Equivocado

El trabajo había sido especialmente pesado estos días, llevaba más de una semana sin regresar a su casa ya que era mucho más fácil dormir en el sofá de su oficina, pues el papeleo parecía no tener fin, no importaba cuántos documentos firmara o cuantas juntas tuviera, su asistente, un hombre llamado Meng Yao no dejaba de entrar a su oficina con más y más papeles para su revisión.

Lo único que podría arreglar esta horrible semana sería un abrazo de su pequeño hijo y tal vez un beso de su hermoso esposo, así que por primera vez en mucho tiempo decidió dejar el trabajo de lado y pensar en su familia... pero al llegar a su casa no había una sola luz encendida, era extraño pero no se preocupó pues su esposo bien podría haber ido a visitar alguno de sus hermanos y aun no regresar.

Al entrar en la casa el cálido abrazo de su pequeño a-Yi no lo recibió... y mucho menos lo hizo la increíblemente alocada charla del niño de 5 años contándole su día, no había tampoco luces en dirección a la cocina donde su esposo solía esperarlo todas las noches con la cena ya lista y un cálido beso que lo hacía darse cuenta que todo el trabajo al final valía la pena... en su lugar una casa fría lo recibió y en el lugar de una cena para tres una solitaria carta adornaba la mesa en la que su familia solía estar.

Aquella carta estaba firmada por la perfecta caligrafía de su esposo, claro que la reconocería después de todo fue eso lo que lo enamoro en un primer momento... en sus años en la universidad hubo un concurso de escritura, al ser uno de los estudiantes más destacados de los últimos cursos se le pidió ser uno de los jueces y grata fue su sorpresa al encontrar un escrito titulado "El lago de lotos", una historia conmovedora sobre apreciar aquello que tienes pues no sabes cuándo puede desaparecer, pero lo que más llamo su atención fue la preciosa caligrafía que lo acompañaba, era fuerte pero hermosa... y cuando al fin pudo conocer al autor los ojos amatistas que lo recibieron fueron como descargas a su corazón, fue ahí que supo que se había enamorado.

Al abrirla un extraño escalofrió se apodero de su ser pero se concentró en la lectura...

Lan Huan, te escribo esto porque sé que jamás tendría la fuerza para decirlo de frente, espero que después de leerla entiendas porque tome esta decisión y me perdones...

Sé que me enamore yo caí perdido sin conocer, el enamoramiento que experimente a tu lado solo fue creciendo más y más conforme pasabamos tiempo juntos hasta convertirse en amor.

Cuando me preguntaste si quería que fuéramos una pareja realmente creí que estabas loco, nadie nunca había querido estar a mi lado de esa manera... todos decían que era demasiado malhumorado para ser un buen novio, pero eso a ti no te importo... siempre intentaste que yo fuera feliz sin importar nada.

Cuando me pediste matrimonio 3 años después no tienes idea de lo feliz que fui, puede que no te lo dijera pero esa noche llore mucho en los brazos de mis hermanos porque me sentía pleno... el hombre que amaba también me amaba a mí y podríamos estar juntos y ser felices por siempre.

El día que nos casamos sin duda puede ser uno de los mejores de mi vida, te veías increíblemente hermoso en ese traje color blanco y dios, si en ese instante me hubieron dicho que morí y estaba en el cielo les hubiera creído, nuestra noche de bodas fue simplemente mágica, fuiste tan tierno conmigo que nunca tuve tiempo de dudar que esto era lo que más anhelaba en la vida.

Él lo recordó, cuando le pidió que fueran una pareja estaba sudando frio por los nervios... había tenido novios antes pero nunca se había sentido así con nadie más, el día de su boda su esposo dijo que se veía hermoso pero es que no se había visto en un espejo porque claramente él era mucho más que hermoso, era majestuoso, debía ser admirado en un museo por su perfección, sin duda ese día se enamoró un poco más si es que eso era posible.