EPÍLOGO

104 8 0
                                    

" Ama a quienes amas mientras los tienes. Eso es todo lo que puedes hacer. Déjalos ir cuando debes. Si sabes como amar nunca escaparas ".

--- Ann Brashares.


Cuenta la leyenda que desde que nacemos Cupido ata un hilo rojo a nuestro meñique y al de nuestra alma gemela. Este podrá estirarse y contraerse pero jamás romperse, haciendo que esas almas gemelas se encuentran en esta y otras vidas más.

🌸🌸🌸

3 años después.

- Han pasado tres años desde que te fuiste y aún sigues doliendo como él primer día. En verdad lamentó haberte hecho pasar por eso y yo actuar como si nada mientras tu sufrias, no sabes cuanto me arrepiento de eso, sí yo no te hubiese rechazado ahora seríamos novios y pronto nos casariamos. Tu papá se mudó con tu tía después de tu entierro, dijo que no soportaba estar en el departamento donde vio morir a las personas que más amo, Chifuyu entró en depresión e intentó suicidarse para estar contigo; su mamá lo encontró y lo llevo al hospital antes de que fuera tarde, la señora Jun también sufrió mucho desde tu muerte ya no tenía con quien hablar y su amigo se fue, mi mamá se molestó conmigo y no me hablo durante un tiempo; después de todo yo había causado la muerte de la única chica que se la pasaba con ella. Todos los de la ToMan vienen a visitarte cada que pueden y se sientan a comer.- el azabache dejó aquellos girasoles en la lápida, acomodando la foto y limpiando las hojas secas que habían caído del árbol. - Ya tengo que irme, me alegro haber platicado contigo un rato, Chifuyu te manda saludos y espero que me perdones.- terminó de hablar para después pararse y caminar hasta la salida del cementerio. Antes de salir sintió una brisa que choco contra su cara y después escucho aquella risa. Volteo su vista logrando ver la silueta de su amada, quien le sonreía como lo hizo el día que la rechazó.

Sonrió con nostalgia y limpio una lágrima, estaba dispuesto a dejarla ir, aceptar su muerte y vivir con su error para aprender de el.

- Adiós, Akina- susurro marchándose. De camino a su casa se soltó una fuerte lluvia por lo que se detuvo en un café, viendo como toda la gente corría de un lado a otro refugiandose de la lluvia. Cuando la lluvia se calmó un poco siguió con su camino, pasando al lado de una chica, sintiendo un jalón, haciendo que ambos se detuvieran.

- Hola- le saludo el azabache.

- Hola, te conozco?- pregunto la chica de cabellos rubios.

- No- respondió.

- Pero siento que ya te he visto antes- dijeron ambos sonriendo, la chica se acercó más tapando al azabache con su paraguas.

- Te estás mojando- le dijo con una sonrisa, mostrando el hoyuelo en su mejilla izquierda, lo que lo hizo recordar a su amada.

- Quieres que te acompañe a tu casa?- pregunto y la chica asintió bajando su paraguas, pues la lluvia ya había cesado un poco, dejando ver un arcoiris.

- Claro, sólo déjame ir a comprar unas cosas- ambos fueron rumbo a una veterinaria. Y después se dirigieron a la casa de la rubia.

- Aquí es muchas gracias, espero no te hayas desviado de tu camino -

- No, de hecho vivo en el cuarto piso -

- Me alegro yo vivo en el quinto, departamento B36 -

- Te acabas de mudar cierto? -

- Si, aún estoy acomodando mis cosas pero ayer llegó un gatito negro y se quedó conmigo así que por eso fui a comprarle comida- al llegar a su departamento se despidió del chico y subió al suyo.

- Nos vemos luego emm... -

- Hiroshima Yumei -

- Baji Keisuke- la chica asintió. Al entrar a su departamento buscó al gatito y le dio comida, se quito su chamarra y continuó desempacando. 

Después de un rato tocaron a su puerta.

- Hola -

- Ah, Hola Baji sucede algo -

- Mi mamá hizo estas galletas para ti, y me mando a dártelas -

- Muchas gracias -

- Te gustaría salir a dar un paseo otro día -

- Claro, el sábado está bien tengo una cita de trabajo y estoy libre después de las dos -

- Claro el sábado está bien, donde será tu cita -

- En el veterinario a donde fuimos -

- Esta bien, iré por ti -

Desde ese momento Baji volvió a enamorarse y Yumei también se volvió a enamorar aprendiendo de sus errores. Yumei también había perdido al chico que amaba debido a aquella enfermedad.

Luego de un par de citas más por fin se volvieron novios y luego de cuatro años se casaron formando una familia y adoptaron a tres gatos.

FIN 🌸

PÉTALOS Where stories live. Discover now