| Capítulo 10

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El lunes tuve una junta muy temprano, estábamos viendo la posibilidad de extendernos al extranjero y ya se había adquirido un gran terreno en Londres para la construcción de un nuevo hotel, el primero que se construiría, así que nos turnaríamos para ir a supervisar como marchaban las cosas.

Por la tarde almorcé con Tu y le conté como había estado la fiesta, se lamentó no haber podido ir, pero había sido el cumpleaños de su hermano y había viajado para celebrarlo con él, así que se fueron a un bar en compañía de amigas y amigos de ella.

Estaba en mi oficina un tanto desesperado, eran como las 6 de la tarde y miraba el celular esperando a que sonara en cualquier momento, esperaría hasta las 7:30 y si él no me llamaba, yo lo haría, no podía esperar otro día por verlo. A la media hora sonó y era número restringido, dude en contestar pero finalmente lo hice. Cuando me di cuenta que no era él dije que esa noche no podía, sonó tres veces más y repetí el procedimiento, no me interesaba ver a otra persona que no fuera él.

Poco después de las 7 la llamada que había esperado- casi todo el día- llegó. Sin saber porqué había guardado su número como "Ángel" , simplemente había sido la primer palabra que se me ocurrió. No duramos mucho hablando, quedamos de vernos a las 8 p.m. en el mismo hotel. Así que apagué la computadora y salí de la oficina. Bajé al estacionamiento y me sorprendió ver a Dave recargado sobre mi auto.

— ¿Qué quieres? — pregunté serio.

— Vengo a decirte que ya no tienes que preocuparte por él.

— ¿Tan rápido lograste meterlo a la cárcel?

— No, está muerto.

— ¿Qué? — Exclamó más que impresionado y lo miré estupefacto. No podía creer que desconociera tanto a Dave, jamás me imaginé que fuera capaz de llegar a ese extremo con tal de que su imagen no fuera dañada.

— No me mires así, yo no tuve nada que ver, fue cosa del destino.

— ¿Qué fue lo que pasó?

— No se dio cuenta que su auto se quedó sin frenos así que se estampó en un puente, lo rescataron con vida, pero al parecer en el hospital hubo una equivocación, no supieron que era alérgico a un medicamento y eso fue lo que le ocasionó la muerte sin que pudieran evitarlo. — Explicó como si me estuviera dando el estado del tiempo.

— Era un mal nacido, pero tampoco para desear su muerte.

— Creo que tenía muchos enemigos, cuando se es estafador ese es el riesgo, ¿Puedes darme las fotos por favor?

— Están en mi departamento.

Miré el reloj y faltaba media hora para mi cita con el desconocido, pero con tal de no averiguar de qué era capaz Dave, le dije que fuéramos por ellas. Manejé a toda velocidad- en silencio- en la Universidad él había sido el típico chico que molestaba a los nerds y les hacía bromas. Ahora no confiaba mucho en él, creo que fue un error haber acudido a Dave, pero se veía tan tranquilo.
Llegué al edificio y subí rápidamente por el sobre con las fotos, bajé, se lo entregué y sonrió satisfecho.

— Gracias Bright, ahora ya estamos en paz tú y yo, sin nada que nos preocupe. — No pude responderle nada. — Tranquilo, tú y yo seguimos siendo amigos, no pasa nada, olvidemos este mal episodio.

— Voy a otro lugar, ¿quieres que te deje en algún lugar?

— No, gracias, donde me estoy quedando no está tan lejos de aquí, me puedo ir caminando.

— Adiós, Dave. — Dije subiendo a mi auto, no podía perder más tiempo.

Miré por los espejos retrovisores y vi como Dave sacaba un encendedor y quemaba las fotos.
Conducí a toda prisa al hotel, ya eran 8:05 p.m., así que cuando llegué dejé mi auto al Valet Parking, no podía perder más tiempo estacionándolo yo. Entré y vi que él estaba por salir. Le sonreí, se veía tan sensual.

Libre hasta que tú apareciste en mi vida | BrightWin | Adaptación ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora