⊏Completa la primera parte (en edición)⊐
¿Acaso podría dejar ir a su dolor de cabeza? ¿Como dejar ir aquellos ojos color durazno?
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Para Dmitry sentir el tacto tembloroso de aquella coneja que intentaba ser fuerte, se volvía una obse...
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Welcome peachie
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Omnisciente
Un pobre Dmitry abrió las puertas de su castillo queriendo saber quién fue el responsable de que su conejita no estuviera lejos de él, se alivió solo al verla dormir en el nido que él había estado preparando para sus cambios por esa especie tan complicada que ahora la dominaba. Con una mirada sería repaso a cada uno de sus guardias que miraban con preocupación al saber si su reina no había sido herida, Dmitry no encontró a su abuelo entre la gente de su confianza, por lo que solo se giró para buscarlo en el castillo.
Tan solo pendía de un hilo su enojo y su postura, aunque no quisiera, eso había sido tan peligroso que dejar a su hembra sin nada de protección fue algo que no podía pasar fácil. Estaría más que adolorido si llegaba a ver después de ese eclipse que su pareja solo eran pedazos, no tendría corazón para que todos sintieran el dolor que él sentiría por perder de nuevo a alguien que ama.
Llego sin pensarlo a su despacho, tenía el presentimiento que su abuelo estaría ahí con una sonrisa complacido de tener por seguro un bisnieto. Ya que esa es la principal función de esos eclipses para la realeza de Bylsorm, con pasos secos se detuvo enfrente de la puerta que se encontraba entre abierta y cuando abrió más la puerta miro a su abuelo sentado en su silla mirando por la ventana el paisaje que se veía.
— Extrañe este lugar, hace mucho que no tenía la vista del país que una vez goberné —se giró sobre la silla mirando a su nieto—. Parece que todo estuvo bien. No pienses que no sabía nada, la regla solo se creó para que tu pareja no estuviera débil, ¿cómo te darías cuenta de que ella no soportaba?, las historias de canibalismo solo pasan con simples mortales —.
— Aun así —lo interrumpió—, no crees que es bueno pensar en las consecuencias que podrían haber ocurrido. ¿Y si ella moria en mis manos? —.
— Se te olvida que yo soy un jaguar, yo sé más que tú sobre lo que sucede en los eclipses, he pasado por unos 10 a lo mucho. Mi amada es alguien difícil, así que es obvio que esta regla se creó por su seguridad y la de otras. Aun así, sabíamos que tú podrías, tienes mucha fortaleza como para dejarte llevar por instintos tan primitivos —.
— No quiero que esto vuelva a ocurrir —.
— Que serio, pensé que estarías más emocionado. Serás padre, deberías de agradecer a tu abuelo. Si tan solo hubiéramos hecho de las nuestras, te aseguro que tu madre fuera otra mujer y tendrías una familia —.
— Espera... —trago en seco—. Eso quiere decir que no fue tanta coincidencia que Olivia y yo nos conociéramos —.
— Solo mandar a alguien a disparar y convencer de que ella conozca el pueblo... podríamos decir que hasta la renta le dimos gratis —.
