Los hijos de la línea 26 y los niños desaparecidos (ParkJimin)

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-Muchas cosas interesantes

-¿A sí? ¿Cómo qué?

-Todo esto es interesante –sonreí

-Lamento haber sido tan difícil al principio, todo de mí, creo que era confuso, pero solo no quería ahuyentarte siendo demasiado rara, pero creo que no lo logré muy bien

-No, eras bastante rara

-Lo lamento

-Eso ya no importa

Se quedó en silencio un momento.

-Cuando esa cosa los atrapo, vi y hablé con el rey Jospeh

-¿Lo hiciste? ¿Cómo? –estaba impresionada ante eso, yo solo pude ser la sombra de Juliette y no interactuar con ella

-El rey Oto me dio el poder de hacer eso, necesitábamos un modo de vencer al amissa anima... él se notaba... triste

-¿Triste?

-Los mató a todos, durmió a los gigantes sin saber antes que había sido culpa de esa cosa y cuando lo supo... estaba profundamente arrepentido

-Supongo que... sí

-Le dije que Juliette eras tú y Jean Paul Lucius

-¿En serio?

Aceptó con la cabeza.

-Dijo que estaba totalmente arrepentido, él amaba mucho a Juliette y apreciaba a Jean Paul y esperaba que pudieran perdonarlo

-Yo lo perdoné, no tiene sentido tenerle rencor cuando eso pasó hace años

-También le dije, que nosotros estábamos juntos ahora

Detuvimos nuestro camino para poder hablar tranquilamente. Tomó mi mano y acaricio el dorso de mi piel con la yema de su dedo.

-Dijiste que nosotros estábamos juntos antes y me encontraste –me miró a los ojos -¿Aún quieres continuar conmigo?

-Cuando te fuiste, prometí buscarte y lo hice ¿Crees que después de todo eso te dejaré ir tan fácil?

-No lo hagas entonces –sonrió

-Claro que no

Deslice mis manos por su nuca y el me rodeo con sus brazos para juntar nuestros cuerpos y darnos un tierno y cálido beso.

-¿Volveremos a separarnos? –preguntó Lucius

Todos estábamos en la sala de casa de Edric, los niños ya estaban dormidos y solo nosotros estábamos aquí, incluso Louis estaba presente, sin los científicos.

-Supongo que sí –dijo Arthur

-No me gustan las despedidas –Lucius llevó un puño a su boca haciendo un movimiento dramático

-Probablemente en un futuro podamos volver a encontrarnos –dije –solo esperemos que sea en buenas circunstancias –me acerqué a él para darle consuelo poniendo mi mano en su espalda

-Deberían quedarse unos días, podemos mostrarles la ciudad de un modo tranquilo –dijo Edric

-Seria lindo quedarnos –dije mirando a Jimin

-Si ya hemos pasado días desaparecidos, no creo que unos cuantos días más afecte mucho

Y así fue. Nos quedamos una semana más, semana en la que pudimos disfrutar tranquilamente de esta dimensión, conociendo un poco más, siendo totalmente unos turistas.

Era divertido y ciertamente a mí tampoco me gustan las despedidas, pero supongo que teníamos que hacerlo.

-Bueno –dijo Arthur –creo que llegó el fin

De nuevo todos nos habíamos reunido en el agujero que se había formado en la tierra y aun seguí aquí, el gigante había desaparecido y había habido un derrumbe en los túneles, pero creo que la línea sabía que nosotros íbamos a regresar y los túneles volvieron a abrirse, lo bueno es que ya nadie estaba aquí, lo habían dejado.

-Me alegra mucho que estés bien en la nueva dimensión –dijo la jefa Luna dirigiéndose a Jimin

-Estoy muy bien allá, te lo aseguro – y se dieron un abrazo

-Jimin –fue el turno de Arthur –espero que tu felicidad continúe para siempre

-Y yo deseo la tuya, Arthur –y un nuevo abrazo

Todos nos despedimos de todos, con abrazos, con buenos deseos incluso con algunos regalos de Edric y Lucius para todos nosotros.

-Siempre que vuelvan, mi casa es su casa –dijo Edric –cuando quieran

-Si algún día llegan a viajar a la dimensión Zitatu, Lucius ya sabe la dirección, avisare al guardia sobre ustedes para que los dejen pasar sin problema –dije

-Gracias –dijo Edric mirándonos –a todos ustedes, gracias por todo

Y así, cada uno tomó el túnel que nos llevaría a nuestras respectivas dimensiones.

Cuando Jimin y yo salimos en nuestra dimensión, detrás de nosotros, el túnel... desapareció, lo cual me entristeció demasiado, pero agradecía profundamente haber podido ver de nuevo a mis amigos.

Como fue en la primera vez, pasó ahora, Jimin y yo habíamos estado desaparecidos por casi un mes, mamá se volvió loca cuando vio el mensaje que le mande y por eso viajo hasta acá para que le explicara las cosas, pero no me encontró, se encontró con los padres de Jimin quienes también lo buscaban y entre los dos comenzaron una búsqueda sin tener éxito hasta que regresamos.

Fue una situación algo fácil porque la policía estaba implicada de nuevo y era extraño que yo de nuevo hubiera desaparecido, nuestros padres nos pidieron una explicación, pero nosotros solo pudimos decir que no recordábamos nada, esta vez las noticias no se entrometieron y la policía al final se dio por vencidos pensando que Jimin y yo nos habíamos fugado, ya saben, desaparición de enamorados.

-Vaya día ¿No? –Jimin me entregó una lata de jugo mientras se dejaba caer a un lado de mi en el sofá. Estábamos en mi casa mirando una película después del día que habíamos tenido

-Por lo menos la policía ya se rindió

-Mis padres no lo harán hasta que les diga qué fue lo que pasó

-Los míos tampoco, aún no se les pasa el trauma de la primera vez

-¿Crees que se les pase con el tiempo?

-Eso espero

-¿Crees que en algún momento regresaremos?

-Eso espero

-Aun hay cosas que quiero hacer en ese mundo

-¿Cómo qué? –lo miré curiosa

-Quiero hablar con el rey Joseph, contarle las cosas que hemos pasado

-Bueno, si es necesario que lo hagas, las circunstancias se presentaran

-Supongo que sí

-Por el momento –hice a un lado el cojín que estaba entre nosotros y me acurruqué a un lado de él abrazándolo y dejando mi cabeza en su hombro –solo hay que ver la película e ir a dormir, mañana debemos regresar al trabajo y lidiar con las preguntas de todos

-Dios, quiero que termine, que dejen de preguntar

-No lo harán -sonreí -la naturaleza humana es ser entrometidos 

-Supongo que sí -me abrazo con más fuerza y nos quedamos viendo la película hasta que terminó 

Porque así es, nos dieron por desaparecidos en el trabajo, pero no nos habían despedido y mañana por fin, después de haber pasado dos semanas de regresar, volveríamos al trabajo.