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Si Alex entrara ahora mismo por la puerta no sabría si su padre y Derek estaban intercambiando oxígeno o qué.
Había pasado así sin más.
El mayor se le había abalanzado encima y ahora se lo estaba literalmente comiendo...
A besos.
Y no unos suaves o tiernos.
No.
Los suyos eran feroces, salvajes y de lo más arrolladores.
Paddy, perdido en su boca, le correspondía como nunca antes pensó que lo haría.
Ni tan siquiera cuando pasó entre ellos, en el loft.
Allí, en la renovada cocina de la mansión y medio tendido sobre la encimera, el joven recibía los apasionados y violentos besos del azabache.
Derek, fuera de sí, paseó una mano hasta el muslo del joven para bruscamente agarrarlo firmemente y hacer que lo elevara hasta su cadera. Aún sabiendo que podían pillarlos en cualquier momento, se presionó cuanto pudo a él, percibiendo ese vértice tan distinto que sabía poseía y permitiéndole acomodar su erección.
Paddy, en cuanto la sintió, meció las caderas provocando así que Derek le obligara a enredar la pierna en torno a él.
Las manos del joven aferraron del henley al mayor y tiró hacia arriba de éste, decidido a quitárselo.
El dar ese paso otra vez no solo había despertado en ellos lo que antaño pudieron notar por el otro.
Derek, ayudándole, agarró su propio henley para sin más romperlo en dos.
La tela cayó a sus pies.
De inmediato, hizo lo mismo con la camiseta del moreno menor logrando así que piel contra piel se tocaran.
La cordura pasó a un último plano mientras que el desenfreno los poseyó a ambos.
Los pantalones de los dos no tardaron en hacer compañía a los pedazos de tela rota.
Con un gemido Paddy notó como las manos del mayor lo sujetaron por las nalgas y lo elevaron hasta sentarlo al filo de la piedra de la encimera.
-Es...esto se está...desmadrando...- suspiró el más joven.
-Y más que se va a desmadrar- medio gruñó de deseo Derek.
-Nos...nos van a pillar De...-
Sus labios se estrellaron contra los del otro para silenciandolo, al mismo tiempo, hacerle sacar el culo un poco de la encimera.
-Espera, espera, espera un momento...-
-Creía que estabas decidido a darle un hermano a Alex-
Paddy le paró posandole una mano en el pecho y mirándole fijamente.
-Qué. Eso es lo que me has dicho hace un rato- dijo Derek extrañado.
-Y no me opongo pero no puedo evitar sentir miedo por si otra vez voy a vivir un embarazo...yo solo- confesó el joven.
-No te vas a quedar solo- repuso Derek.
-¿De...de verdad?- preguntó el joven con temor en sus ojos.
El azabache arrimó su boca a la suya y ronroneó:
-No pienso irme de tu lado. Nunca más-
Impetuosamente Paddy le rodeó por el cuello y se lo atrajo hacia sí susurrando:
-Huye otra vez y pongo precio a tu cabeza, chucho-
-Grrrr- gruñó de nuevo Derek antes de sellar los labios del moreno menor.
En el acto le embistió de un solo golpe para oírle dar un quejido dentro de su boca.
Mejor si lo mantenía callado, no fuera a ser que los demás oyeran.
Aunque si lo pensaba bien...
Solo estaban Scott, Liam y ese chico quimera...Theo, así que estaba seguro que ninguno se percataría del olor.
Además, los tres se encontraban fuera vigilando a Alex e Ian.
No sabía a dónde o a qué fueron su tío y Jackson pero tampoco preguntó. Dedujo que, al igual que ellos, su tío y el ex-Kanima tenían un "asuntillo" que resolver.
La culpa de su calentón, en parte, había sido de ellos.
Derek los había olido...
Y casi se cae desmayado del intenso aroma a sobreexcitación que desprendían.

En segundos, la cocina estaba envuelta en los gemidos de uno y los gruñidos y bufidos del otro.
No sabían cuanto tiempo tenían pero esperaban que el suficiente como para no tener que ser demasiado rápidos...

-¿Qué están haciendo?- preguntó el rubio Beta girandose a Scott.
Theo, al lado de Liam, observaba atentamente a los dos niños, viéndolos alejarse poco a poco hasta el borde del bosque.
-Derek dijo que tenía que arreglar un tema delicado- refirió el Alfa.
Theo, girando muy lentamente la cabeza hacia él le miró como diciendo "Y será verdad que no lo sabes"
-¿Scott?- llamó el quimera ganandose la atención del hispano -¿Alguna vez...te ha dado por usar el olfato en condiciones?-
Ambos, Alfa y Beta, se lo quedaron mirando fijamente.
-¿Por qué dices eso?- preguntó Liam.
Theo le lanzó una mirada poco tranquilizadora además de una sonrisa de lo más perversa.
Liam se tensó y abrió los ojos como platos.
-Luego te hago una demostración a solas- repuso Theo sin borrar la sonrisa de su rostro.
Liam tragó saliva con dificultad para de repente sus mejillas colorearse.
Scott, confundido, no entendía la reacción de su Beta pero...
No le dio mucha importancia.
Regresando la vista a los dos únicos niños, de momento, les observaba jugar...
"Miedo me da cuando sea el mío" pensó para sí.

Ian alzó la cabeza justo cuando vio aparecer en la linde un animal de larga cola y colores marrones.
Una ardilla.
El niño dio una risita y señaló a ésta.
Alex, siguiendo la dirección de su dedito, también la vio.
De inmediato, el pequeño, se levantó y se dirigió rumbo a la ardilla.
-Ian no te vayas- llamó Alex yendo tras él.
Los dos niños, uno tras otro, anduvieron hacia la pequeña ardilla.
Sin sospechar que alguien aguardaba pacientemente a que cruzaran el borde del bosque.
Theo, por su parte, notó un aroma raro aparecer en el aire al cambiar éste de dirección. Liam, al igual que él, elevó la cabeza y miró fijamente a los menores.
-Huele...-
-...raro- terminó su frase el quimera.
Scott, arrugando la nariz, agudizó su olfato.
Clavando los ojos en los pequeños, apenas si Ian pisó la entrada del bosque...
La vieron.
Vieron a una mujer.
Alta. De cabello claro. Y sonrisa perfida.
-Ooh mierda- se lamentó el Alfa.
Theo junto a Liam se fueron poniendo en pie a la vez que cambiaban a su fase beta.
Scott, pegando un bote de su lugar, exclamó:
-¡Es Kate!-
-No sé quién es Kate- gruñó Theo -Pero no voy a jugarme el culo por dos mocosos que nos han mandado cuidar-
Lanzando un rugido echó a correr hacia los niños siendo seguido por Liam.
Scott no se quedó quieto y fue con ellos.
Kate, viendo lo bastante cerca a ambos pequeños, actuó rápido y...
Agarró a Ian.
Alex, se quedó paralizado viendo al menor lloriquear y removerse entre los brazos de aquella mujer.
-¡Déjalo!- ordenó.
Kate, mirando divertida a Alex, y con el otro bien sujeto, dijo:
-Tranquilo pequeño, soy amiga de tu padre-
Alex la olió viendo que no desprendía buen aroma.
-Deja a Ian- mandó frunciendo el ceño.
-Owww, eres idéntico a tu padre- resolló ella sin soltar al pequeño.
Los otros tres ya estaban cerca pero...
-¡Que dejes a Ian!- volvió a repetir Alex.
-No creo que estés en condiciones para darme órdenes, mocoso insolen...¡Ay, maldito...enano!-
Ian, asustado como estaba, había sacado sus colmillos y había mordido a la mujer en un brazo.
Kate, sin vacilar, lo soltó haciendo que cayera al suelo tremendo golpe.
Ian seguía llorando a causa del dolor y el miedo.
Rápidamente, Alex lo agarró justo cuando los otros tres llegaban a su lado.
-¡Corre Ian, vete con ellos!- mandó Alex empujando al niño.
Kate lanzó un rugido...
Antes de que Scott, Theo y Liam pudieran actuar, ella agarró de un brazo a Alex, lo sujetó en peso aún con éste retorciéndose y gruñendo, miró a Scott y los otros dos y repuso victoriosa:
-Un placer volverte ver...Scott-
Después se perdió con Alex entre los árboles.
Theo, miró al Alfa mientras Liam, con Ian entre los brazos, trataba de consolarlo.
-Genial McCall- resolló.
Scott, girandose hacia la mansión, entró en pánico.
¿Cómo le decía a Derek que Kate había secuestrado a Alex?
Ni corto ni perezoso, echó a correr hacia la mansión para poner sobreaviso al lobo.

En medio del postorgasmo, ambos morenos se recuperaban.
Derek besaba con ternura al joven mientras éste recibía con gratitud sus besos.
Irrumpiendo en la cocina y provocando que Derek se enojara, Scott no se anduvo por las ramas y anunció:
-Kate-
Nada más oír el nombre, Derek soltó a Paddy y salió pitando de la cocina.
El joven, arreglándose la ropa, fue tras él.
Solo vieron al quimera y al Beta con el hijo de Peter y Jackson, lloroso y asustado.
-¿Dónde está Alex?- inquirió Derek.
Liam y Theo no respondieron.
-Kate se...se lo ha llevado- dijo la voz del Alfa desde atrás.
Al mismo tiempo, lobo nacido y humano, se giraron a él.
-Lo...lo siento, no...no nos dio tiempo y...- se disculpaba Scott  viendo como la cara de Derek se iba ensombreciendo de furia.
Paddy, entrando en pánico, sintió como la mente empezó a nublarsele. Cada vez más y más.
-¿¿CÓMO QUE NO OS DIO TIEMPO??YO ESTABA AQUÍ SCOTT- increpó Derek visiblemente enfurecido.
-No...no pensé que...-
Paddy sufrió un colapso para casi ir a parar al suelo.
Por suerte, Derek logró evitarlo sosteniéndolo entre los brazos.
Y lanzó una mirada mortífera al Alfa.
-Por donde...-
-Se...se adentró en el bosque con...él- señaló Scott.
Miró al desmayado joven para después hacerlo al Alfa.
-Llama a los demás y diles que quiero verlos a todos en el loft- ordenó.
Scott asintió.
De inmediato, Derek alzó en peso a Paddy y salió pitando rumbo a su coche.

ALEX HALEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora