Extra

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"𝓔𝓵 𝓳𝓸𝓿𝓮𝓷 𝓺𝓾𝓮 𝓭𝓮𝓻𝓻𝓪𝓶𝓸 𝓼𝓾 𝓵𝓵𝓪𝓷𝓽𝓸."


150 años después...

—General Guang Ming, queremos ser como usted.— un montón de niños pequeños estaban reunidos rodeando animadamente al mencionado que descansaba en su trono en el salón principal de las calamidades supremas.

—¿Quieren ser como yo? ¿Porque?— se agacha interesado para presentar su atención a los infantes.

—Usted es una calamidad fuerte, temida y admirada.— responde un pequeño fantasma sosteniendo una espada de su tamaño hecha de madera.

—¿Y eso que tiene de bueno?— pregunta con una ceja en alto y la boca estirada.

—Eso es genial.— responde un niño humano muy entusiasmado.

Se lleva una mano al mentón como si no estuviera convencido —Mmm... ¿Saben que es genial realmente? La princesa de la lluvia, es una calamidad fuerte como yo pero honrada y humilde, ella y sus agricultores son más geniales que yo, gracias a su actividad agricultora y ganadera jamás pasamos hambre.—

—¡Si! Nosotros queremos ser como ella.— dice un grupo de niños tanto niños y niñas humanos y fantasmas.

—Bien dicho niños, ¿y ustedes pequeñas?— se dirige a un pequeño grupo.de niñas un poco tímidas por el acercamiento.

—Queremos ser como la señora del viento oscuro.— responde la más pequeña de mejillas sonrojadas.

—Ho Ho, ¿Y por qué?— levanta una ceja y pregunta con una mirada coqueta.

—Ella nos cuida y nos consciente, la queremos mucho.— responde otra niña sosteniendo sus mejillas ilusionada de solo pensar en su señora.

—Interesante, y creo que nos falta alguien, ¿No creen?— pregunta hacia los niños curiosamente por qué ya sabía a quién se refería.

Todos los pequeños empezaron a pensar tratando de averiguar a quien se refería —Mmm...—

Bufa con desaprobación y se echa en su trono —¿Su alteza..?— termina completando.

—No podríamos ni llegarle a los talones, es demasiado... ahh...— el pequeño se queda pensando cómo de decirlo sin ser ofensivo con la sensible conciencia del príncipe de las flores.

—Lo se, lo sé, bueno regresen a sus deberes o con sus madres.— corre a los niños y estos se van corriendo.

Se echa en su trono para descansar antes de volver a hacer sus misiones.

—Asi que... ¿Usandonos cómo ejemplos a seguir de los pequeños?— una voz se escucha justo junto a el pero no sé inmuta, se acomoda adecuadamente para saludar formalmente a su "pareja"

Se inclina levemente —No me culpen a mi, ellos lo dijeron... Es nuestra culpa por ser tan bondadosos con ellos.—

Regresa respetuosamente el saludo —Puedes decirles que pueden ser mucho mejor de lo que somos.—

—Tienes razón pero deben ir por escalones y creo que nosotros somos el siguiente escalón.—

—Su alteza regresará pronto, ponte presentable para recibirlo iré a ver a Qingxuan.—

—Bien, por cierto llévale ésto de mi parte.— saca de su manba una caja de labial y se lo entrega, a lo que ella levanta una ceja dudosa de las acciones del general.

Entendió las supongo de la princesa y rápidamente sacude sus pensamientos avergonzado —No me malentiendas, me lo regaló una de las nodrizas en señal de agradecimiento.—

𝓐𝓺𝓾𝓮𝓵𝓵𝓸𝓼 𝓭𝓲𝓪𝓼 𝓭𝓮 𝓹𝓪𝓵𝓪𝓫𝓻𝓪𝓼 𝓿𝓪𝓬𝓲𝓪𝓼.Where stories live. Discover now