MALAMENTE - Cap.1: Augurio.

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Vegas se sentía extraño.

Desde hace cinco semanas que tenía unos extraños calambres en el vientre y una extraña picazón en la parte de atras de su cuello.

Cuando visita algún club nocturno los alfas se le acercaban y le decían

-Omega no ocultes tu aroma.

Enojado los agarro de la camisa para empujarlos y asi masacrar su maldita cara engreída.

Otro punto es que su ciclo de calor se había retrasado, asumió que era por estrés.

-¿Estas bien hermano?-. Macao lo vio extraño, el alfa mostró una mueca de dolor mientras trataba de ejercitarse en el patio de la casa menor.

-S-si Macao, creo que es un resfriado-. Vegas trataba de quitarse el exceso de sudor en su frente, se sentía caliente.

O tal vez mi ciclo de calor...

No soporto el aroma de los omegas y betas asignados para pasar su ciclo.


-Damn.

Otro llamada perdida, le está fastiando mucho lo dependiente que se volvió Tawan. Esta arruinando sus planes, y no tiene tiempo para verlo en la casa en común donde siempre se citan.

-Esta sonando otra vez tu celular Vegas. El alfa apago su celular y siguió comiendo su Pad thai viendo distraídamente el paisaje del restaurante.

.

-But this wasn't the fuckin plan!

Vegas empujo con fuerza al alfa y le disparó varias veces. El bastardo le había picado con algo el cuello.

Le desagrado la sonrisa maniaca que tenía Tawan, como si algun objetivo haya sido concretado.

No lo quería vivo, ya había hecho su parte en todo este tiempo.

Al salir del almacén no le presto mucha atención como sentía caliente el cuello, era más importante llegar a la casa menor y torturar un rato al infiltrado que tuvo la valentía de entrar a su oficina.

.

Pete estaba un poco asustado, era un hecho que los guardespaldas que entraban a investigar a la casa menor no salían vivos. Pero, tampoco quería ser torturado hasta el alma.

-El señor Vegas, ya viene.

Escuchó murmurar a un beta.

Está jodido, Vegas lo iba a torturar.

Las descargas eléctricas eran sofocantes, recorrían todo su cuerpo hasta sentir pulsar las venas de su sien.

En su delirio sentía un aroma dulce, azucarado, frutal.... Delicioso.

El sonido de un fuerte golpe lo despertó, Vegas tocaba su mejilla mientras su padre lo insultaba.

Por un momento su alfa gruño haciendo voltear al padre de Vegas, captando su atención.

-Deshazte de él y te vas a la casa de seguridad Vegas-. De un portazo salio el alfa mayor.

-Te iras conmigo.

Lentamente se acerco a Pete, jalandolo del pelo.

Observo a Vegas marcar un numero en el telefono; abriendo los ojos sorprendido al ver que era su abuela.

Vegas le extendió el telefono para que hablara con ella y le explicara que se iba a ir de vacaciones.

Sin pensarlo Vegas se acerco mas al cuerpo de Pete, no entendía porque sentía un aroma tan atrayente, paso su lengua por todo el largo del cuello del alfa.

Gimió al sentir mas denso el aroma a jazmin, al notar su acción se separo del alfa.
-Llevenlo a la casa de seguridad Betas-. Salió rapidamente de su cuarto de tortura, sonrojado y consternado por su acción.

.

Casa de seguridad, 3:00 am.


Pete miro con curiosidad al erizo.

-Se ve en mejores condiciones que yo. Penso con gracia mientras veía al pequeño animalito comer.

No sabía cuantas horas llevaba en esa habitación pero ya no aguantaba sus muñecas, estar amarrado y tener todo su peso equilibrado en sus brazos es doloroso.

Se quedó dormido, Vegas entro al cuarto viendo con una sonrisa cariñosa al erizo, cambiando sus facciones al ver al alfa.

Vegas pateó fuertemente una de sus costillas, haciendo despertar a Pete.

-Buenos días.

Una sonrisa sadica fue lo primero en ver al despertar de esa ruda manera.

-Te traje comida.

Menciono simple Vegas agarrando con una mano un tazón de aluminio.

Pete ignoro lo ultimo, no quería comer nada proveniente de Vegas. Eso le molesto al alfa agarrando de manera brusca un puñado del lacio cabello de Pete, para así inclinarlo al tazón de comida.

-Es una fuckin orden.

Grito Vegas al sumergir la cara del alfa al tazón hasta hacerlo patalear, al parecer se esta ahogando.

Débil.

Con una sonrisa al soltar al alfa, Pete tosía y trataba de sacar los granos de arroz que se metieron a su nariz, viendo rojo al alfa parado enfrente suyo.

-¿Que quieres de mi?.

El grito de Pete se escuchó más como un rugido, haciendo temblar un poco las piernas al alfa.

Vegas estaba sorprendido con lo dominante que se había escuchado el alfa. No quería que notara esa extraña reacción de el, asi que le sonrío.

-Solo divertirme con mi nueva mascota. Dijo con una sonrisa socarrona para así salir de manera rapida del cuarto.

Pete pensó que se esta volviendo loco, había sentido un dulce aroma otra vez, como si un omega estuviera en pre calentamiento.

Un omega buscando al alfa mas fuerte.

Vegas se sentía asustado con la reacción del alfa cautivo; entro al baño en conjunto a su habitación. Otra vez el doloroso calambre en su vientre, sentía algo húmedo en su parte baja.

De forma rapida se quito sus pantalones negros y el boxer, sorprendido por la repentina humedad; no cree que se haya orinado.

Vamos eso es vergonzonso y ya es un adulto.

Paso sus dedos temblorosos hasta su trasero, ahí sintió la humedad mas fuerte; uno de sus dedos recogió un poco de la mancha.

Vio con curiosidad el flujo, transparente, viscoso, casi como lubricante.

¿Qué?

Rompió el hilo de pensamientos y se limpio adecuadamente, tiene algo mas importante que hacer y es usar a su nueva mascota y cuidar a su adorable erizo.

Su alfa interno esta enojado, mucho maltrato, tortura y burla por un simple

¿omega?

El sabía que toda la familia de mafiosos eran Alfas, no entendía porque sentía el aroma dulzón.

Aturdido por la luz que entro por la puerta, observo como Vegas alimenta y acaricia al erizo.

Sentía el aroma de otro alfa en el cuerpo de Vegas, eso le irritó por alguna razon.

 

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