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El pequeño Iván había escuchado el llanto de su mejor amigo cuando contestó el teléfono.

Se puso muy triste.

Él no sabía qué hacer para que su amigo se sintiera bien, lo había escuchado muy triste.

Lo primero que se le había ocurrido era ir a las montañas a encontrar el dinosaurio que Rodrigo quería, pero estaba muy lejos y tardaría mucho tiempo.

Lo segundo que se le ocurrió fue comprarle comida, pero él no tenía dinero y sabía que su mami no le daría.

Además no sabe que comida come Rodrigo.

Se sentía enojado.

Mañana iría a casa de Rodrigo y no sabía cómo ponerlo feliz.

Pensaba muchas ideas y todas eran muy difíciles para su corta edad.

Todo el día se la había pasado con su pequeño ceño fruncido, mientras comía, mientras estaba jugando y hasta cuando fue a la escuela.

—¡Mi amor! ¡Baja a cenar, tu padre ya llegó!

Escuchó el grito de su madre y bajó tan rápido como sus pequeñas piernitas le permitían.

Al entrar a la cocina, miró como su mami y su papá se estaban besando sus bocas, algo asqueroso para él, que fue imposible no demostrarlo.

—Puaj. —dijo en voz alta. —mamá y papá, no toquen sus bocas.

Sus padres automáticamente se dejaron de besar para mirar al niño, los dos con unas sonrisas en sus caras.

—Mi pequeño bebé, esto es normal, mami y papá se quieren mucho y entonces se besan para hacerse felices.

Y ¡Voila! Justo lo que necesitaba escuchar el pequeño niño.

—Si mami está triste ¿papá la hace feliz con besos?

—Claro que si mi amor, así como yo también pongo feliz a papá.

Ahí terminó la plática, Iván se puso a cenar mientras pensaba si era buena idea, besar a Rodrigo para hacerlo feliz.

𝗸𝗶𝗱𝘀, 𝗸𝗶𝘀𝘀𝗲𝘀 𝗮𝗻𝗱 𝗮 𝗱𝗶𝘃𝗼𝗿𝗰𝗲 › 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇 (✓)Where stories live. Discover now