Smooth criminal (Rindou Haitani x t/n)

•-capitulo 1-•

-•El comienzo de la venganza •-

Narra Rindou.

Estaba sentado sobre mi silla mirando hacia el horizonte el anochecer y contemplando la ciudad de tokyo en lo alto de mi edificio, suspiré algo agotado ya que por fin podía descansar antes de comenzar todos mis planes para mañana y e de admitir que eso me tiene muy emocionado bastante a decir verdad. Me desabroche la corbata con un dedo y desabroché los tres botones de mi camisa a la vez que me levante y camine hacia la mesa de centro de vidrio, tomé dos cubos de hielos en un vaso y tomé mi botella de The Macallan fine and rare collection 1926. A sanzu y a mi nos gusta demasiado sin duda alguna, también era la favorita de mi hermano...

Ran...

—¿qué haces en el despacho de tu difunto hermano?—pregunto aquel irritante peli rosa... —¿qué? No me digas que te comieron la lengua los ratones, Rindou...

—Deja de  joder mal parido...—escupí mirándole fijamente a los ojos, llevé mi vaso a los labios mientras bebía a gusto mi pequeño trago, relamí mis labios sin quitarle los ojos de encima a ese bastardo, al ver el vaso vacío lo lancé en dirección a ese idiota  quien no dudo en correr al percatarse que mi tiro perfecto iba directamente a él, si no cambia de trayectoria posiblemente el vaso se estampe contra él.

Me giré hacia la gran ventana dejando ver las  luces de la gran ciudad de tokyo... no pensé que tuviese que ensañarme contigo... t/n.

Narra T/n.

Había despertado con unos agradables brazos rodear mi cuerpo, estaba feliz de despertar con el hombre de mis sueños a mi lado. Sentía su respiración calmada en mi hombro...o eso es lo que mi cerebro pretendía querer y e de admitir que mis sentimientos me jugaron en contra.

Soy una espía, aliada con el gobierno... mi misión era desenmascarar a Leonardo stracci se supone que tenía que investigar a fondo a Leo pero las cosas se complicaron en el camino y termine por sentir emociones los cuales se convirtieron en sentimientos hacia él, así es... pensé que nunca me volvería a enamorar ya que mi corazón estaba guardado para un solo hombre. Pero un día jamás lo volví a ver hasta el día de hoy, en Leo encontré un refugio y fallé a mi misión desconectándome absolutamente de todo. Leo es un hombre limpio, jamás descubrí que él fuera aquel criminal del que todos hablaban aunque aún tengo mis sospechas. Aun así no planeo bajar la guardia aunque mi corazón y mi cerebro peleen en una guerra interna todo los días.

—mi amor...—me llamo leo dormilón. Sonreí y me di la vuelta para verle, mire su piel blanquecina su cabello rubio... su tatuaje de una serpiente enrollando su brazo derecho... todo en este hombre era perfecto, no tenía porqué tener dudas del amor que siento... si, de seguro es amor o quizás aun soy lo suficientemente ciega para no darme cuenta que soy una completa ingenua.

—leo...

—amor, mañana es tu despedida de soltera cielo...—escuché un suspiro relajado de su parte —, pero ya sabes... ya sabes que me quiero adelantar como siempre a nuestra noche de bodas...

Sentí como besó mi mentón bajando lentamente por mi cuello, apegue mi pelvis a la suya dejándome guiar por el placer que comenzaba hacer temblar mis sentidos.

—Leo...

—siempre serás mía... y de nadie más t/n.

Leonardo stracci de 25 años, es un chico multimillonario, sus padre murieron dejando una gran fortuna a sus disposición, desde que le conocí jamás estuvo en asuntos sospechosos, busque computadores, cajas fuertes... investigue todo lo posible pero simplemente no encontré absolutamente nada... una vez lo acompañe a uno de sus viajes pero tampoco encontré evidencias que pudiesen delatar algo. Simplemente es alguien con muchas riquezas, solo eso...