• Resignación •

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Angelo poseía internamente una gran cantidad de furia que racionalmente no la podía controlar mientras se encontraba en su cuarto acostado, y aunque tenía algunos pendientes, no podía omitir el pensamiento de incertidumbre de lo que le deparará el destino.
Le había escrito un mensaje a su novia, ella, con solo ver que necesitaba decirle una noticia, fue velozmente a su casa, debido a que no se le escapa ningún detalle de la vida de los demás.

-Ey Bebecito, ¿Qué es eso tan importante que no me pudiste decir por teléfono? -pregunta curiosa Juliana mientras atravesaba el umbral de la puerta de su cuarto.

-Amor, mi papá enloqueció. Me quiere mandar a un colegio público.

-¿ESTATAL? ¿whats? ¡explain to me now!¿Pero qué le pasa a mi suegris? Si en nuestro instituto tenemos de todo, y además podemos estar juntos allí -balbucea con expresiones faciales de confusión.

-Lo sé. Pero se le ocurrió esta tonta idea solo porque me enfadé cuando un niño mugroso me quiso abrazar. Es un total exagerado.

- ¿Whats? ¿Solo por eso?-responde ella sin poder comprender como Augusto tomó una decisión tan drástica.

-De todas formas tiene un poco de razón, antes del evento superaba los 15 mil followers en instagram, y después de ese estúpido acontecimiento perdí como 2k.

-Lo entiendo bebé, pero como te digo, tus padres son muy exigentes con vos, no te dejan ser libres. You need air.

-Es un precio que debo pagar por ser hijo de un político. Reglas y "perfección" no deben faltar.

-Parece como si fueras de la realeza.

-En fin, es una decisión que difícilmente deserte.

-Mejor dime ¿qué quieres hacer? Vamos a tratar de olvidarnos de este mal momento-sugiere con una sonrisa para animarlo.

-La verdad no tengo ganas de hacer nada.

-¿Cómo que no? Podemos mirar una película en tu cine privado, y comer pochoclos mientras nos sacamos muchas selfies para subir a nuestras redes, hay un hastag que es tendencia y no lo hicimos. Aunque también podemos ir a la red party en la house de Jack.

-Definitivamente no quiero salir. La película creo que está bien.

--Ay bombón no quiero que estés triste. Entiendo que debe ser difícil pero...¡Ay por cierto! debes tratar de no ir a los baños, porque puedes contraer sarna.

-Te dije que no quiero tocar más el tema-responde Angelo contundente.

-Lo siento, mejor dame un beso-Comenta con una expresión facial asociada con la necesidad.

°°°

Luego de la película, ambos se dirigen a la sala para buscar más comida, mientras en ese momento Angelo ve a su madre, y sin dudarlo la enfrenta.

-Papá enloqueció, me quiere llevar a una escuelucha del Estado.

Y tras ver el silencio incómodo que se presenta entre ambos, él vuelve a pronunciar palabras:

-¿Vos lo sabías? Ah bue, aquí el único que no está enterado es el cordero que será sacrificado.

-Tampoco nos gusta la idea, pero hablando con tu padre creemos que es lo mejor. Solo serán unos meses. Vos podés cariño-son las palabras de motivación que salen de los labios de Mirtha.

-Claro que podrá. Es nuestro descendiente. No puede fallar con esta simple tarea-responde su padre que se presenta luego de estar escuchándolos.

-Ay suegris, todo bien, pero me voy a poner triste no verlo más a mi Angelo en la school. Él es mi motor-susurra Juliana.

-Tranquila, que vos vivís más acá que en la escuela, te podría considerar más dueña que nosotros. ¡Ánimos! seguirá siendo tu motor-expresa Augusto un poco risueño.

-Bueno está bien, pero porfa que vuelva el próximo año eh. Necesitamos ir juntos al viaje de egresados, nuestro fin de curso, nuestra promoción. Ya tengo mi vestido, es hermosísimo, a mi papi le costó solo 2000 dólares para que luzca radiante esa noche.

-Si quieren terminar juntos, convencele a tu novio que no haga tantas tonterías.

Pero ella solo se ríe tras el nerviosismo del comentario.

La política del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora