra vez con mis mierdas, jajjajja

Es larguejo.

Os aviso.

Poneros musiquita sad si queréis ambientarlo.

Las de Tate McRae son>>>>

Disfrutar

---------------------------------------------------

*Hudson*

Llevaba toda la tarde con Brooke entre mis brazos.

Desde que nos habíamos sentado aquí.

Nunca pensé que me costaría tanto algo.

Me costo bastante aceptar lo que hice, hace unos años.

Pero esto...

No sabia que querer a otra persona te hiciera este daño.

Nunca me había pasado esto, enserio, nunca.

Y he tenido unas cuantas parejas a lo largo de mi vida, pero con ninguna he sentido lo que llevo sintiendo con Brooke estos últimos meses.

Antes de ella, habían venido un montón de chicas de vigilancia, y en ningún momento, se me paso por la cabeza imaginarme con alguna de ellas.

Nunca me acerque a nadie.

Llevaba aquí tres años, y con la única persona con la que había abierto una parte de mi -muy pequeña- había sido Bill, y aunque me cueste admitirlo, es el único amigo de verdad, que he tenido en toda mi vida.

Tiene un humor pésimo, lo confirmo, pero también es una de las mejores personas que he conocido.

¿Está loca? Pues sí, pero no mucho más que yo.

Solo que él lo expresa, así es su personalidad.

Algunas veces es un poco coñazo, y te puedes cabrear con él, pero el no lo hace a malas.

Dice lo que piensa, bueno lo que pensamos todos, solo que el lo dice y yo nosotros nos lo guardamos.

Y eso, precisamente me paso con Brooke.

Me aviso, me aviso mil veces, de lo que me estaba pasando, y no caí.

Porque nunca pensé que le interesaría a una chica como Brooke.

Borde, amable a veces, inteligente – aunque no lo fuera mucho al entrar a mi habitación-, sarcástica, empática, guapa...

Y me podría tirar aquí toda la vida diciendo lo perfecta que es.

Y por eso mismo me odio.

Yo soy un tío borde, amargado, al que no le gustaba hablar, ni el contacto físico.

Y mira ahora.

Lo que daría por estar abrazado a Brooke durante toda la vida.

Es supero ñoño lo que estoy diciendo, lo sé.

Y me doy asco por pensarlo, porque nunca había sido así.

O eso me habían hecho creer.

No podía dejar de pensar.

En el daño que le había hecho.

Fui un imbécil, al pensar que... no se... que podríamos tener algo.

Porque me gusta, me gusta mucho.

Pero qué más da.

Porque, aunque ella me quiera -o eso me ha dicho- no quiero que lo haga.

SENTIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora