Vincenzo [VinSeo]

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Lucifer, el diablo, el ángel caído, el hijo favorito de Dios que por su desobediencia fue enviado al infierno para castigar a las almas que deben cumplir su penitencia comenzó a aburrirse de hacer lo mismo una y otra y otra vez.

Por supuesto que castigar a las almas algunas veces era divertido pero después de siglos en el infierno, la lluvia de ceniza y la falta de luz natural no era algo tan satisfactorio.

Así que dejó su trono abandonando el infierno y voló al mundo humano, adaptó su forma celestial a una forma humana y se divirtió.

Tanto que nunca quiso volver al infierno. Se deleitó al ver cómo los humanos se volvían cada vez más idiotas ignorando sus errores y cometiendolos una y otra vez.

El lugar favorito del Rey del infierno fue Italia, sus maravillas siempre le parecieron hermosas.

Además de ser el lugar que visitó la primera vez que volvió a subir al mundo humano.

Conoció muchas personas, hizo tratos con muchas de ellas y se hizo de su fama siendo conocido como 'Vincenzo'.

Aquel que vence fue un apodo que encontró digno y más aún por el hombre que se lo dió; Fabio Cassano.

Fabio Cassano. El niño que recién acababa de ser nombrado Capo de la familia Cassano y quién buscaba venganza por la muerte de su padre buscó a aquel a quien llamaban 'Lucifer' y le pidió hacer un trato.

El Rey del infierno aceptó y cumplió con el trato, esa noche la familia Cassano se convirtió en la familia de la mafia más poderosa de toda Sicilia.

—Puede ser tonto que le pregunte esto al gran Lucifer pero ¿Ha considerado en tomar un nombre humano?

—Un nombre es lo que es, soy Lucifer Estrella de la mañana ¿Por qué habría de tomar un nombre humano teniendo ya mi nombre celestial?

—Como dice un nombre es eso; un simple nombre pero también es eso que nos define. Así como Lucifer significa "Portador de Luz" considero que "Aquel que vence" es un buen nombre para usted, considero que Vincenzo es un nombre digno.

Esa noche fue en la que nació Vincenzo Cassano y el ángel caído se deshizo de sus alas.

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A Vincenzo, Hong Yu Chan le recordó un poco a Fabio, su carácter tenaz y sus valores arraigados eran lo más parecido que tenían en común los dos hombres.

Pero tal como le pasó a Fabio, eso solo podía terminar mal para Hong Yu Chan.

Por eso le dijo que debería dejar en paz el asunto de Babel, que no debería de ser tan terco o podría terminar como esos trabajadores de los que Babel se deshizo.

Hong Yu Chan por supuesto lo ignoró y ahora estaba muerto.

Lo supo cuando se despertó tirado en el suelo del restaurante con su traje arruinado y el cuerpo sin vida del terco hombre al que le advirtió que eso podría pasar.

Y por supuesto que Vincenzo se sintió enojado.

Enojado con Babel, con Hong Yu Chan pero sobre todo con Dios por permitirle a los humanos hacer tales actos y no hacer nada por detenerlos.

Por permitir que la gente como el Señor Hong que solo busca hacer justicia terminen siempre siendo víctimas de las personas malvadas a las que luchaban por detener.

—"Se necesita un Diablo para ahuyentar a otro." Señor Cassano, usted...No puede ser ese monstruo, ¿Verdad?

Era una lástima que el señor Hong no supiera a ciencia cierta que Vincenzo de verdad podría ser ese monstruo.

Un verdadero monstruo. El verdadero Diablo que ahuyentaría a esos falsos Diablos.