Soulmate| jjk. ✓

𝚌𝚞𝚊𝚝𝚛𝚘

JungKook se había quedado dormido en la comodidad de sus calentitas cobijas, pues por algún motivo, cuando estaba en su forma humana sufría muchísimo el frío, y ahora que estaban en épocas de invierno para él era aún peor. Ya había planeado marcharse temprano en la mañana para poder conocer un poco a la vampiresa que la madre luna había elegido para él. Sería la primera vez que mentiría, así que esperaba que le crean, en otro momento iría a sus entrenamientos, ahora le importaba más verse de nuevo con ella.

Nunca tuvo la necesidad de mentir, su madre era bastante liberal con la mayoría de cosas, el problema era su padre, pero con él simplemente se encargaba de ocultar las cosas. Esconder y mentir no es lo mismo, ¿Verdad? Quizá podía ser considerado el más tonto e inocente de sus hermanos, muy pocas veces lo castigaron, nunca dijo malas palabras delante de sus padres ni les faltó el respeto, como Mingan. Tampoco mentía o le levantaba el tono de su voz a sus padres, como Rieka.

Cuando se levantó preparó una canasta con frutas, emparedados, jugo de fresa y una botella de agua. También llevaba una cobija no muy pesada, pues quería mostrarse como humano delante de ella, y con la nieve que caía afuera, estar en pocas ropas no era lo más indicado. Además, iba a decir que iría de picnic con TaeHyung, que para suerte de Jeon, la familia Kim no tiene tanto contacto con la familia de él.

De hecho, habían muchos Kim en la manada, era un apellido bastante común, pero no todos eran familia. TaeHyung pertenecía a una pequeña familia que solo se conformaba de su madre y abuelos, su padre lo había abandonado cuando era apenas un bebé. No tenían un papel importante en la manada ni mucho menos, solo eran otros integrantes, o así lo fue hasta que la voz corrió por el lugar, diciendo que el único varón joven de esa familia había estado relacionado con el futuro alfa de la manada. Quizá por eso TaeHyung también se había hecho muchas ilusiones con JungKook, pensando que podía ayudarlo a llevar a su familia a un puesto más importante, ya que sus abuelos son granjeros y su madre una enfermera más entre las tantas que hay.

⎯ ¿A dónde irás?⎯ JungKook escuchó la voz de su hermana a sus espaldas. Se dió la vuelta y sonrió tranquilamente.

⎯ Dile a mamá que saldré.⎯ contestó y se dió la vuelta para salir, pero Rieka lo interrumpió.

⎯ ¿A dónde y con quién?⎯ preguntó de forma calculadora. JungKook rodó los ojos al saber que ella no la veía.⎯ Son las reglas, ya sabes.

⎯ Iré con TaeHyung de picnic.⎯ terminó de decir para salir por las grandes puertas de la mansión. Saludó a los guardias con un leve movimiento de cabeza y siguió su camino a paso relajado. Eran las nueve de la mañana, tal vez bastante temprano, o tal vez bastante tarde, Jeon aún no sabía los horarios de la pálida.

Cuando se alejó bastante de las casas centrales de la manada se escondió detrás de un árbol, quitando su ropa mientras tiritaba del frío, para rápidamente usar su forma animal. Dió una sacudida, quitando los copos de nieve, y con sus dientes tomó la canasta para seguir su camino. No sabía en qué momento había caminado tanto que llegó a la valla de alambre, donde abajo había un pequeño agujero que era por donde él había pasado el día anterior. Miró a todos los lados posibles antes de cruzar esa valla y dió pasos cautelosos, podía ser un bobo enamorado pero eso no significaba que aquella mujer era la única vampiro que habitaba el bosque.

Algo que le parecía muy extraño a JungKook era, ¿Por qué la madre luna la había escogido a ella? Es decir, nunca habían estado dos especies separadas en una relación, es como juntar un ángel con un demonio. Simplemente para JungKook era imposible. Y otra cosa, ¿Cómo estaba tan seguro de que ella no lo lastimaría? Al fin y al cabo, está en su naturaleza cazar y chupar la sangre de los seres, por mucho amor que se les tenga, cuando un vampiro tiene hambre es más que obvio que tienes una muerte asegurada.