Capítulo 9

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Cuervo abrió los ojos y descubrió que yacía sobre una piedra lisa junto a un estanque inmóvil y lleno de estrellas. Se incorporó y miró a su alrededor. Detrás de él, una pendiente picada de viruela subía en espiral hasta la parte superior del hueco. La piedra debajo de él estaba fría, pero su pelaje se sentía cálido. Caminó hasta el borde de la piscina y bebió, sintiendo el agua fluir a través de él como luz. Se dio cuenta de que un gato estaba de pie junto a él con la cola apoyada ligeramente sobre su espalda.

—Ven a sentarte conmigo, Cuervo— ronroneó Corriente Plateada. Se colocó cuidadosamente sobre la roca con la cola doblada sobre las patas y esperó mientras Cuervo se acomodaba más lentamente, haciendo una mueca por el dolor en su vientre.

Cuervo notó que ella lo miraba con preocupación. —¡Me estoy haciendo viejo! —bromeó.

Corriente Plateada solo lo miró con enormes ojos azules.

Cuervo sintió que un escalofrío recorría su piel.— Yo... No voy a volver a ver mi casa, ¿verdad?

—No— admitió Corriente Plateada.— Pero no debes tener miedo de morir en otro lugar. —Había un nudo en su voz.— Lo único que importa es que no estás solo y que sabes que eres amado.

Cuervo sintió un doloroso nudo en la garganta. —Temo por Centeno susurró.

—Centeno sabe que no quieres dejarlo. Él entiende, y no te querrá menos si no puede verte.

Dos gatos más se acercaron al borde de la piscina: un gato gris oscuro con ojos azules brillantes, el otro gato de hombros anchos con pelaje gris y blanco. Corriente Plateada se puso de pie y asintió con la cabeza, luego se alejó por el camino en espiral.

El macho gris oscuro habló primero. —Mi nombre es Mirador Estelar— maulló. —Fui el último de los guerreros del Clan del Cielo, hasta que Estrella de Fuego y Tormenta de Arena vinieron a salvar a mi Clan. Hay un lugar para Rayito y Bellina en el Clan del Cielo, lo prometo. Ten paciencia y les ayudarás a encontrarlo.

— Y yo soy Estrella Nublada, líder del Clan del Cielo cuando llegamos por primera vez al desfiladero — dijo con voz áspera el gato gris y blanco. —Y antes, cuando vivíamos en el bosque con los otros Clanes.

 Cuervo inclinó la cabeza—. Me siento honrado de conocerlos a ambos.

— Hice el mismo viaje que Estrella de Fuego y Tormenta de Atena, y ahora tú y tus amigos —maulló Estrella Nublada. —Te agradezco que hayas traído nuevos guerreros a mi clan.

—¡Pero ellos no los quieren!— estalló Cuervo.— ¡Estrella de Hoja nisiquiera nos dejaría cruzar la frontera!

— Dales la oportunidad de ver lo que estos gatos pueden aportar al Clan— respondió Estrella Nublada.— El Clan del Cielo necesita tu ayuda. Lo viste esta noche.

Cuervo agitó su cola. —¡Pero el Clan del Cielo tiene sus propios guerreros fuertes! 

— Mira — ordenó Mirador Estelar. —La piedra llega mucho más lejos de lo que cabría esperar. ¿Lo ves?

Cuervo observó las olas temblorosas e imaginó al Clan del Cielo, asustado y a la defensiva dentro del desfiladero, esperando a que los gatitos cruzaran el suelo vacío e invadieran su campamento nuevamente. Su mente se aclaró y asintió. —Ya veo— respondió.

Estrella Nublada apoyó su hocico sobre la cabeza de Cuervo.— Por favor, ayúdanos—murmuró.— En nombre de los clanes y el código guerrero.

—Lo haré— prometió Cuervo.

Se despertó cuando la primera luz gris del amanecer se derramó en la cueva. Afuera, el aire era fresco y perfumado con hojas. Cuervo le dio un codazo a Centeno. —¡Despierta!

La Despedida de Cuervo | Novela.Where stories live. Discover now