Día 2: 2 Worlds/ demon x human

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"Aunque mi alma sea entregada "

Oh, nuevamente esa melodía había sido tocada, en conjunto con las palabras malditas que evocaron su nombre y decidieron traer los secretos del otro mundo hacia un plano dominado por mortales. Aquel ser de caos y maldad, emergía mediante un terrible circulo de invocación que solo fue capaz de alcanzar una parte de su cuerpo físico materializado en una sombra, los cuerpos postrados en sacrificio que yacían extendidos en las mesas de ofrenda, contenían un poder particular que solo aquello con un linaje directo con el señor de la luz podían alcanzar. Le pareció en demás irónico que fuera tan solo una bardada de patéticos seres quienes hubieran arrebatado sus vidas con el fin de traer una parte de él hacia ese mundo, casi podía reír de lo bajo que habían caído por perecer de aquel modo tan estúpido.

Por otro lado, aquellos que le trajeron estaban extasiados, soltando gritos de euforia de su afán finalmente alcanzado. Alzándose entre ellos, se peleaban por decidir quien tendría el honor de ganar su poder.

Ilusos, pensó el demonio de figura difusa mientras observaba los corazones de esos patéticos seres que esperaban con un anhelo enfermizo cumplir sus ambiciones desintegrando la fina estirpe que había sido dueña por milenios de aquel grimorio con el que fue invocado. Sin magia ni posesiones atrayentes, apenas alcanzaban la entrada mínima de su banquete de almas.

Sin embargo, en el medio de toda esa sala infestada de sanguijuelas, un ser diminuto de brillante cabellera alzó su vista, notándolo. Sin importar lo que para ella pareciera, y atada por las cadenas de aquellos que osaron apresarla, una pequeña niña alzó la mano hacía su figura, clamando el favor que todos los otros buscaban invocar.

Rápidamente, aquella entidad comprendió el valor escondido de esta, que, a diferencia de los otros, solo le veía ofreciendo una súplica desesperada, una convicción plagada de tal fuerza, que sintió como su alma se regocijaba de solo imaginar lo que aquella pequeña chiquilla podía ofrecer solo para cumplir sus deseos.

— ¿Qué es lo que deseas? —pregunto, captando la atención de una iracunda chiquilla, su cuerpo tembloroso y magullado apenas podía alzarse en su eje, pero eso no impidió que le mirara, encendiendo el brillo de sus ojos plagados de lágrimas.

—Deseo poder... el poder para poder sobrevivir y dar con los responsables de esta tragedia —habló, haciendo que las personas a su alrededor voltearan a verla, incapaces de creer como tenía la fuerza para levantarse.

— ¿Estas dispuesta a pagar el precio? Pudieras arrepentirte de esto en algún momento —inquirió la sombra rojiza, conteniendo una risa. Sin embargo, la voracidad que hallo en ese pequeño rostro, le indico que quizás no existiría vuelta atrás dentro de ese camino tormentoso.

—Te daré todo lo que este a mi alcance para poder lograrlo ¡toma mi sangre, mi alma, mi cuerpo si así lo deseas! Estoy dispuesta a todo con tal de seguir viviendo y hacer lo que me he pactado—expreso. Y el ser oscuro ante ella, ante el pánico creciente de todos los presentes, simplemente sonrió.

—Como ordene.

Las luces de aquel infame espacio se apagaron, gritos de pánico y desesperación se impusieron sobre la euforia anterior, destruyendo el paraíso que creyeron construido a partir del dolor de otros.

Lo siguiente que la chiquilla pudo observar, fue aquel maldito salón cubierto por la sangre de aquellos que se atrevieron a poner la mano sobre ella y sus seres amados, los cuerpos desparramados, desmembrados e inertes, reposaban a sus pies mientras frente a ella, se materializaba la sombra rojiza que escondía una terrible figura, incapaz de ser visualizada por mucho tiempo sin ocasionar la locura de quien le observase. Aun así, la pequeña princesa le miró sin temor, como si estuviera frente algo trivial, causando un sentimiento de diversión en aquella entidad macabra.

—He logrado el cometido que tu alma ansiaba —expreso la sombra, liberando a la pobre criatura de la cárcel en donde la pusieron sus captores—Puedes estar agradecida de mis eficientes servicios.

La pequeña de inmensos y curiosos ojos negros, observo el lugar, obviando los cuerpos desmembrados a sus pies, su vista se focalizo en el par de cuerpos que reposaban sobre las rocas ceremoniales, cuerpos que se encontraban ensartados por diferentes objetos y que claramente habían pasado por un arduo trabajo de tortura. Con la imagen, pareciera como si todo el peso de la realidad volvió a caer sobre sus jóvenes hombros, ahogando un jadeo y sosteniendo su cuerpo perturbado.

Sin embargo, tratando de controlar sus hipidos y el temblor de su cuerpo, alzó la vista para verlo. Esta vez en su expresión se calmó, no habiendo señal de miedo en ninguna parte de su rostro, aun cuando ella podía ver claramente su verdadera apariencia que podía ser más aterrador que todo lo demás a su alrededor— ¿Cuál es tu nombre? —preguntó, buscando que las palabras saliesen de su boca y pudieran calmar su curiosidad.

—Me conocen por muchos nombres, pero podrás referirte a ti como Alastor, el demonio de la radio —expreso, ella asimilando la información.

Al poco tiempo, transformando la expresión de voracidad y desesperación de hacía un momento, emergió una sonrisa brillante y genuina, plagada de agradecimiento y gratitud.

—Señor Alastor, muchas gracias —agradeció, comenzando a temblar y esta vez sus ojos llenos de unas lágrimas que podían apelarse al respiro que significo, estar libre de todo ese infierno— gracias por salvarme y eliminar a quienes nos hicieron daño.

Con seguridad, Alastor jamás había sido preso de una gratitud tan genuina y sincera como la que estaba observando en ese momento. Esperando escuchar la expresión máxima de su control, contrariamente fue agradecido por un ser diminuto, que seguía viéndole como su salvador en lugar de su más grande perdición. esa imagen sinceramente hizo que dejara salir una enloquecida risa, siendo la primera vez que vivía una circunstancia así. Había estado tantos siglos preso del aburrimiento, que la aparición de aquella niña era algo que quizás podría valer la pena.

—¿Cómo te llamas? —pregunto de vuelto, interesado por primera vez en una criatura humana. Una singular, de enormes ojos negros y gran cabellera dorada. Ella se sorprendió de que le hablara de nuevo, pero sonriendo apenas, le contestó.

—Mi nombre es Charlotte, Charlotte Morningstar —se presentó—, única heredera de la casta Morningstar y princesa de Edimburgo.

—Bien. En ese caso, debería tomar una forma adecuada para acompañar a una princesa—expreso, dejando ver la marca de su contrato en el dorso de su mano, poco a poco su cuerpo se fue materializando, saliendo de la bruma oscura un alto caballero de vestimenta oscura, cabellera castaña y sonrisa eterna—. Ahora ¿Cuáles serán sus órdenes? Mi pequeña princesa

En medio de la tristeza, furia, confusión y desesperanza, ese encuentro marcaría un nuevo comienzo para dos pares de almas que eran incomparables, una ambición que buscaba ser cumplida arrastrando fragmentos de un alma pura que no lograba ser corrompida y que tenía algo que cumplir a todo costo. Tal parecía que el destino quería unir dos caminos tan dispares, que quizás lograrían conectar en algún punto, quizás incluso, en el final de su historia. 

Creo que muchas personas pudieron darse cuenta, pero este OS es una clara referencia a la interesante obra de Yana Toboso Kuroshitsuji, sinceramente no pude resistirme a una pequeña Charlie firmando un pacto con Alastor, definitivamente, es una hi...

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Creo que muchas personas pudieron darse cuenta, pero este OS es una clara referencia a la interesante obra de Yana Toboso Kuroshitsuji, sinceramente no pude resistirme a una pequeña Charlie firmando un pacto con Alastor, definitivamente, es una historia que quisiera profundizar aunque sea uno o dos capítulos más ¿que me dicen? Espero que de verdad les haya gustado este OS, y nos podamos seguir leyendo el resto de los días de esta semana, un gran saludo desde Venezuela y se me cuidan mucho.  

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