Cap.27 Verdades ocultas

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Ya pasado un largo rato Andrea decidió que era momento de salir de esa habitación, momento de enfrentar los miedos para eso se puso de pie e fue al baño para lavarse la cara repetidas veces.

— ¡Necesito la verdad! —exclamó Andrea diciéndole al espejo, junto a lavarse de nuevo la cara con agua fría del grifo.

—¡Es momento! ¡Ahora o nunca! —la fémina dijo eso, para cerrar la llave del grifo e secarse la cara para buscar la verdad del asunto.

La fémina dio un largo suspiro y tomó rumbo a la sala; se dirigió al pasillo derecho luego bajo la escaleras, de nuevo cruzo a la izquierda encontrándose de espaldas a aquel hombre bebiendo whisky sentado en el sofá.

—Pensé que nunca llegarías —dijo el hombre moviendo suavemente su vaso de whisky.

—Pero llegué y es lo que importa ¿no? —dijo Andrea tomando asiento en el sillón frente de él.

—Sí... —respondió aquel sujeto. Dejando de un lado su vaso ya vacío se había tomado todo el whisky que quedaba de un solo trago.

—Exijo la verdad -dijo Andrea tranquilamente.

-Bueno, ¿Quieres la historia desde que conocí a tu madre? O la actual —preguntó pacíficamente aquel hombre mirándola atentamente. Se parecía muchísimo a su madre.

No pudieron continuar la conversación ya que hubo un estruendo, el sonido proviene de la puerta de la casa ¿Que pasa? Aquel sujeto no esperaba a nadie, además, ya había cancelado sus asuntos pendientes los pospuso.

—¡Aléjate de mi hermana! —exigió aquel muchacho, Andrea reconoció inmediatamente la voz del chico.

Aún no se podía ver de quien se trataba , pero sus pasos eran muy apresurados.

—¿Quién es? ¿Esperas a alguien? —preguntó de un susurro aquel sujeto esperando una respuesta inmediata de parte de Andrea

—Samuel, mi hermano —dijo Andrea segura de sus palabras, por la voz que no era tan gruesa era el, su hermano mayor, un tanto protector.

—Vaya, pensé que te había dejado todo claro Bruce —dijo Samuel parándose enfrente de ellos dos mientras señalaba a aquel sujeto que se llama, Bruce.

—¿Claro, qué? —preguntó incrédulo Bruce, ¿como se le ocurría entrar así a su casa? Que mala educación, pensó Bruce.

—No te quiero cerca de mis hermanos —recordó Samuel, estaba súper enojado. Se notaba a leguas.

—Ah, lo había olvidado —dijo seriamente Bruce, pero sorprendió a Samuel ya que añadió— Ellos necesitas saber la verdad, en especial Andrea

—¡No! ¡Aún no están listos! —exclamó Samuel con una combinación de enojo y nervios.

—Claro que sí, ¿cuando pensabas contárselo? ¡Piensa en ellos! —respondió Bruce ya con un tono de enojo.

—Continuará

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Vivienfo con mis 7 hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora