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Estaba emocionado, hoy por fin iría a ver a Rodrigo y tenía la perfecta idea de darle muchos besitos para que estuviera feliz.

Él había pensado decirle que eso hacían sus papás para hacerse felices.

Rodrigo para él, es muy bonito y siempre le presta el carrito rojo cuando va a jugar a su casa y eso le gustaba.

—Iván, bebé, vamos a estar en la casa de Rodrigo y quiero que te portes bien, no hagan travesuras, confío en tí ¿eh?

—Sí, mami.

Justo en ese momento que contestó, el carro dejó de andar.

—Ya llegamos, voy a quitarte el cinturón de seguridad. —habló su mami mientras ella se quitaba su cinturón de seguridad para quitarle el cinturón a su pequeño bebé.

Instantáneamente le quitó el cinturón e Iván salió corriendo hacia la casa de Rodrigo.

Tocó con mucha fuerza la puerta, esperando que le abrieran.

Abrió la madre de Rodrigo con una sonrisa, saludando a la madre de Iván.

Los dejó pasar e Iván estaba impaciente, siempre que él iba a la casa de Rodrigo, Rodrigo lo saludaba en la puerta.

Ahora no lo había visto, ¡ni siquiera en la cocina! Donde una vez lo encontró ahí comiendo galletitas debajo de la mesa.

—Bebé, ven a sentarte.. —le habló su madre que se encontraba sentada en un sofá con la mamá de Rodrigo a un lado.

—Ay, lo más seguro es que está esperando que salga Rodrigo. —ahora dirigió su atención a la mamá de Rodrigo.

—Oh, ¿No se encuentra? —preguntó su mamá.

—No, fue con su padre. —contestó rápido la mamá de Rodrigo, con una cara rara, según Iván.

En ese momento Iván se dio cuenta de que no podría hacer feliz a Rodrigo.

Frunció su ceño y se fue a sentar a un lado de su madre, que platicaba alegremente con la mamá de Rodrigo.

Sin duda tendría que esperar mucho tiempo.

𝗸𝗶𝗱𝘀, 𝗸𝗶𝘀𝘀𝗲𝘀 𝗮𝗻𝗱 𝗮 𝗱𝗶𝘃𝗼𝗿𝗰𝗲 › 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇 (✓)Where stories live. Discover now