Los hijos de la línea 26 y los niños desaparecidos (ParkJimin)

26

Como fuera, lo único que quería era encontrar a Juliette, quería encontrar a Marion diciéndome que ella estaba viva, no importa cómo, pero que estuviera vivía.

-Marion

Le encontré en el otro extremo de la habitación, junto con un medico que estaba sentado a un lado de la cama donde habían dejado a Juliette.

-Jean Paul

La mirada triste, las lágrimas derramándose por sus ojos como una fuerte lluvia hicieron que un escalofrío me recorriera todo el cuerpo, que mi corazón latiera con más fuerza y que todo mi cuerpo se sintiera más pesado.

-¿Juliette...?

No hubo necesidad de palabras, simplemente una acción del medico de cubrir el cuerpo de Juliette con una manta verde hasta cubrirle la cara, se levantó de su asiento y continuó atendiendo a los demás heridos.

-No -susurré antes de acercarme y tomar el lugar que el medico había usado antes

Quité la cobija de su rostro para mirarla. Estaba pálida, con los ojos cerrados y la cabeza hacia un lado ligeramente, su cabello seguía perfectamente peinado y el antifaz que le había quitado de la cara seguía atorado en su cabeza, quité aun más la cobija y miré la gran mancha de sangre que salía de su estómago, ahora estaba seca y ya no fluía más sangre, sus manos estaban una encima de la otra unos cuantos centímetros encima de la herida, una mano estaba limpia, pero la otra estaba manchada por la sangre seca.

-¿Qué fue lo que pasó? -apenas pudo decir palabra Marion, seguía llorando descontroladamente

-Fue él -susurré -el rey Joseph la mato

-¿Qué?

-Él la mató -miré a Marion y sentí como apretaba mi mandíbula -ese desquiciado la mato

Dolía, me dolía a mi y sé que le dolía a ella también. Juliette era parte de la familia, Marion la cuido como a una hija cuando la madre de Juliette murió y yo la apreciaba como una buena amiga.

Al final, cuando los heridos fueron estabilizados y cuando todo mundo se relajó un poco, hicimos conteo de todo.

De los 12 que nos infiltramos en el baile, solo la mitad logramos salir del palacio, la otra mitad fue capturada por los caballeros y no sabemos en que condiciones los tienen o si todos ellos siguen vivos, aquí en casa, 2 murieron por sus heridas y Juliette...

Antes de continuar nuestros planes, antes de continuar con todo esto, nos tomamos un momento para honrar a los 3 caídos a los cuales les dimos una ceremonia fúnebre lo más decente que pudimos en este momento.

Tres tumbas simplemente marcando el espacio donde estaba con un marco de piedras en el suelo, además de que cada uno de ellos tenía un ramo creado con las flores que cada uno de nosotros nos dimos el tiempo de conseguir para despedirlos.

-¿Qué pasará ahora?

Una vez terminados los funerales, todos nos reunimos a la mesa para hablar sobre lo que continuaría.

-Tenemos que rescatar a nuestros compañeros

-Lo sé -dije

-¿Qué podemos hacer ahora? Somos muy poco, no podremos nosotros solos

-No tenemos mucho tiempo, si tienen a los demás, debemos actuar rápido antes de que los maten -dije -usaremos distractores, no necesitamos ser muchos para distraernos, de todos modos -me levanté de la mesa -Divídanse, la mitad conseguiremos material para crear distracciones, la otra mitad, consigan a más personas, todas las que puedan de aquí a pasado mañana

-Bien

Esta vez no fallaríamos, derrotaríamos al rey Joseph costara lo que costara. 

Dos días después, solo conseguimos incorporar a 3 personas más al equipo, no eran muchos, pero cualquier ayuda era suficiente, además de que logramos conseguir explosivos para crear una distracción.

-¿Todos saben sus lugares? -pregunté

Esperábamos que fuera más de noche, atacaríamos a las 2 de la madrugada que es cuando se hace el cambió de guardia y los caballeros cansados regresan a sus dormitorios donde uno de nosotros se encargaría de cerrar la puerta del edificio de dormitorios para dejarlos atrapados y deshacernos de los demás.

-Sí -dijo uno

-Solo les recuerdo, que nuestros compañeros son la prioridad en esta misión, no busquen a rey, no intenten nada heroico que pueda ponernos en peligro, solo nuestros compañeros, una vez a salvo ellos, pensaremos en lo demás después ¿De acuerdo?

-Sí

-Bien, prepárense, salimos en 30 minutos 

Sé que lo que importa ahora es rescatar a nuestros compañeros, pero esta es una buena oportunidad para derrotar al rey, de todos modos, todos nosotros sabemos que en cada uno de estos ataque nuestras vidas corren peligro y no me interesa morir, solo quiero salvar a nuestros benefactores los gigantes y vengar la muerte de Juliette, por eso, esta noche como una persona que conoce el palacio igual que la palma de su mano, me escabulliré entre todo el alboroto hasta los lugares concurridos por Joseph, primero su habitación y después su oficina, lo bucare hasta encontrarlo y pelearé con él hasta la muerte, hasta que uno de los dos muera. 

A la hora programada, salimos de la casa, dejándola como nuestro punto de reunión nuevamente.

No dividimos en 3grupo y 1 individual, yo. El primer grupo se ocuparía de cerrar la puerta deledificio de dormitorios de los caballeros y de bloquear cualquier salida queencuentren, el grupo dos se encargaría de crear una distracción haciendoexplotar uno de los explosivos en la entrada principal del palacio, mientrasque el grupo tres se encargaba de hacer una explosión en la puerta trasera, dejándomeasí, la puerta de en medio libre, el camino libre para buscar al rey mientrasque el quipo uno se encargaría de bajar a los calabozos por los demás y con rapidezsalir del palacio.

En cuanto las explosiones resonaron con fuerza, me moví entre los árboles del jardín para escabullirme hasta la entrada lateral que solo algunos conocíamos.

Una vez dentro del palacio, el ruido que había afuera era suave en el interior. No había personas por los pasillos, todos estaban afuera o en los caminos principales del palacio.

Corrí a las escaleras y las subí corriendo, esperando que ningún caballero se topara conmigo y me impidiera seguir mi camino, pero no pasó. Mi primera opción era su oficina, pasaba más tiempo en su oficina que en su habitación, así que me corrí hasta ella, pero cuando la abrí, no encontré a nadie, estaba vacía.

Volví a correr, pero ahora con camino a la habitación del rey. Si no lo encontraba aquí, sería difícil descubrir dónde esta exactamente.