02.- Padre

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1037.


02.- Padre

Anarka le miraba como si desaprobase su mera existencia, pero no decía nada. Jagged se rascó la nuca nervioso mientras la voz clara de Luka tapaba los susurros tímidos de Juleka. Era extraño y algo complejo comunicarse con un par de adolescentes, en realidad, no lo era tanto con Luka como con Juleka.

La muchacha encogida sobre sí misma se pasó un mechón tras la oreja, su mirada huidiza se posó un instante en él, para fijarse al instante en el suelo.

—Oye, Juleka —musitó el músico meciendo la mano en el aire con suavidad—. ¿Cuándo tenéis esa semana libre de la que me hablasteis?

Dio un pasito atrás sobresaltada, Anarka, desde la distancia, soltó un bufido molesta.

—Es el mes que viene —contestó Luka posando con suavidad la mano sobre el hombro de su hermana.

—¡Genial! Quería proponeros algo si es que vuestra madre está de acuerdo.

Los ojos de ambos adolescentes se clavaron en ella, en una muda súplica para que aceptase el plan, fuera el que fuese. Al fin y al cabo, no paraba de recriminarle por no pasar suficiente tiempo con ellos.

—Voy a hacer un par de conciertos en Washington, en mi ciudad, y me gustaría enseñaros donde nací y crecí. También visitaré la que fuera mi escuela.

—¿No puedes hablarles de tus desventuras infantiles aquí? —farfulló Anarka sin acercarse.

—¡Vamos, Nanarki! Siempre te quejas de que no paso tiempo con los niños, que estoy demasiado centrado en mi carrera.

Juleka murmuró algo ininteligible.

—¿Estás segura, cariño?

De acuerdo, era un padre desastroso, era incapaz de entender los murmullos de su hija, algo que Anarka parecía comprender a la perfección.

—Sería genial, mamá —intervino Luka.

—Muy bien, de acuerdo entonces, les dejaré ir contigo.

»Lavaros las manos, vamos a comer.

Se sintió liberado de la presión que le oprimía el pecho. Aunque no podía cantar victoria, aún tenía que sobrevivir a la comida y a lo que fuera que le hubiese preparado su ex para después.

La comida transcurrió en una inusual paz. La conversación con Luka era fácil y poco a poco, Juleka pareció abrirse un poco más, a pesar no participar activamente, cuando decía algo se le entendía.

Bajó la guardia, aunque sabía que era una mala idea hacerlo.

Anarka mandó a los niños a hacer los deberes y le retuvo, bloqueándole el paso hacia la pasarela, para hablar a solas. Aún con la guardia baja, Jagged, pensó que iba a darle una palmadita en la espalda por lo bien que había ido aquella comida y por la idea de mostrarle a sus hijos de dónde venía.

—Alto ahí, vaquero.

—Vaquero. Hacía años que no me llamabas así —musitó y sonrió, había usado aquel apodo para molestarle, nunca le confesó que le gustaba en realidad—. ¿Estamos bien?

—No —replicó rotunda—. Escúchame atentamente porque esto te lo voy a decir sólo una vez, no tendrás una segunda oportunidad ni aunque te pongas de rodillas y me supliques.

»Eres su padre, no su amigo. Tienes que ser responsable, ponerles límites, velar por su seguridad.

»Si les pasa algo serás el único responsable.

»No son tu dichoso cocodrilo, no le traspases tu responsabilidad a esa pobre chica que se pasa el día corriendo detrás de ti arreglando todos tus desastres como si fuese su deber cósmico.

Ella alzó un dedo amenazante cuando él abrió la boca para hablar.

—No te atrevas a herirlos en modo alguno o una patada en la entrepierna te parecerá más apetecible que lo que te espera al regresar, ¿nos hemos entendido, vaquero?

—No voy a cagarla. ¿Por qué siempre esperas lo peor de mí?

—Porque eres un irresponsable, inmaduro, que sólo piensa con su guitarrita.

—Nanarki, no tengo ninguna intención de cargarme esta oportunidad. He madurado, un poco, al menos. Ya verás, lo haré perfectamente.

Ella disintió como si sus palabras fuesen absurdas.

—Ten mucho cuidado con Juleka, es muy frágil.

—Es una chica fuerte, no es de cristal. No creo que le haga ningún bien que la protejas entre algodones de color rosa.

—¡Qué sabrás tú! ¿Estabas ahí cuando te necesitó? No, no lo estabas. No sabes por lo que ha pasado.

Jagged cuadró los hombros y frunció el ceño.

—¿Me estás recriminando que no estuviera allí cuando fuiste tú quien me hizo mantenerme al margen? Porque te recuerdo que quise hacerme responsable y tú me ordenaste no interferir en sus vidas, ¿te acuerdas? —soltó con acritud—. Nada de visitas, nada de regalos. Silencio absoluto durante los últimos catorce años.

»Cumplí con tu deseo, a pesar de no estar para nada conforme. Así que ahora no me vengas con esas.

—Habrías sido un padre terrible.

—Tal vez sí, o tal vez no. Nunca lo sabremos, ¿verdad?

Ella se limitó a sacudir la cabeza, se hizo a un lado permitiéndole el paso de nuevo.

—Lárgate. Más vale que no hagas que me arrepienta de dejarles ir contigo.

—Ya lo verás, te quedarás tan sorprendida que te caerás de culo sobre la cubierta.

—Sí, sí, piérdete, vaquero.

Hundió las manos en los bolsillos con gesto orgulloso y confiado, no había habido réplica, eso significaba que era el vencedor de aquella batalla. Iba a hacerlo bien, y con los consejos de Penny todo sería perfecto.

Dejaría que los niños le conocieran, a la persona real, no al músico extravagante que se comportaba como si fuera el maldito centro del universo. Lograría que el impacto de aquellos catorce años de ausencia se redujese al máximo.

Primero definiría su estrategia. Con Luka era muy fácil todo, era un chico estupendo, muy sensato y abierto, estaba dispuesto a escuchar y a hablar, aunque eso no significaba que no existiesen algunos límites. El desafío real era Juleka, la chiquilla extremadamente tímida e introvertida que se escondía tras su flequillo se encorvaba y murmuraba palabras de manera incompresible. Conseguiría que se sintiera cómoda con él y que confiase lo suficiente como para sentarse juntos y entablar una conversación, no tenía por qué ser una profunda, se conformaba con que le hablase de sus deberes.

Por ahora regresaría al hotel, le daría a Penny las fechas para el viaje y juntos lo prepararían todo.

Se convertiría en el mejor padre del universo.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Segundo día y ya tenemos a dos adultos discutiendo como un par de críos. Reinventaré un poco el canon porque hay detalles que me chirrían mucho, así que todo lo que no encaje está hecho a propósito.
Nos leemos mañana.


Familia Errante - Fictober 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora