Desastre.
El tiempo había cambiado todo en un completo desastre, un transcurso en el cual no me afectaba, todo lo contrario, sentía lo extasiada y la adrenalina en cada situación.
Me había vuelto en un completo desastre, ¿por qué? Por ella. Por kylie, No podía respirar sin sentir su boca cada segundo encubierto sobre mis labios, quitándome el oxígeno y robándome las palabras de aliento cada que trataba detenerla. Había sexo en la cocina, en el dormitorio, en el baño, en el jardín he incluso en su cochera. Me estaba mareando.
—considera esto como....un adelanto...— maldije por lo bajo al escuchar su voz ronca sobre mi oído, entre cerré los ojos y solté un suspiro tembloroso—
—Ky....acabamos de terminar esta situación en tu estudio...—sentí sus manos aventurando sobre mi cintura, sus labios húmedos bajando sobre mi cuello, dando cada casto beso y lamiendo entre mi mandíbula, sus manos apretaban mis caderas, un gemido ahogado salió de mi boca al poder experimentar lo que eran sus uñas encajándose en el vestido que cubría mi cuerpo—
—¿no me vas a extrañar? Estoy por irme y lo único que veo es que ya deseas que me marche..— respondió toscamente, se detuvo por breves minutos a observarme, esos ojos, esos malditos ojos que desparramaban maldad e inocencia, ¿cómo era eso posible? Algo que solo kylie Jenner podría provocar—
— ay por favor....no es eso....—
Mis palabras se vieron interrumpidas, sentí el picoteo en mis mejillas, amortiguando y haciendo eco sobre mis pómulos, la puntilla de su lengua arrastrándose vivazmente sobre mi piel enrojecida, trazando una línea invisiblemente hasta vagar a mis labios, picoteo estos hasta volverlo en un beso profundo, lleno de necesidad y completo morbo.
—¡ky!— una voz que no era ni mía ni de kylie hizo eco cuáles pocos metros antes de adentrarse a la cocina—
¿Lo primero qué hice? Una decisión sabia y la magnate del maquillaje estaba tumbada en el suelo a unos pocos metros debajo de mí, tuve que amortiguar mi risa o si no podría recibir una extraña mirada de kendall, la recién llegada.
—¿qué haces en el suelo?— la modelo llego y lo primero que hizo, fue dirigir su vista hacía kylie, quién chillaba animadamente en el suelo, acariciando de sus caderas y mirándome con desprecio, si las miradas mataran, estaría cómodamente tres metros bajo tierra, y la misma kylie sería quién me enterraría a mano de obra propia.—
—tropezó....—alce los hombros y me acomodé pacíficamente sobre la mesa de mármol donde me mantuve acorralada como presa alrededor de los 13 minutos anteriores—
Días anteriores, donde pude comprender mi situación, la culpa me carcomía, sentía el vacío en el pecho, que me hacía cuestionar si realmente todo estaría bien, no era correcto, ¿algo de esto lo era? En lo más mínimo, el sentido de peligro me acechaba, no podía dormir pacíficamente si no fuera por los brazos de la peli negra que rodeaban mi cuerpo durante las noches, acariciaban mi cabello hasta quedarme en brazos de morfeo y tomaban como presos mis labios hasta dejarlos del rojo vivaz.
Ella es mi tía...es mi familia....
Pero la amo....¿por que lo hago? Porque me siento bien a su lado, un amor peligroso del cual conocía su consecuencia, pocas veces lograba tomar decisiones difíciles, decisiones que implicaban mi imagen y peor aún, la opinión de mis familiares.
Pero ya era tarde como para escapar, ella no me dejaría alejarme, me tenía atrapada, y yo me mantenía a su lado sin importar en tener las puertas de la libertad Justo en mi cara.
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Kendall decidió llevarme a un paseo matutino, kylie debía ir a un viajé de negocios y lastimosamente yo no no podría acompañarla, llevaría dentro de dos días así que me dejo a su cuidado, lo cual implicaba, momentos de pura sequedad y conversaciones cortas e irrelevantes.
