¡¡ℜ𝔢-𝔢𝔫𝔠𝔞𝔯𝔫𝔢 𝔢𝔫 𝔢𝔩 𝔪𝔲𝔫𝔡𝔬 𝔡𝔢 ℌ𝔞𝔯𝔯𝔶 𝔓𝔬𝔱𝔱𝔢𝔯!!

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HABIAMOS LLEGADO A UNA ESPECIE DE FÁBRICA ABANDONADA, NO FUE DIFÍCIL ABRIR PARA INGRESAR. Estamos cansados y por mi parte hambrienta, supongo que Harry a de estar igual.

── Ten ──extendí una de las tantas cajas de galletas que aún no he vendido── Supongo que debes tener hambre ──solté encogiéndome de hombros mientras caminaba hacia una pila de cajas── No tienen veneno, por cierto ──dije al ver que no había abierto la caja aún.

Revisé las cajas dándome cuenta que su contenido eran telas, registré las demás cajas cuyo contenido era casi el mismo, pues el contenido variaba entre maniquíes de ensamble, agujas, hilos, máquinas de costura en las cajas más grandes.

── Posiblemente esté se convertirá en nuestro hogar ──mencioné sentándome sobre una de las cajas llena de telas── Por el momento contamos con cincuenta euros, no es mucho pero ya veré qué podemos hacer para conseguir más dinero ──alegué aceptando la caja de vuelta.

Las manos de Harry temblaban mucho y eso me preocupaba. Me moví rápido para llegar a él cuando sus ojos se pusieron blancos y caía hacia atrás.

── ¡Carajo! ──exclamé cuando pude atraparlo de darse un buen golpe en la cabeza debido a la caída, puesto que había perdido la consciencia.

Lo acomode de modo que no se ensuciara tanto con el polvo acumulado en todo el lugar y fui a buscar en las cajas un telar para extenderlo cuan grande era en el suelo y poner sobre este a Harry.

Una vez hecho eso, me dispuse a quitarle la ropa hasta dejarlo en ropa interior y casi llorar con todos los moretones y hematomas que presentaba en casi el 90% de su pequeño cuerpecito.

Por suerte había puesto había robado un botiquín de los tantos que las matronas tenían en la enfermería y del que no daban usos más que para ellas mismas y solo dejaban los yodos y algunas gasas a los niños que "cuidaban".

Había tenido un extraño presentimiento esa mañana y fue este mismo el que la orilló a hurtar el botiquín, ahora agradecía mucho haber obedecido ese presentimiento puesto que con este mismo estaba atendiendo las heridas de Harry.

── Quisiera poder hacer más por ti, Harry pero no cuento con los medios para lograrlo ──solté un suspiro pesado mientras pasaba el antebrazo por mi frente para quitar cualquier rastro de sudor── Ahora solo queda esperar a que despiertes ──dije sin recibir una respuesta, obviamente.

Cerca de las seis de la tarde Harry por fin despertaba y al tratar de levantarse tuve que acercarme para ayudarlo y que no se lastimara más de lo que ya estaba.

── ¿Cómo te sientes? ──pregunté tomando el botiquín para sacar un sobre de pastillas para el dolor del cual cojí una para dársela a Harry junto a una pequeña botella de agua potable que traía conmigo.

── Gracias ──soltó luego de tomar la pastilla, solo asentí en compresión── ¿Cuánto llevo dormido? ──preguntó curioso.

── Unas cuantas horas ──respondí encogiéndome de hombros.

── Dijiste que responderías mis preguntas ──soltó Harry con cierto temor en su voz. Luego de un pequeño silencio que se había instalado entre los dos.

── Adelante, dispara ──dije para acomodarme mejor en la caja── Responderé lo que quieras, con la verdad puesto que no tengo motivos para esconderte nada ──aseguré.

── ¿Qué fue todo eso que le dijiste a mi tía? ──preguntó curioso.

── Ujum ──emití── Esa es una muy buena pregunta, Dorothy ──solté mirando el techo telareñoso del lugar, ¿Cuánto tiempo tendrá de abandonado? Ni idea, pero a lo mucho unos dos años── Dije que te diría la verdad y no pienso mentirte, la cosa está en si me creerás o no ──solté un suspiro para mirarle── Verás, existen muchos universos, cada uno de esos universos es diferente o un reflejo de otro universo, por ejemplo: aquí puedes ser un mago poderoso con una profecía sobre tus hombros y en otro universo puedes ser una estrella de cine ──expliqué── ¿Entiendes? ──pregunté esperando que si pudiera entender lo que trataba de decirle.