Lo Que Oculta La Máscara - Juliantina G!p (Terminada)

45) UN DIA DE VIDA

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(LAUREN Y BELINDA)

Belinda Walker consiguió que Lauren Jauregui no trabajara por un día. Primer punto, se la llevó a un Starbucks a desayunar. Se acababa de despertar de una borrachera, al menos un café o una tostada le vendría bien. La rubia inglesa podía llegar a ser muy enérgica, necesitaba que pudiera llegar a seguir su ritmo. La castaña podía llegar ser intensa y entregada, eso lo pudo comprobar noches atrás, pero solo cuando se desvivía por el interés de conseguir algo. Por lo que estaba deduciendo de esa mañana, Lauren mostraba una cara diferente en cada situación. Quizás su momento más vulnerable, en el cementerio:

_ ¿querías mucho a Bárbara Valdez?

Comenzó a curiosear la ojiazul. Jauregui había accedido a acompañarla, eso no implicaba el ir de mejores amiguitas:

_ Le agradecería que nada de preguntas personales, señorita Walker

Belinda esbozó una sonrisa:

_ Es curioso_ comenzó a decir la ojiazul, con su vocecita remilgada_ la gente tiende a pensar que, al ver a una persona físicamente desnuda, está viendo toda su intimidad, cuando lo realmente valioso de un ser se encuentra justamente debajo de la carne y huesos_ Jauregui observaba a la gente caminar por la calle_ no tienes inconveniente en mantener relaciones sexuales, pero cuando intentan ver más allá sacas las uñas...

_ Me gusta el sexo, fíjate tú que problema_ repuso la castaña _ tampoco quiero que me psicoanalices

La rubia levanto las manos en son de paz y observó que la castaña había terminado de beber su café. Así que el día en un principio insufrible para Lauren había comenzado. Las primeras horas, era un sin rumbo fijo, donde les llevara la autopista. La rubia estaba encantada, su querido tío le había prestado el Aston Martin Vanquish color rojo, tenía la capota bajada pudiendo sentir la brisa que les brindaba la costa, la piloto tenía gafas de aviador y cantaba como una loca Time is running de Muse:

"Entiérralo, no dejaré que lo entierres"

Jauregui alzó una ceja. ¿Qué bicho le había picado? Con lo tiquismiquis que podía llegar a ser "pero que ordinaria" retumbó la vocecita irritante de la rubia. Y ahí estaba, como una loca berreando, mientras meneaba el cuerpo en los asientos de cuero de ese lujoso coche. La castaña se colocó el pelo detrás de las orejas, aunque era absurdo, volvía a despeinarse con el viento. Prestó de nuevo atención a la carretera, mientras curvaba la comisura de los labios. Vale, sí, le parecía algo graciosa la ratita presumida, parecía una barbi cantando:

"No dejaré que lo asfixies,

No dejaré que lo mates,

Y Nuestro tiempo se está acabando"

Observó por el rabillo del ojo que en ese momento abrió la boca sonriente y sacó la lengua en plan rockera o al menos eso intentó. Jauregui no pudo soportarlo más y rompió a reír, porque pareció una versión de Miley Cyrus cutre sacando la lengua:

_ Por el amor de dios_ dijo Lauren con las manos en el tabique nasal mientras su cuerpo convulsionaba de la risa_ ¿No puedes conducir como las personas normales?

_ No quiero ser normal_ dijo espídica la rubia, Muse le ponía cachonda todo había que decirlo_ quiero marcar la diferencia

_ ¿De qué?

_ De todo el mundo_ se encogió de hombros, habían llegado a Conway y estacionó a un lado de la carretera_ si algún día muero, al menos sabré que he dejado huella y que tendré quien me llore o piense en mí.