CAPITULO 27

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Holaa, ya estoy de vuelta

Ayer no dije nada, se me olvido, pero bueno.

Os aviso que el capitulo es baaastante largo.

Pero espero que no se os haga muy eterno.

Lo podría haber partido en dos, pero no soy tan mala, jajajja.

Venga, disfrutar

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-Hola- la puerta de mi habitación se abrió.

Me incorpore en la silla del escritorio.

La voz no era la de Kay.

Me asome.

Me sorprendió verlo ahí.

Lo primero: ¿qué hacía aquí?

Lo segundo: Llama antes de entrar hijo mío.

-Hola- le dije poniéndome de pie.

Menos mal que estoy decente.

Me llegas a pillar con una mascarilla y con mi sudadera de las gemelas del resplandor y te asustas.

Se acerco a mí.

Llevaba unos documentos en la mano.

-Perdona por no llamar-

-Lo único que hubiera pasado es que...- empecé a decir sarcásticamente.

Pero me di cuenta de que él no lo entiende, así que me callé.

-¿Que?-

-Nada- le quite importancia.

-Bueno dime- le invite a que me dijera el por qué, de estar en mi habitación, un miércoles a las 3 de la tarde.

-Me han dicho lo del máster- dijo Aaron

-¿Por qué?-

No entendía por qué él lo tenía que saber. Me ha estado ayudando, pero no mucho más.

-Te ayude a que te colocaras de las primeras en las candidaturas del master-

Ahhh

Pues tal vez si debiese de saberlo.

-Ahh gracias, no lo sabía-

-Ya, intenté que no lo supiera nadie, le estuve hablando a mi jefe sobre ti, de tus buenas calificaciones y de tu corta edad con la que terminaste la universidad-

Me reí

-Muchas gracias-

-No me las tienes que dar, ya sabes que me caes muy bien-

Y él también me caía bien.

-Tienes estos papeles, los deberías de firmar para entrar, mi jefe me los ha dado a mí, como estuve hace un par de días en New York-

-De verdad Aaron, gracias-

-No hay de que, ya sabes que lo haría más veces-

Me cedió los documentos y les empecé a echar una ojeada por encima

-Vas a ir, ¿verdad? -

Aun no lo sabía.

Porque no sabia si irme este año, o esperarme y volver a echar la oportunidad el año que viene, aunque me extrañara que me cogieran.

Porque la idea de irme a un sitio sola, sin nadie, no es que me haga mucha gracia.

Antes era por el dinero y todo lo que suponía estar allí viviendo, pero ahora creo que no era solo el dinero, sino dejar a todos aquí.

SENTIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora