Soy Solo Tuya.

capitulo 39.

Nota: Agradezcan a la chica que me gusta (o sea Hermionetaf13 ♥️😳) de publicar un capítulo hoy y el otro mañana porque entonces hubiera tardado más por indecisa jajajajaja, se les quiere:3.

POV Melisa.

-Melisa lo prometiste- escuché decir a Rosaline mientras yo estaba haciéndome un sándwich.

-¿Vas a seguirme por toda la casa con lo mismo?- pregunté mirándola.

-Si es necesario si- respondio con altanería.

Hace dos días nos mudamos a la casa, cada una de mis chicas tenía una habitación para ella, se turnaban para pasar la noche conmigo, yo tenía una habitación para mí sola. Las cosas con Isabella se estaban complicando, ella estaba empezando a deteriorarse por el embarazo lo cual tenía a todos con los nervios de punta.

Ahora mi mujer Rosaline estaba detrás de mí desde que nos mudamos para que empezáramos con el ritual y completamos el vínculo, eso me tenía un poco preocupada.

-¿Por qué no quieres hacerlo? Me lo prometiste, tú no nos niegas nada- dijo Rosaline mirándome preocupada, pues es cierto yo las consiento demasiado.

-Es solo que me preocupa que salgas embarazada ahora con todo lo que sucede con Isabella- dije diciendo la verdad de mis pensamientos- No quiero que tú y el bebé salgan lastimados si algo pasa mi Rosa.

Termine de decir y vi como mi rubia me miraba con ternura, se acercó a mí para abrazarme y darme un beso suave, me miró directo a los ojos cuando nos separamos.

-Ay mi amor, siempre estás tan protectora con nosotras, pero sé que nada nos pasará teniéndote aquí- dijo acariciando su nariz con la mía.

-¿Deseas esto no?- pregunté  y ella asintió con rapidez.

-Mas que nada mi amor- dijo con sus ojos brillosos.

Yo asentí y la mandé a mi habitación, ella no dudó en ir con rapidez, termine de comer porque iba a necesitar esta energía.

-¿A donde vas?- pregunto Leah cuando iba entrando a la casa.

-A crear un bebé- dije con seriedad y decisión.

-Espero que aguantes el voltaje de esa rubia- dijo riendo un poco.

-Gracias por el ánimo amor- dije sarcástica.

Ella seguía mirándome divertida, le di un beso y subí a mi habitación, al entrar mi Rosa estaba sentada esperándome, me miró con intensidad al entrar, yo sonreí por eso.

Me dirijo a una estantería de mi habitación y saco un libro de un color rojo oscuro, en la portada tenía el diseño de unos colmillos con esa aura a su alrededor. Lo abrí y mientras leía fui a un baúl que tenía en mi armario, saque los ingredientes necesarios y un frasco aparte.

Los ingredientes tenían un aspecto de líquidos de diferentes colores en frascos, los coloque en mi escritorio con cuidado todo ante la atenta mirada de mi Rosa. Empecé a seguir las instrucciones de cuando debía agregar de casa uno, eran solo gotas de cada uno de ellos, con mucha precisión, todo en el frasco vacío que saqué.

Una vez termine de agregar todo lo necesario solo batí un poco la mezcla la cual se volvió más espesa y de una tonalidad como la sangre. Vi como Rosaline se tenso un poco al olerla, ya que olía como sangre humana y estaba segura de que sabía igual, después de todo esa era la intención.

Guarde el resto de las cosa en el baúl de nuevo, el libro lo coloque en su lugar otra vez, sujete el frasco con la muestra y mirando a Rosaline a los ojos bebí la mitad de éste. El sabor metálico inundó mi boca y casi me hace vomitar pero lo resistí, me acerqué a mi rubia con el resto y se lo ofrecí.

-Tomalo, una vez que lo hagas empezaremos con la unión, cuando llegues al orgasmo tendrás que morderme para que sea todo completado y el bebe tenga mi sangre- dije mirándola.

Ella agarro el frasco y sin quitar su mirada de mi lo bebió, sus ojos se volvieron poco a poco de un color carbón, tanto por lo que se venía como por el sabor de la mezcla, hice que se levantará y empecé a quitar su ropa, una vez toda fuera admire el cuerpo de mi mujer, de Mi Rosa hermosa.

La hice recostar en la cama, ella me miraba atenta, empecé a desnudarme despacio para que ella lo disfrutará, escuché un ronroneo satisfecho cuando termine de quitarme todo.

Subí a la cama hasta posicionarme encima de ella entre sus piernas, la bese con firmeza y empecé a acariciar su cuerpo con delicadeza, baje mis besos a su cuello donde mordisqueó un poco sacando suspiros y uno que otro gruñido de su parte.

Seguí bajando mis besos hasta llegar a sus pechos, al meter uno a mi boca sujete el otro con una de mis manos, mi rubia enredo sus manos en mi cabello con un poco de fuerza acercándome más, mire su rostro para no perder sus expresiones, ella tenía su labio inferior entre sus dientes y ojos cerrados.

Seguí bajando mis besos por su abdomen admirando como jadeaba por la sensación, sus manos me empujaron más hacia abajo haciendo que riera, con mis manos acaricie sus muslos y ella gruñó. Baje hasta llegar a su centro desde donde la mire, Rosaline al ver que me detuve se apoyó en sus codos para mirarme, yo sonreí y qun con mirándome hundí mi rostro en ella, vi como sus ojos se cerraron, su boca de abrió largando un gemido mientras ella inclinaba su cabeza hacia atrás cayendo a la cama de nuevo.

Su sabor era delicioso y su olor me volvía loca junto con los sonidos de sus, jadeos, gruñidos y gemidos, esta mujer es tan hermosa, continúe con mi trabajo en su centro con deleite.

-Mas- gruñó con fuerza.

Yo sonreí y la penetre con dos dedos, mis embestidas son rápidas escuchando con mi Rosaline gemía con fuerza.

-No pares- dijo gimiendo.

-No pienso hacerlo, hoy serás mía por completo mi Rosa- dije subiendo por su cuerpo.

Mis penetraciones seguían mientras ahora besaba sus senos, sus manos estaban sobre su cabeza sujetando el respaldo de la cama. Volví a bajar hasta su centro y trabaje sobre su clítoris con rapidez al sentir como estaba a punto de llegar.

-¿De quién eres?- pregunto mi Rosa en un gemido y yo sonreí, aún en su situación no quería dejar de tener un poco de control.

-Soy tuya, aún correte para mi- dije con mi voz ronca por todo.

Rosaline se entremecio y sus paredes se apretaron en mis dedos, su boca estaba abierta y su espalda arqueada, hasta que cayó a la cama de nuevo. La limpie de sus fluidos, vi como un nombre sobre el área de su corazón aparecía, mi nombre, mi marca. Bese el lugar con adoración y mi rubia sonrió por eso mirándome.