¡ᗴᖇᗴՏ ՏOᒪO ᗰIᗩ~! ʏᴀɴᴅᴇʀᴇ ᴋɴʏ x ᴛᴜ シ︎

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 4 (Actualizado!)

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〜 ﾟ✾｡･.¿Demonios... Buenos?･⁠｡✾ 〜

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┊Narrador protagonista. :P
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»“¿Por... Por qué no puedo moverme...?”« Pensé con confusión, aquel aura del hombre era tan maligna que hacía paralizar mi cuerpo, casi como sin algún movimiento pudiera hacerme temblar como una gallina.

Miré a Tanjiro, casi con temor, estaba claro que la situación era tensa. Lo notaba por su rostro de odio, para después notar como la familia de él se nos quedaban mirando confundidos.

—“Kamado... Tenemos que irnos. Ahora.”— Respondí con tensión, con mi mano temblorosa tocando el hombro de Tanjiro mientras no dejaba de ver al hombre de aspecto elegante... El no podía ser normal. Era imposible.

—“¿Tu amigo se encuentra bien?”— Preguntó la que parecía ser su esposa, interrumpiendo mis propios pensamientos, no podíamos pelear, no alrededor de mucha gente. —“Si-Si... Solo... se confundió.”—

Después de un silencio algo incómodo, apretando suavemente el hombro de Tanjiro para tratar de calmarlo, no quería que cometiera una locura y mucho menos ahora.

—“¡Mami, mira! Esa chica es muy linda.”— Dijo una pequeña en los brazos de la esposa de aquel hombre, lo que me sorprendió. ¿Cómo aquel "hombre" que tenía un aura tan grotesco pudo estar con una mujer con un aura tan... Pacífica? Era inaudito.

—“Vamos querida, de seguro es como lo dijo la chica.”— Dijo aquel hombre, a lo cuál yo solo apreté los puños con furia, sin poder hacer nada aún.

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┊¡Narrador omnisciente! _-_
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Sin saberlo, aquella albina y peliburdeo, un rasguño se hizo presente en el cuello de alguien, por el veloz movimiento del azabache, pronto, el hombre empezó a actuar de manera errática, atacando incluso a su prometida.

Rápidamente al notarlo, la fémina actuó rápido, inmovilizando en el suelo al demonio con su vaina en la boca, para que no llegara a morder a alguien, notando como el peliburdeo solo le gritaba con enojo al señor azabache, casi con ira fluyendo como flamas en sus ojos.

—“¿¡Que-Que le pasó a mí prometido...!?”— Preguntó casi desesperadamente la chica, cubriéndose la herida que le había causado su propio amor convertido en demonio. —“Su prometido está bien. Agarre un paño y cree un nudo en su herida, le ayudará con el sangrado.”— Respondió la albina casi al instante, presionando un poco más contra el suelo al demonio sin querer lastimarlo, pero si inmovilizarlo.

Al estar tan concentrada en el demonio, La ahora cazadora no se dió cuenta que varios oficiales empezaban a acercarse, creyendo que estaban en una escena de violencia. —“¡Señorita! ¿¡Que le está haciendo al hombre!?” — Preguntó uno de los policías que se acercaba a la fémina con intenciones algo bruscas.

—“No interfiera. Solo estoy haciendo su trabajo más fácil.”— Mencionó la chica con algo de irritación, podía escuchar los gruñidos y crujidos de la boca del prometido demonio solo por morder la vaina de ella.