Habitacíon B1993

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Noah es informado que su hijo a sido visto en el hospital probablemente haciendo travesuras así que lo busca para encontrarlo leyendo a un hombre muerto.


Claudia murió, pero los Melissa afirmaba que Stiles seguía yendo al hospital, a esa misma habitación.

Uno esperaría que el simplemente pensara en su madre y decidiera encerrarse en sí mismo, no buscar revivir el trauma, tal vez llorar de vez en cuando, actuar como un niño no escaparse de la escuela en camino al hospital de forma que probablemente despidan a Noah porque si no puede cuidar de una maldita ciudad ¿Cómo se supone que cuide de su hijo?

Si sigue entrando a lugares sin que se lo permitan va terminar teniendo un vándalo en vez de lo que debería de ser el hijo de un sheriff y no puede culparlo, ni siquiera él se siente capaz de ser un sheriff.

Realmente nunca fue capaz de ser nada, siempre fue la persona que está detrás de todo, quien no debe de alterarse, se muestra tranquilo y sigue con el protocolo, si no lo sigue las personas mueren, su padre le pega a su madre o su esposa termina golpeando a su pequeño bebé.

El protocolo, las reglas, el comportamiento ideal es hecho para proteger a todos, pero sabe que de vez en cuando puede no ser así.

–De modo que ella, sentada con los ojos cerrados, casi se creía en el país de las maravillas, aunque sabía que sólo tenía que abrirlos para que todo se transformara en obtusa realidad –Recito Stiles a la perfección.

Su corta edad y TDAH le había hecho difícil el leer en voz alta, pero esta no parecía ser la ocasión, parecía completamente capaz y tranquilo sentado en la cama del hospital justo aun lado de un hombre quemado de la cabeza a los pies. Noah quería correr hacia Stiles y quitarlo de ahí, por miedo del rostro del hombre y las pesadillas que podría causarle y también porque no quería que viera otra muerte, es demasiado joven aún.

–Eso estuvo mejor –Murmuro el hombre lentamente y con quejidos de dolor, Noah mira con asombro, no había forma que ese hombre simplemente pudiera estar vivo en el estado en que estaba.

Peter Hale, si, Peter el único sobreviviente del caso Hale, la mansión quemada, no había forma de que siguiera vivo.

–¿Quieres que te deje dormir ya? No quería molestarte –Dice Stiles con tristeza, Noah siente que su corazón cae a su estómago.

Extraña tener a su hijo abrazado junto a él y así poder ver la televisión, escucharlo hablar de caricaturas, de los problemas que pueden afectar a ese cuerpo tan pequeño como dificultades para leer y un mal día que te hace querer escaparte de la escuela.

–No me molestas, pero tu papá está en la entrada.

Noah se queda completamente plasmado cuando lo escucha y quisiera correr, huir de ambos porque la escena parecía tan linda que siente que lo ha roto, se sentía como ver a su esposa cargar al pequeño niño en sus brazos mientras cantaba algo lindo, se sentía como volver a tener una familia y simplemente lo arruino.

–¡Papá! –Grita Stiles exaltado. Se levanta rápidamente poniendo el libro detrás de su espalda para que Noah no lo vea, su rostro cae al suelo evitando la mirada de su padre y sus pies saltan ansiosamente tal vez buscando la perfecta excusa. –Yo... deje este libro aquí la última vez y Peter me llamo y me lo dio... y el me pidió leerle, no es algo que hagamos comúnmente, pero si lo fuera yo no lo molesto, no hice nada malo.

La mirada de Noah deja el cuerpo ansioso de su hijo y se posa sobre los ojos de Peter quien lo mira amenazadoramente, Noah podría jurar que en algún momento se pusieron sobrenaturalmente rojos, pero puede ser solo su imaginación.

Noater: Only loveWhere stories live. Discover now