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—Rodrigo, pero esta vez ¿si vas a estar en tu casa? —habló esperanzado, otra vez por teléfono.

Había despertado feliz y su mami le había hecho su desayuno favorito, le dio las gracias y se puso feliz.

Después había escuchado el teléfono de la casa mientras él oía a su mamá contestar. Su mami llegó hasta él y le había dicho que Rodrigo estaba al teléfono y si era posible se puso más feliz.

—Sí, estuve con mi papá, me dijo que era obligatorio ir... —se escuchó la vocecita.

—Pero me dejaste solo. —contestó Iván recordando.

—Esta vez sí voy a estar en casa, hoy van a llevar a mi hermanita.. —y los ojos de Iván se iluminaron.

¡Hoy sí lo iba a poner feliz!

—¿Todavía estás triste? —pregunto.

—Sí, no se que esta pasando con mi papas... —contestó murmurando.

—¡Yo tengo la mejor solución para ponerte feliz! —comentó casi gritándole a la bocina del teléfono.

—Sí, hoy si voy a estar en mi casa, la otra vez fue importante, según mi mami y papi.. —habló.

En ese momento el pequeño Iván escuchó a su madre gritarle «a comer» fuerte y claro.

Sintió algo de tristeza, él quería seguir hablando con Rodrigo, recordó que lo iba a ver en la tarde y decidió obedecer a su madre.

—Mi mamá me está hablando, quiere que vaya a comer, adiós. —dijo rápido.

Colgó cuando Rodrigo le contestó un «adiós, te veo en la tarde» y corrió a donde se encontraba su mami.

Ella se enojaba muy feo y prefería hacer caso a lo que ella decía. Su madre ya estaba en la mesa

𝗸𝗶𝗱𝘀, 𝗸𝗶𝘀𝘀𝗲𝘀 𝗮𝗻𝗱 𝗮 𝗱𝗶𝘃𝗼𝗿𝗰𝗲 › 𝗋𝗈𝖽𝗋𝗂𝗏𝖺𝗇 (✓)Where stories live. Discover now